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Industria

Los parabrisas de los nuevos modelos de Tesla se fabricarán en Asturias

Saint-Gobain estima que su planta de Avilés producirá el próximo año 50.000 unidades para el modelo 3 de la marca de vehículos eléctricos

Instalaciones de Saint-Gobain en Avilés. María Fuentes

La planta de Saint-Gobain de Avilés fabricará, dentro de sus planes para 2023, parabrisas para el modelo Tesla 3. Serán 50.000 unidades, dando así por cumplido el objetivo de la empresas de captar "modelos de alto valor añadido". Será, no obstante, un ejercicio en el que la producción en la fábrica bajará –como se anunció ya para 2022– por debajo del millón de parabrisas, concretamente se prevén 936.000.

El inicio de la fabricación del Modelo 3 en China fue un paso de gran importancia para Tesla, pues gracias a este movimiento pudo esquivar los elevados aranceles impuestos a los vehículos producidos en suelo estadounidense. Así, el vehículo, con lunas de Saint-Gobain, se ofrece a un precio más competitivo, algo realmente importante habida cuenta de que China es el mayor mercado de coches eléctricos del mundo. Saint-Gobain ofrece una gama de productos de alto rendimiento al mercado de la automoción y transporte marítimo.

El grupo entrega parabrisas, ventanas laterales, ventanas traseras, techos de vidrio y módulos premontados a los principales fabricantes de automóviles del mundo. Templado, laminado, teñido o revestido con capas con propiedades específicas, el acristalamiento Saint-Gobain Sekurit contribuye a reducir el consumo energético de los vehículos y satisface las necesidades de seguridad y confort del usuario.

El asunto sobre el que no han decidido aún en Saint-Gobain es sobre la construcción del horno para productos de alto valor añadido de la planta. Según trasladó la dirección a una representación de los trabajadores de los sindicatos CCOO y SOMA-FITAG-UGT ese proyecto aumentaría la eficiencia del departamento de parabrisas pero, advirtieron, no depende de los responsables de la fábrica de Avilés.

En cuanto a la producción, a finales del año pasado ya se había advertido desde dirección de la multinacional francesa el panorama poco optimista para su departamento de Sekurit, el encargado de fabricar parabrisas. Por primera vez –a expensas aún del cierre del ejercicio vigente– la producción bajaría de 1.050.000 parabrisas, que era la cifra de referencia de 2021.

Inseguridad el mercado

Esa bajada de las cifras de vidrio para la industria del automóvil se sustentarían en la inseguridad sobre los nuevos modelos, que lleva al público a retrasar la compra de vehículos y la crisis mundial de los superconductores (no hay suministro adecuado de chips, elementos obligatorios para la fabricación de coches).

Asimismo, Saint-Gobain ha incluido la planta de Avilés en su plan para fabricar vidrios con baja huella de carbono. La compañía, como publicó este diario, ya ha realizado ensayos exitosos en la fábrica francesa de Arniche y asegura estar trabajando para extender la tecnología a España. El proyecto maximiza la circularidad del vidrio al haberse usado en el proceso productivo una mayor cantidad de vidrio reciclado y triturado (calcín) que la habitual. Esto tiene dos ventajas desde el punto de vista ambiental: favorece la reutilización del vidrio (un material reciclable por excelencia) –o visto de otra manera, reduce el consumo de materia prima virgen (arena de sílice)– y ahorra energía, pues la exigencia calórica del horno es menor cuanto más aumenta la cantidad de calcín.

Desconfianza en la plantilla ante la idea de negociar salidas voluntarias

Los representantes de los trabajadores en la fábrica, tras el "reciente conflicto" laboral y "el batacazo" sufrido por la empresa que la obligó a retirar los despidos presentados, aplaudieron el resultado de "la presión" y "unidad" ejercida por el conjunto de la plantilla. En un comunicado público de CSI, se detalla que la empresa "parece que ahora está pretendiendo llevar a cabo su plan B en Sekurit, negociando individualmente con todo tipo de trabajadores, con la intención de reducir la plantilla por diferentes vías".

Ese proceder, continúan, "está generando inquietud entre la plantilla y propiciando un clima laboral adverso". Así, denuncian que "ante la falta de información absoluta de estos movimientos que está realizando la empresa", están valorando emprender algún tipo de acción. "Nuestro futuro sigue estando en el alero y no deberíamos dejarnos engañar a estas alturas", subrayan.

El 9 de julio la plantilla de Saint-Gobain acudía a trabajar después de veinte días de huelga con una idea clara: el motivo del conflicto –la mala situación en que se encuentra el mercado del automóvil– no se había solucionado (la empresa asegura que entre 2018 y el pasado 2021 el volumen de producción total de las plantas de Avilés y Arbós, en la provincia de Tarragona, se redujo en casi un tercio, es decir, que se dejaron de sacar más de cinco millones de piezas de vidrio para automoción) y que, en consecuencia, hay que empezar a negociar juntos sobre la manera de enfrentar la crisis. Esos parecen ser los "próximos movimientos", sospechan.

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