La Seguridad Social registró un déficit de 287 millones de euros en los ocho primeros meses del año, el equivalente al 0,02% del PIB, tras ingresar en este periodo 121.395 millones de euros, un 8,1% más, frente a unos gastos por valor de 121.682 millones (+4,2% interanual), según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El Departamento que dirige José Luis Escrivá ha destacado que el déficit del sistema se está reduciendo por el buen comportamiento de los ingresos por cotizaciones sociales, cuyo aumento interanual supera en 2,5 puntos el del gasto en pensiones.

En concreto, los ingresos por cotizaciones avanzaron un 9% interanual en los ocho primeros meses, hasta los 92.655 millones de euros, nuevo máximo histórico para este periodo dentro de los últimos 15 años.

Si se comparan los ingresos por cotizaciones de este año con los de 2019, último ejercicio no afectado por la pandemia, el aumento alcanza el 12,7%, con 10.428 millones de euros más de recaudación.

La subida de los ingresos por cuotas se vio impulsada por las cotizaciones de los ocupados, que se incrementaron hasta agosto un 10,2%, hasta los 87.146 millones de euros, mientras que las efectuadas por los desempleados disminuyeron un 7,9%, hasta los 5.519 millones, por el menor número de parados.