La delegación de la Unión Europea (UE) ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) expresó su desacuerdo ante los nuevos aranceles compensatorios impuestos por EEUU a la importación de aceitunas negras españolas, después de que estos únicamente hayan bajado a partir del 12 de enero del 14,97 % al 11,08 %.

EEUU defendió, en la reunión mensual del Órgano de Resolución de Disputas de la OMC, que con esta reducción cumple el dictamen que este emitió en noviembre de 2021 dando la razón a la UE en el contencioso abierto junto a España, pero la delegación europea consideró que esta corrección de aranceles es insuficiente.

La UE considerará ahora nuevas acciones para asegurarse de que sus derechos comerciales ante la OMC son respetados, destacaron fuentes próximas a la organización, que añadieron que Estados Unidos se muestra dispuesto a seguir debatiendo el contencioso (iniciado en 2019) con los Veintisiete.

El 19 de noviembre de 2021 un grupo de expertos de la OMC dictaminó que los aranceles de Estados Unidos a la importación de aceitunas negras españolas eran "incompatibles" con las normativas del organismo, y EEUU anunció un mes después que aceptaba esta decisión y actuaría en consecuencia.

EEUU y la UE acordaron más tarde dar de plazo hasta el 14 de enero de 2023 para que el primero se adaptara a la decisión de la OMC corrigiendo este arancel, que sólo ha reducido en menos de cuatro puntos, según la decisión adoptada por la Administración Internacional de Comercio estadounidense desde el 12 de enero.

Esta tasa, sumada a otra por concepto de "antidumping" de casi el 20% que imponen la aduanas estadounidenses también a las aceitunas negras españolas, supone el pago de un arancel de casi el 31% para los exportadores de España, sólo un ligero descenso frente al 35% impuesto antes de la corrección.

Las aceitunas negras se utilizan en Estados Unidos principalmente para la elaboración de pizzas, y las exportaciones españolas a esa economía ascienden a unos 70 millones de euros anuales, según cifras de 2017.

La UE ha concedido desde el principio suma importancia a este conflicto comercial, ya que temía que una decisión de la OMC favorable a Washington fuera utilizada por EEUU como precedente para desafiar a toda la política de subsidios agrarios de Europa bajo el paraguas de la PAC.