El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha publicado este lunes una consulta sobra la orden de bases de la licitación de frecuencias en la banda de 26 GHZ, la última banda del 5G que queda por subastar, con un precio de salida de casi 105 millones de euros.

A diferencia de las licitaciones anteriores, en esta ocasión el espectro contará con un tramo nacional, con 12 concesiones con un precio de salida de 7,5 millones de euros cada una, y un tramo autonómico de 38 concesiones, dos por Comunidad y Ciudad Autónoma, según el borrador de la orden.

En el caso de las concesiones autonómicas, el precio oscilará desde los 1,2 millones de euros de cada uno de los lotes de Cataluña a los algo más de 13.000 euros en los que se valoran cada uno de los lotes de Ceuta y Melilla.

Las concesiones tendrán una duración de 20 años prorrogables por otros 20 años, en línea con las obtenidas en la última subasta, la de la banda de 700 MHz.

Se espera que la subasta se produzca antes de que termine el año para cumplir con el calendario del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya que es una de las reformas pactadas por Bruselas.

La consulta permanecerá abierta hasta el 27 de octubre y continúa así con el proceso de consulta del Gobierno respecto a esta última licitación del 5G, que ya comenzó a comienzos del año.

El Ejecutivo propone que las bandas nacionales ocupen 2.400 MHz y las autonómicas 400 MHz, repartidas todas en bandas de 200 MHz, con un límite por adjudicatario de un 1 GHz por operador en cualquiera de los ámbitos.

Las empresas interesadas deberán acreditar su solvencia económica presentando unas cuentas que justifiquen determinado volumen de negocio en los últimos tres años en función de las concesiones a las que opten. Así, el umbral más alto son los hasta 9,3 millones de euros de aquellas firmas que opten a adjudicarse cinco concesiones en el ámbito nacional. También se deberá acreditar experiencia en la instalación de redes.

Usos de la bandas

En estas consultas, se ha evidenciado la diferencia de pareceres entre operadores y otros actores, puesto que en esta banda se destinará el rango de frecuencias de entre 24,25-24,70 GHz de forma no exclusiva a usos locales en régimen de autoprestación, lo que hace que otras empresas además de las 'telecos' puedan contar con espectro.

Precisamente, la industria es uno de los sectores que más se beneficiará de la puesta a disposición de esta banda, ya que se espera que sea la que permita poner en marcha fábricas conectadas con redes privadas propias (con su propia banda de ancha separada del uso general).

Este régimen, del que Estados Unidos y Alemania son exponentes, da mayores garantías de ciberseguridad y de disponibilidad de la red a las empresas.

Al estar muy alta, la banda de 26 GHz puede contener mucha información, pero la envía a una distancia limitada, por lo que es adecuada para despliegues en zonas donde se acumulan muchos dispositivos o personas, como la mencionada fábrica, o aeropuertos y estadios, por ejemplo.

Una de las críticas de los operadores es que la tecnología para aprovecharla aún no está madura, si bien el Ejecutivo entiende que la licitación de la banda acelerará este proceso y permitirá realizar más pruebas, para las que también cuenta con un nuevo programa de ayudas para 5G empresarial con 90 millones de euros de presupuesto para dos años.