Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crisis económica

Mes de enero... o cómo subir una cuesta tan larga

El Gobierno aprobará mañana un tercer paquete de medidas para paliar la escalada de precios | La rebaja del IVA a algunos alimentos, incluido el pescado, está sobre la mesa

Clientes y trabajadores en el Alcampo de Coia. Marta G. Brea

Los dos paquetes anticrisis aprobados por el Gobierno para contener los efectos económicos de la invasión de Ucrania han situado a España como el país de la eurozona con la inflación más contenida –que no baja, del 6,8% interanual–, como ha constatado la oficina estadística comunitaria Eurostat. Una ratio piadosa en comparación con la presión de los precios en Italia (12,6%), Lituania (21,4%), Países Bajos o Alemania (en ambos casos, del 11,3%). Pero este abanico de ayudas no ha logrado frenar el alza continua y al galope de los alimentos: en noviembre, y en el caso de Galicia, la cesta de la compra medró dos veces más (15%) que el conjunto del IPC general. El hecho de que estos productos continúen desbocados y que Bruselas haya encomendado al Ejecutivo a que limite las ayudas a partir del 1 de enero son los motivos por los que el plan que se aprobará en el próximo Consejo de Ministros vaya a ser más quirúrgico, en línea además con la mayoría de países del entorno. Los subsidios generalizados, como el de los carburantes, se han terminado.

Entre las opciones que están sobre la mesa figura una reducción del IVA a algunos productos de alimentación, como han exigido desde la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc, que niegan que las empresas estén aprovechando esta situación para elevar márgenes y subir precios por encima del alza en sus costes. A día de hoy existen tres tipos impositivos que gravan la cesta de la compra: el general (21%, como el que se aplica a bebidas azucaradas o alcohólicas), el reducido (10%) y el superreducido (4%). Este último es el que se aplica a productos que se consideran de primera necesidad, como el pan, la leche, la harina, las frutas o legumbres.

No figura el pescado, como han reivindicado asociaciones como la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados Frescos y Congelados (Fedepesca), la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) o Conxemar. En una entrevista con FARO, el pasado octubre, el ministro Luis Planas descartó que se vaya a reducir el IVA, pero esta posibilidad sí está ahora en la agenda de las carteras de Economía y Hacienda. Hasta noviembre, los productos que más se habían encarecido –en comparación con el mismo mes de 2021– fueron el azúcar (50,2%), los aceites (31,5%), la leche (30,9%), huevos (27,1%) y los cereales (22,9%).

Además de la rebaja del IVA, la líder de Podemos, Ione Belarra, adelantó hace unos días que su espacio negocia con el PSOE, dentro de la prórroga del decreto de medidas anticrisis, un cheque ayuda de alrededor de 300 euros para aliviar el coste de la cesta de la compra, que beneficiará alrededor de ocho millones de personas. En el segundo paquete de medidas aprobado en junio, el Gobierno incluyó el incremento transitorio del 15% del Ingreso Mínimo Vital, la prohibición de la suspensión del suministro de energía eléctrica, gas y agua, una ayuda directa de 200 euros para asalariados, autónomos y desempleados inscritos en las oficinas de empleo que residan en hogares con una renta inferior a los 14.000 euros y la congelación del precio máximo de la bombona de butano hasta final de año en 19,55 euros.

Una de las medidas más cuestionadas está siendo la prórroga de la bonificación de 20 céntimos al litro de combustible. Aunque el Gobierno no ha dejado totalmente claro qué es lo que sucederá con este descuento, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha reconocido que se trata de una medida controvertida por su impacto fiscal y por beneficiar a quien tiene coche y no a las clases más vulnerables. Por ello, la responsable económica del Gobierno ha abierto la puerta a “centrarlo en los sectores que se pueden ver más afectados”, entre los que ha mencionado el transporte, la agricultura, la ganadería y la pesca. “Lo que estamos viendo es si se puede eliminar esa bonificación para todos y mantenerla solo en aquellos sectores para los que sea necesaria”, afirmó recientemente. En Francia, por ejemplo, se concederá una ayuda de 100 euros para los hogares con menos ingresos (por debajo de los 14.100 euros), pero el actual bono de 10 céntimos por litro dirá adiós en una semana.

El revés de la bombona de butano

El precio de la bombona de butano quedó fijado el pasado 25 de junio por el Gobierno de España, que lo dejó en 19,55 euros como medida de protección de los consumidores ante el disparo de la inflación por la guerra de Ucrania. Fue a través de un real decreto que se aprobó de urgencia y que, entre otras cuestiones, congeló los costes de los gases licuados de petróleo en envases de 8 a 22 kilos. Con el nuevo precio se superaba el máximo histórico de 17,50 euros para una bombona que se registró en 2013 y 2014. Hace un año, la bombona de butano costaba 16,13 euros e incluso hubo un momento en que bajó hasta los 13 euros. Y, en 2009, costaba solo 10,50 euros. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2023, y visto el incremento de precios, el coste de la bombona de butano, la más utilizada para cocinar y calentar el agua, podría incluso doblar esta cifra. El precio fijado por el Gobierno caduca el día 31.

Compartir el artículo

stats