El error y su corrección por parte del contribuyente podrían empezar a ser reconocidos por Hacienda. La directora general de la Agencia Española de Administración Tributaria (AEAT), Soledad Fernández, ha explicado que el fisco estudia la posibilidad de incorporar en el ordenamiento jurídico tributario el llamado 'derecho al error o derecho a la rectificación del error'. El primer paso, que no requeriría cambios legislativos, consistiría en ampliar los avisos en el mismo momento de la confección de las declaraciones de la renta (IRPF).

En esta línea, se analiza la viabilidad jurídica y técnica de un sistema que permita que sean los propios contribuyentes quienes corrijan sus propias declaraciones de una manera "fácil y rápida" cuando desde la Agencia se les comunique que en las declaraciones se haya cometido algún "pequeño error o incorrección". "Vamos a empezar a pensar en esto en el IRPF y respecto a contribuyentes que solicitan una devolución", ha afirmado la directora de la Agencia. 

Sería como la admisión 'on line' de una liquidación paralela. Por ejemplo, si un contribuyente pidió una devolución de 500 euros y la Agencia Tributaria calcula que han de ser 200 y así se lo comunica, el afectado podrá aceptar esta nueva liquidación y zanjar la cuestión o bien dejar que el proceso siga su curso.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados para informar sobre los objetivos y líneas de acción del organismo en próximos ejercicios, Fernández ha insistido en que la introducción del derecho al error y rectificación está en fase de estudio y se está analizando su viabilidad y posibles efectos. Otra forma de aplicar esta opción sin cambios legislativos serían los pequeños fallos, a determinar, en las declaraciones informativas, es decir, aquellas que no implican impacto económico para las arcas públicas, según fuentes de la Agencia Tributaria.

El departamento de gestión de la Agencia Tributaria, ha agregado, está reflexionando sobre la posibilidad de avanzar en algunos aspectos de la valoración de la conducta de algunos contribuyentes cuando incurren en pequeños errores o pequeños incumplimientos involuntarios, especialmente cuando no se produce perjuicio económico para la Hacienda Pública y que son cometidos ocasionalmente por algunos contribuyentes que son tradicionalmente cumplidores.

Esta idea se ha propuesto por parte del Consejo de Defensa del Contribuyente, se incluyó también el Libro Blanco de la reforma tributaria elaborado por expertos y por asociaciones de asesores fiscales, tras observar un modelo que se ha incluido en el derecho tributario en Francia, donde no hace mucho tiempo se ha incorporado la autoliquidación del IRPF, como en España. "Se trata de la mera posibilidad de incorporar en nuestro ordenamiento el llamado derecho al error o derecho a la rectificación del error", ha señalado Fernández.

Replantearse el modelo

Según ha informado la directora en la Cámara Baja, desde el organismo se está preparando actualmente los documentos estratégicos de planificación y control que van a conducir las actuaciones del 2023, año en el que también se va a empezar a diseñar el próximo plan estratégico de la Agencia para el periodo 2024-2027.

La directora de la Agencia Tributaria ha asumido que desde el organismo deben "replantearse" una parte del modelo de objetivos y de presentación de resultados para que sea transparente, comprendido y aceptado. "De no hacerlo, el modelo presenta alguna contradicción que dificulta su comprensión y su afectación interna, y también impide trasladar a la sociedad los resultados completos de la actividad de la Agencia Tributaria. Tenemos que cambiar algo", ha reconocido.

Ha explicado que se trabaja en un nuevo modelo único de asistencia con el que pretende simplificar al contribuyente el contacto con la Administración y mejorar el acceso a la prestación de servicios a través de todos los canales, incluyendo la atención presencial, sobre todo dirigida a personas mayores y afectados por la brecha digital.

El nuevo modelo plantea una mejora en la aplicación informática de cita previa, establecimiento un único sistema en la que se integrarán todos los servicios de asistencia (presencial, telefónica y digital (sede electrónica y 'app').

Se pretende con este modelo único que la asistencia prestada sea idéntica a nivel nacional con independencia del canal utilizado, presencial, por teléfono o por sede electrónica. El contribuyente podrá obtener los mismos servicios y la misma información en ambas modalidades, presencial y no presencial, lo que favorece la aplicación de criterios uniformes hacia el exterior.

Para el establecimiento de este modelo, la directora ha explicado que se van a dar una serie de pasos y el primero será la definición de una carta de servicios, en la que de forma "clara y fácil" los ciudadanos podrán conocer todos los servicios a su disposición y las modalidades donde se presta.

El segundo paso es la actualización de la aplicación de cita previa, que actualmente está "obsoleta" y se debe mejorar utilizando un lenguaje más comprensible y con una visualización "mucho más fácil", según ha avanzado Soledad Fernández.

Junto con el sistema tradicional de obtención de cita previa para ser atendido presencialmente en una oficina de la AEAT se quiere articular una nueva atención telefónica, de más fácil acceso, y soportada por personal especializado, que tras escuchar la petición del interesado, podrá tanto asistirle en la consecución de una cita presencial, si así lo desea, como solucionar su duda si fuese posible en el mismo momento, evitando así que los contribuyentes tengan que desplazarse innecesariamente a las oficinas.

A su vez ha explicado que la puesta en marcha de la calculadora para que la ciudadanía tenga una mayor conciencia sobre sus tributos, así como para qué sirven, a qué van destinados y en cuánto contribuyen a fortalecer los servicios públicos. "Creo que es una manera de concienciar al ciudadano y dar transparencia al origen, es decir, para qué sirven los impuestos y para qué se dedican", ha valorado Fernández.

Por otro lado, Fernández ha vuelto a explicar el impacto de la inflación en la recaudación tributaria hasta agosto, incidiendo en que solamente una cuarta parte del crecimiento recaudatorio hasta agosto de 2022 se debió a la inflación en términos interanuales.

Así, si el crecimiento de la recaudación hasta agosto fue de un 19%, de ese incremento solo cinco puntos porcentuales correspondían al incremento de los precios. También ha recordado que el efecto inflacionista es diferente en función de las figuras impositivas, de manera que no impactará del mismo modo en el IRPF que en el IVA, siendo más acusado en el segundo caso.