El Gobierno ha decidido aplazar el Perte del motor para acometer una reforma integral del proyecto, según ha adelantado Cinco Días y ha confirmado El Periódico, del grupo Prensa Ibérica. Después de que la primera convocatoria del vehículo eléctrico y conectado dejara sin asignar 2.182 millones de un total de 2.975 millones, el Ejecutivo no quiere cometer errores en esta segunda convocatoria, que se activó en octubre por un importe de 877,2 millones de euros.

El anterior reparto no cumplió con las expectativas, como era de esperar, y los principales proyectos tractores se quedaron algo lejos de lo que pretendían las empresas que presentaron sus propuestas a los fondos europeos. El fracaso del primero Perte del motor, que buscaba ser un referente a nivel europeo sobre asignación de fondos NextGeneration EU, fue una de las causas que llevaron a la ministra de Industria, Reyes Maroto, a cesar a su 'número' 2, el hoy ya ex secretario de Estado Raül Blanco.

El nuevo secretario de Industria y Pyme, Francisco Blanco, nombrado el 27 de diciembre en un recambio sin explicaciones oficiales y comunicado de forma fulminante, ya se ha reunido con el sector para transmitir que habrá cambios en este programa de subvenciones y créditos al 0% de interés. La principal comunicación anunciada es que Moncloa trabaja en ampliar hasta un año el plazo para que las empresas participantes puedan presentar sus proyectos.

Más tiempo para presentarse

En el primero el plazo fue de tan solo un mes y determinados proyectos, como el referente al 'hub' de la electromovilidad que pretende instalarse en la Zona Franca de Barcelona como heredero de Nissan, tuvieron que pedir una prórroga para poder reunir los avales suficientes. "Algunas empresas que participaron inicialmente se retiraron en medio del proceso al estimar que no serían capaces de cumplir los plazos de ejecución del proyecto que se exigían", apunta la directora senior de European Affairs en LLYC, Paloma Baena.

Otra novedad sería la posibilidad de presentar proyectos unitarios, que era una reclamación del sector, que consideró complejo que el primer Perte se basara en planes que englobasen decenas o cientos de proyectos más pequeños. Es decir, empresas en solitario podrán diseñar y concurrir para proyectos en solitario, para los que no tendrán que coordinarse con otras sociedades.

Más autonomía en los proyectos

Los niveles de autonomía fueron un déficit que la gran patronal CEOE ya señaló en su último informe sobre el grado de ejecución de los fondos europeos en España, publicado en diciembre del 2022. En el mismo alertaban de que todas las empresas participantes del proyecto tuvieran responsabilidad solidaria de la correcta ejecución del mismo generaba fuertes reticencias por parte de estas a participar de la convocatoria.

Y es que una empresa que cumplía su parte tenía que responsabilizarse de justificar y reintegrar los préstamos y ayudas recibidas si se producían incumplimientos por parte de otras sociedades. "Las limitaciones en su alcance perjudican de manera significativa a todos los integrantes del consorcio, especialmente a las pymes, ya que las subvenciones se deben avalar en prácticamente su totalidad y el impago en las cuotas por parte de un socio impacta de forma directa en el resto de los socios de la agrupación", alertó CEOE.

"Las condiciones para participar eran complejas -los proyectos tenían que agrupar un cupo mínimo de pymes, si bien las tractoras acababan siendo las grandes compañías- y se exigían requisitos de difícil cumplimiento, como la necesidad de avalar el 10% de la subvención a todo tipo de empresas", apunta la directora senior de European Affairs en LLYC.