El presidente de NaturgyFrancisco Reynés, ha reivindicado el rol del gas para la seguridad del suministro energético. Durante una conferencia organizada la Asociación Española de Directivos (AED) en Barcelona, ha recordado que este combustible fósil resultó esencial para compensar la menor hidraulicidad y el parón de las nucleares en Francia. "En 2022, el rol de los ciclos combinados ha sido esencial", ha sentenciado.

A la vez ha avisado de que los precios del gas pueden subir de nuevo al final del invierno o principios de la primavera, cuando haya que aumentar el almacenamiento sin el combustible procedente de Rusia, que era el principal suministrador mundial, como sí que lo hubo el año pasado. Ha instado a evitar que "el espejismo de enero" --con unos primeros 15 días del mes muy cálidos-- tape la visión a largo plazo.

Reynés, que ha sido presentado por el director de EL PERIÓDICO, Albert Sáez, ha destacado que "en energía la gente tiene opinión pero carece de datos". A su juicio, en la situación actual tienen responsabilidad la especulación, la retirada del gas ruso del mercado, que supone el 20% del total, del mercado; y la recuperación del primer consumidor mundial, China. Son estos, ha agregado, elementos que influyen en el medio plazo.

También ha destacado que Europa carece de una política energética común, por lo que ha señalado que "no tiene sentido" querer regular de forma conjunta algo que en cada país tiene condiciones diferentes. A su juicio "tiene todo el sentido" desacoplar el precio del gas del resto de tecnologías para producir electricidad, pero que no es adecuado mantener las excepciones como forma de funcionamiento. Por ello ha pedido reformar el sistema energético para reconocer "de forma estructural" las diferencias entre los diferentes sistemas de producción de energía.

Industria y electricidad

El presidente de Naturgy ha recordado que "el gas no solo sirve solo para calentar nuestras casas y para el agua corriente sanitaria, ya que las dos partes más importantes tienen que ver con los procesos industriales y la generación eléctrica". En este sentido, a los 11 millones de hogares que consumen gas hay que sumar procesos industriales en el que este combustible "es difícilmente sustituible".

Reynés ha explicado que los mercados europeos se movieron igual hasta que España y Portugal lograron la denominada 'excepción ibérica', el tope al precio del gas para producir electricidad. Y eso pasó, ha recordado, en un momento sin apenas agua y el parón de nucleares en Francia. Eso obligó a tirar de los ciclos combinados (centrales que producen electricidad con gas), que soportan el sistema eléctrico "cuando no hay recursos alternativos". Reynés también ha destacado la importancia de almacenar la energía, en especial con el auge de las energías renovables.

A su vez ha recordado el impacto de la energía en la inflación que, a nivel europeo tiene un peso del 11% y se ha encarecido el 25%. Y que en el instrumento europeo para estimular la economía, los fondos Next Generation, el 40% son para energía, para la transformación verde.

Transformación

El sector energético "se está transformando desde hace tiempo", ha explicado. En los últimos años, el consumo de gas ha crecido el 70% con Rusia cono el mayor exportador, con en torno al 20% del total del comercio mundial. Es "un mercado muy concentrado desde el punto de vista de la producción y aún más concentrado en las necesidades o consumo", con un gran usuario, que es China. Pero, ha agregado, que entre las energías fósiles "es la más limpia".

Las principales características de este mercado son la existencia de un gran productor que ha dejado de suministrar y un gran consumidor, que es China. En Europa, el gas se recibía mayoritariamente por gasoducto y ahora ha crecido la aportación del gas natural licuado (GNL), que se transporta por barco. Todo ello implica rigideces, afirma.

El presidente de Naturgy ha subrayado que en el mercado eléctrico ha cambiado en los últimos años.Pese a que en 10 años se ha pasado de 5.800 a 7.000 millones de personas con acceso a la electricidad en el mundo, con el aumento de la población total aún hay 800 millones de personas sin acceso a este servicio esencial. Eso supone que se requieren aún grandes inversiones para generarla, transportarla y comercializarla.

Ha resumido su teoría sobre la energía en lo que ha bautizado como el 'trilema': "nadie tiene que quedarse sin energía, nadie tiene que pagar un precio injusto" y se tiene que cuidar el medioambiente.