El sector del gas llevan reclamando durante el último año rebajas de los impuestos que se incluyen en la factura de gas para paliar el golpe de la escalada de precios en los mercados internacionales, que han marcado máximos durante la crisis energética. Las empresas de la industria gasista celebran el anuncio del presidente Pedro Sánchez de que a partir de octubre se rebajará el IVA del recibo del gas del 21 al 5% al menos hasta fin de año, pero lo ven sólo como un primer paso y piden recortar otros impuestos de su factura.

Las asociaciones empresariales que agrupan a todo el sector del gas (los grupos de redes de transporte y de distribución y también las comercializadoras) y a los grandes consumidores industriales han venido denunciando la discriminación sufrida por los clientes de gas en relación a los consumidores de electricidad, que llevan más de un año beneficiándose de recortes en varios de los impuestos incluidos en el recibo de luz (el IVA, el impuesto a la producción y en el impuesto especial de la energía=

“El sector está satisfecho de que por fin el Gobierno haya tomado en consideración nuestra reclamación de bajar el IVA. No tenía ningún sentido que no se diera un tratamiento simétrico y equitativo respecto de otros consumos energéticos. Ahora el Gobierno debería dar un paso más y rebajar el Impuesto Especial de Hidrocarburos” de la factura del gas, reclaman desde la patronal Sedigás, que agrupa a las grandes compañías de toda la cadena de valor del sector del gas (transporte, distribución, comercialización y proveedores especializados de productos y servicios al sector).

Impuesto de Hidrocarburos

Las empresas gasistas reclaman una reducción del gravamen del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) hasta el mínimo que permite la Unión Europea. Actualmente en el Impuesto de Hidrocarburos se aplica un tipo al cliente doméstico y a la mayoría de los industriales de 0,65 euros por cada gigajulio (equivalente a 2,34 euros por cada megavatio hora equivalente). La normativa europea establece un mínimo para todos los estados miembros de 0,30 euros por gigajulio (1,08 euros por megavatio hora).

El Gobierno tiene potestad de reducir el tipo del impuesto sin pedir permiso a Bruselas hasta el mínimo previsto, sólo haría falta un visto bueno especial si España tratara de rebajar el gravamen por debajo de este tope. Según subraya Sedigás, la propia la Comisión Europea lleva meses animando a los estados miembro a tomar medidas de tipo fiscal para paliar los efectos de esta coyuntura sobre los consumidores más vulnerables.

El sector del gas ve injusto y discriminatorio que el Gobierno lleve más de un año adoptando medidas directas por la vía de los impuestos para amortiguar el impacto en el recibo de todos los clientes de luz del encarecimiento de la electricidad, consecuencia del alza de precios precisamente del gas natural. El Ejecutivo ya aplicó en junio del año pasado una rebaja del IVA de la factura eléctrica del 21% al 10%, para luego recortarlo aún más, hasta el 5%; también ha suspendido el impuesto del 7% sobre la generación eléctrica; y ha reducido al mínimo permitido por Bruselas el impuesto especial sobre la electricidad, del 5,1% al 0,5%.

Tope a las subidas

Lo que sí ha hecho el Gobierno ha sido poner topes a las subidas que se pueden aplicar a las tarifas del gas reguladas (conocida como tarifa de último recurso, TUR). Una medida sólo para los clientes de la tarifa regulada, no para los del mercado libre. El precio de la tarifa, que se revisa cada trimestre, no podrá superior al 5%, a pesar de que el fortísimo encarecimiento del gas en los mercados mayoristas implicarían alzas muy superiores.

Se trata de una medida temporal y además que no evita las subidas de la tarifa, sólo las posterga. Y es que en los dos últimos trimestres, el Gobierno ha empezado a repercutir de manera diferida las subidas no aplicadas previamente. Una subida con retraso, en diferido, para pagar la deuda de más de 200 millones de euros acumulada con las grandes energéticas por las subidas que no se aplicaron en trimestres previos.