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Industria naval

Rusia se lleva de Canarias a Marruecos las reparaciones navales de sus barcos pesqueros

Casablanca se perfila como reemplazo de Las Palmas de Gran Canaria para su gran base de operaciones en el Atlántico medio | La presencia de la flota genera un negocio millonario en los muelles de La Luz

El pesquero de propiedad rusa ‘Hunter’, abandonado por su armador en el Puerto de Las Palmas poco después del comienzo de la invasión de Ucrania. José Carlos Guerra

La invasión de Ucrania amenaza con llevarse por delante una de las principales actividades de reparación naval en el Puerto de Las Palmas. La flota pesquera rusa, que tiene en el recinto de la capital grancanaria su mayor base de operaciones en el Atlántico medio desde los tiempos de la Unión Soviética, planea trasladar a la ciudad marroquí de Casablanca el mantenimiento de sus buques, un negocio de "cientos de millones de euros", según ha avanzado el responsable en el país africano de la Agencia Federal de Pesca de Rusia, Mijail Tarasov. En la actualidad, medio centenar de buques factoría suelen ser atendidos cada año en la Isla.

"En relación con la inminente apertura de un nuevo astillero en el puerto de Casablanca, las reparaciones de un conjunto de barcos pesqueros rusos que operan en el Atlántico medio oriental también se llevarán a cabo por compañías marroquíes", ha asegurado Tarasov en declaraciones a la agencia Tass. El traslado de la base de operaciones supondrá "llevar a un nuevo nivel la cooperación entre Rusia y Marruecos en el ámbito pesquero".

La lluvia de millones que Rusia promete con el traslado de la base operativa a Casablanca beneficiará a los astilleros locales y también significará "cientos de puestos de trabajo para la población marroquí", empleos que hasta ahora han estado en manos de las instalaciones navales canarias. Tarasov fija la apertura del nuevo astillero para un momento indeterminado a lo largo del año 2023.

Mazazo para la industria canaria

Las palabras del directivo pesquero ruso, ampliamente difundidas en la prensa marroquí, suponen un mazazo para la industria portuaria grancanaria, que cuenta con dos astilleros de reparación donde suelen recalar sus buques antes o después de las campañas de pesca. "Las instalaciones de Casablanca pueden competir con las canarias", ha insistido Tarasov, que prevé un futuro en el que "compañías rusas especializadas se involucren en la implementación de los trabajos de reparación en el puerto de Casablanca".

El movimiento estratégico de Rusia guarda relación, según su responsable de pesca en Marruecos, con "la posición de la Unión Europea en torno a la entrada de los pesqueros y la prohibición de permanecer en Las Palmas". En cualquier caso, la implementación de las decisiones europeas por parte del Ministerio de Transportes recoge salvedades para esta flota, que se ha mantenido en La Luz sin demasiados contratiempos

La UE aprobó en abril un bloqueo que solo afecta a las embarcaciones comprendidas en el ámbito de aplicación de convenios marítimos internacionales como Solas (para proteger la vida en el mar) o Marpol (para prevenir la contaminación), lo que deja vía libre a los pesqueros, que cuentan con su propia regulación al margen de los mercantes convencionales. A partir de ahí, España estableció una instrucción a través del Ministerio de Transportes

El caso del 'Aleksandr Mironenko'

Desde ese momento, la presencia de buques de bandera o propiedad rusa ha continuado siendo habitual en La Luz, aunque el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación puso trabas a su llegada en un primer momento. Así ocurrió, por ejemplo, con el Aleksandr Mironenko, cuyo acceso fue denegado a finales de abril, hasta que la presión de la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Buques de Las Palmas y la mediación de la Autoridad Portuaria, Marina Mercante y la Delegación del Gobierno en Canarias desbloquearon la situación.

El ‘Aleksandr Mironenko’, durante una escala en el Puerto de Las Palmas efectuada a mediados del pasado mes de marzo. JUAN CASTRO

La merma para la actividad portuaria en Las Palmas de Gran Canaria en caso de desaparición de la flota pesquera rusa va más allá de las reparaciones navales. Sus buques comenzaron a llegar al Puerto de La Luz en la década de 1960 y han permanecido pese al desmembramiento de la Unión Soviética a comienzos de la década de 1990.

En Gran Canaria reciben todo tipo de pertrechos y servicios, desde cartón para empaquetar el género hasta víveres o equipamiento tecnológico, como estaciones de radio. En la Isla también realizan reemplazos de tripulantes y reciben combustible para continuar faenando. Las estimaciones realizadas por el sector al comienzo de la invasión de Ucrania cifraban el volumen anual de negocio en unos 100 millones de euros, a los que hay que sumar los aproximadamente 600.000 euros que recibe la Autoridad Portuaria en concepto de tasas por su presencia en los muelles. 

Acuerdo de pesca

La estrategia del régimen de Vladímir Putin con Marruecos en el sector pesquero –es su principal socio en el ámbito africano– va más allá de las reparaciones navales. Ambos países firmaron en el otoño de 2020 un acuerdo de cooperación que permiten a Rusia descargar 140.000 toneladas de determinadas especies pelágicas como la sardina, la sardinilla o la caballa a cambio de fuertes compensaciones para el Tesoro marroquí. "En estos momentos, los pesqueros han usado más del 44% de la cuota permitida por las autoridades marroquíes", de acuerdo con Tarasov.

El acuerdo, que se extiende durante un periodo de cuatro años, incluye otros beneficios para Marruecos. A cambio de mayores facilidades para su flota, Rusia ha puesto en marcha planes de ayuda en educación que supondrán becas para que medio centenar de estudiantes marroquíes puedan formarse en sus instituciones pesqueras mientras se planea la apertura de centros de enseñanza del idioma ruso en Rabat, Casablanca y Agadir. 

Una 'joint venture' hispano soviética

La presencia rusa en Canarias comenzó en tiempos de la URSS. A mediados de la década de 1960, con el perfeccionamiento de las construcciones navales y el desarrollo de los caladeros africanos, el Puerto de Las Palmas pasó a ser su base de operaciones. La presencia de marineros soviéticos y los establecimientos orientados a esta clientela eran habituales en los populosos barrios cercanos a los muelles de La Luz y la intensidad de las relaciones llevó a la creación de la empresa hispano-soviética Sovhispan en 1971. Aunque en principio actuaba como consignataria –gestionaba la representación de los armadores ante las autoridades españolas– acabó por ofrecer todo tipo de servicios a la flota, desde los propios suministros y reparaciones hasta operaciones de importación y exportación de mercancías. La desaparición del estado y las transformaciones en los caladeros menguaron su presencia, aunque continúan siendo habituales por decenas. De acuerdo con los datos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, en 2021 y 2020 entraron en la Isla 44 barcos y en 2019, 41.


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