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Mercado de trabajo

Las 4 claves de los datos del paro de enero del 2023

El mercado laboral pierde 215.000 cotizantes y gana 70.000 parados en el arranque del año

Un hombre entrao a una oficina de empleo. EP

Finiquitada la trinidad Navidad-Noche Vieja-Reyes y olvidadas las vacaciones -el que las tuvo-, las empresas que se reforzaron para la campaña navideña y de rebajas finiquitan miles de contratos y el mercado laboral enfila su tradicional cuesta de enero. En un 2023 todavía marcado por la persistente crisis de precios y la incertidumbre que proyecta la guerra en Ucrania. El empleo no ha sido ajeno a todo ello y este recién finalizado mes ha dejado malos números. Malos, si bien no catastróficos y menos malos que durante el largo invierno de la Gran Recesión

El primer mes del año deja trazas agridulces, con unos datos negativos en términos absolutos, que conviven con buenas perspectivas si se resta el componente estacional. Y una reforma laboral que sigue desplegando sus efectos y mejorando en términos de estabilidad las nuevas contrataciones. Estas son las claves de los datos de afiliación publicados este jueves por los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social.

1. Empleo: el peor enero en dos años

El mes de enero siempre es un mal mes para el empleo. No ha habido enero desde 1999 en el que España no haya perdido ocupados. ¿Cómo de malo ha sido este enero? En términos puramente numéricos, el peor en los dos últimos años. ¿Ha sido catastrófico? No, en 2020, por ejemplo, se perdieron más ocupados. ¿Ha sido de los menos malos? Tampoco, podríamos ubicarlo en un punto intermedio entre los peores datos registrados durante la Gran Recesión y los eneros menos malos de la recuperación post Covid.

Una nota alarmante es que este enero ha ido peor que la media del ciclo de crecimiento económico previo a la Covid. Una nota positiva es que los datos desestacionalizados revelan que la tendencia del mercado laboral es positiva.

Según dicha estadística, que a través de la 'cocina' del Ministerio de Inclusión pretende restar los vaivenes propios del calendario para ofrecer una fotografía más nítida de la inercia del mercado de trabajo, la ocupación sigue creciendo. Lo hace a un ritmo ligeramente menor que antes de que Vladimir Putin decidiera invadir Ucrania, pero con mayor intensidad -pese a esta- que antes de la Covid.

2. Paro: sube, pero sin datos catastróficos

Enero es un mes tradicionalmente de alta actividad en las oficinas del Sepe. Acaba la campaña navideña, muchos trabajadores fichados para la misma ven finiquitados sus contratos y se dirigen a las ventanillas públicas para registrarse como desempleados y solicitar su prestación. Suele subir el paro y este enero no ha sido una excepción, si bien ha crecido menos de lo que lo hizo os dos años antes de la Covid.

Concretamente este mes ha aumentado en 70.744 personas, hasta un total de 2,9 millones de desempleados en toda España. Es la cifra más baja de desempleados desde 2008 a nivel nacional, si bien en la comparativa internacional España sigue siendo el estado de la UE con mayor tasa de paro. Del total de desempleados, el 68,7% cobran una prestación o subsidio por desempleo, la tasa de cobertura más alta desde 2011.

3. Más estabilidad con la reforma laboral

La reforma laboral sigue desplegando sus efectos en las nuevas contrataciones. Aquellas registradas en enero, un ligero 0,9% superiores a las del enero pasado, siguen ganando en estabilidad. El 45% de los nuevos contratos fueron indefinidos, frente al 15% registrado en el primer mes del 2022 o el 10% del mismo mes del 2020. De estos, la proporción entre empleos a tiempo completo (45%), tiempo parcial (22%) y fijo discontinuo (33%) se mantiene más o menos en los mismos términos que en meses anteriores.

Que se firmen muchos menos contratos temporales que antes de la reforma tiene una repercusión directa en el porcentaje de trabajadores que operan con uno de estos contratos. Actualmente el 15% de los asalariados es eventual, un mínimo histórico, según ha destacado la Seguridad Social en su nota de prensa, ya que antes de la reforma la media era del 30%. Los jóvenes son uno de los colectivos más beneficiados y es que la temporalidad ha retrocedido 30 puntos entre los menores de 30 años, pasando del 53% al 23%.

4. Alerta entre el colectivo de autónomos

El empleo autónomo no atraviesa horas boyantes y por primera vez desde 2013 el colectivo ha entrado en contracción. Actualmente hay menos trabajadores por cuenta propia en España que hace un año, algo que no pasaba desde la Gran Recesión. El retroceso es mínimo, del 0,1%, pero hace saltar una primera alarma. Según los datos de enero, hay 3,3 millones de afiliados al RETA dados de alta.

Este dato negativo coincide con la entrada en vigor del nuevo sistema de cuotas, que pasa a gravar a los autónomos en función de sus rendimientos netos. Habrá que ver durante los meses si el retroceso obedece a un ajuste coyuntural y una reacción más psicológica que económica a la novedad legislativa o si esta está ahuyentando a una parte del colectivo, que al no poder aferrarse a la cuota mínima prefiere darse de baja.

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