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Mercado laboral

¿Por qué ha subido tanto el paro a pesar del turismo? Las razones de la montaña rusa del desempleo

El adelanto de las contrataciones, el miedo al otoño y a la inflación, y los despidos de temporales explican los últimos e inusuales malos datos del paro

¿Por qué ha subido tanto el paro a pesar del turismo? Las razones de la montaña rusa del desempleo.

Llegaba julio y bares, hoteles, restaurantes y empresas de aventura se lanzaban a la caza del empleado estival. Los titulares de los medios daban buenas noticias con la creación de empleo y las previsiones económicas eran del dinamismo que da el salto del dinero entre el bolsillo y la caja. Ya no parece que sea así. Los datos del paro del último mes han hecho pasar de la euforia al miedo a la recesión. El último mes, en el que el mercado laboral asturiano ha resistido, pero empeorado en términos interanuales, ha sido de malas noticias para el empleo. Por primera vez en toda la serie histórica –que comienza en 2001– se ha destruido empleo cuando en España comienza la temporada de sol y playa. Eso, que parece una anomalía, tiene una explicación en estas circunstancias: las contrataciones se han adelantado, se han conjurado los despidos de los trabajadores temporales de la educación y, sobre el tejido económico, sobrevuelan el miedo a los datos siempre al alza del IPC y a un otoño que, para muchos, huele a recesión.

Del mejor dato de las estadísticas de junio –fuertemente celebradas por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social–, España ha pasado a registrar el peor dato de julio. En las últimas semanas, el enfriamiento del mercado laboral se ha acelerado y la hasta ahora fortaleza contra la inflación ha sufrido los primeros impactos. España ha perdido 7.365 afiliados a la Seguridad Social, un retroceso modesto si no fuera porque nunca antes en julio había bajado la cifra de ocupados. Esta se mantiene sobre un total de 20,3 millones de trabajadores en activo, muy cerca del máximo histórico recientemente alcanzado, pero dejando la primera señal de un cambio de ciclo y con un otoño de destrucción de empleo.

Un total de 115.528 maestros, vigilantes de comedor, monitores y demás han puesto en la calle los centros educativos este julio, concentrándose ahí el grueso de la destrucción de empleo. En agricultura y construcción también se ha perdido empleo, aunque sustancialmente menos, y el Gobierno lo atribuye a las altas temperaturas de las últimas semanas.

Si el empleo suele subir en julio, el paro suele bajar, y este mes ni lo uno, ni lo otro. El desempleo subió poco, en 3.230 personas, pero subió, por primera vez en un julio desde 2008. El alza testimonial permitió al mercado laboral seguir por debajo de los tres millones de desempleados, concretamente cerró el mes en 2,8 millones de personas que buscan pero no encuentran trabajo. La tasa más alta de toda la Unión Europea, pese a haberse reducido en los dos últimos años en casi un millón de personas. El alza del desempleo no quedó repartida de igual forma entre hombres que entre mujeres, bajando testimonialmente el 0,1% entre los primeros y subiendo el 0,3% entre las segundas.

Más paro entre los asalariados y menos autónomos en activo. La Seguridad Social perdió 10.422 trabajadores por cuenta propia, el mayor descenso desde 2009, y el primer retroceso en cinco meses. Los afiliados al RETA habían mostrado desde el inicio del covid una gran resiliencia, reforzada esta por las ayudas públicas habilitadas por el Gobierno y que por primera vez llegaron de manera generalizada entre el colectivo. El mes cerró con un total de 3,3 millones de autoempleados, a expensas de cómo evolucione durante los próximos meses y cómo reciba el nuevo sistema de cotizaciones, que entrará en vigor a partir del 2023.

Pese a que la crisis del IPC se hizo notar en los datos de este julio, esta no se tradujo en un aumento de los trabajadores afectados por ERTE. Un colectivo que ya desde hace meses representa a un porcentaje residual dentro del mercado laboral. En julio, estaban en ERTE, parcial o total, 21.135 empleados, unos 500 menos que un mes antes.

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