Se ha acabado la era del dinero al 0% y de la forma más dura posible. La persistencia de la inflación, desbocada hasta el 8,6% en la eurozona y en el 10,2% en España en junio, ha empujado al Banco Central Europeo (BCE) a acometer la primera subida del precio del dinero en 11 años. La entidad presidida por Christine Lagarde ha optado por subir 0,50 puntos los tipos de interés, el doble de lo que había previsto y anunciado el mes pasado y el mayor aumento de una vez en más de dos décadas.

El hecho de que la decisión se haya dado a conocer más tarde lo habitual revela que en el seno del consejo de gobierno del organismo que rige la política monetaria en la zona del euro se ha producido un intenso debate sobre la medicina a aplicar y el alcance del alza de los tipos de interés. Lagarde, que ha descartado basándose en los datos hasta la actualidad una posible recesión, ha afirmado que tras un debate se ha llegado a la solución consensuada de los 0,50 puntos combinada con el apoyo a la deuda de los países periféricos, si bien el instrumento se puede utilizar para "todos los países miembros de la zona del euro", ha precisado.

A su vez se ha complicado el contexto con la crisis política en Italia con la dimisión del primer ministro. Mario Draghi, lo que ha disparado la prima de riesgo de la deuda del país transalpino. Es por ello que ha aprobado, a su vez, "por unanimidad" un Instrumento para la Protección de la Transmisión ('Transmission Protection Instrument', TPI), con el objetivo de evitar escaladas de la deuda de países como Italia o España, ha explicado Lagarde.

La presidenta del BCE ha tachado tanto la subida de tipos como el instrumento de protección como "pasos clave" para combatir la inflación, que seguirá por un tiempo "por encima de lo deseable", y encarrilarla hacia el objetivo a medio plazo del 2%. Y ha asegurado que la guerra en Ucrania sigue suponiendo un riesgo para el crecimiento y las el nivel general de precios.

La idea inicial era un incremento de 0,25 puntos, pero los elevados niveles del índice de precios de consumo (IPC) han hecho que hubiera miembros del consejo de gobierno, esencialmente representantes de los países del norte y centro de Europa, los denominados 'halcones', que han defendido un alza de 0,50 puntos.

En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 0,50 %, 0,75 % y 0,00%, respectivamente, con efectos a partir del 27 de julio de 2022.

Esta decisión se basa en la valoración actualizada del consejo de gobierno "de los riesgos para la inflación y tiene en cuenta el apoyo reforzado que proporciona el TPI para la transmisión efectiva de la política monetaria. La decisión contribuirá al retorno de la inflación al objetivo a medio plazo del consejo gobierno fortaleciendo el anclaje de las expectativas de inflación y asegurando el ajuste de las condiciones de demanda para la consecución de su objetivo de inflación a medio plazo", según el comunicado oficial.

En todo caso, también está prevista una nueva subida en septiembre. "El paso adelantado para salir de los tipos de interés negativos acordado hoy permite al consejo de gobierno una transición a un enfoque en el que las decisiones sobre los tipos de interés se adoptarán en cada reunión. La senda futura de los tipos de interés oficiales que acuerde el consejo de gobierno continuará dependiendo de los datos y le ayudará a cumplir su objetivo de inflación del 2% a medio plazo. En el contexto de normalización de su política, el consejo de gobierno evaluará las opciones de remuneración del exceso de liquidez", explica la entidad.

En EEUU ya ha habido tres alzas por parte de la Reserva Federal, pero la diferencia es que allí la escalada del nivel general de precios es por un empuje de la demanda. El problema es que en Europa se debe a la oferta y está por ver que el aumento del precio del dinero sea la herramienta adecuada y, en cualquier caso, el BCE que preside Christine Lagarde, debe afinar mucho para evitar frenar la demanda popr el encarecimiento de la financiación y provocar una recesión.

La mayor rentabilidad en EEUU ha reforzado el dólar y lo ha llevado hasta la paridad con el euro por primera vez en 20 años. En todo caso, en los últimos días, la divisa común ha recuperado valor. La evolución dependerá de la política que lleve a cabo el BCE.

Por lo pronto, se produjo una escalada de los rendimientos de la deuda de los países periféricos, entre ellos España, que llevó al banco central a reunirse de urgencia y anunciar medidas para frenar esa evolución. El problema agravado ahora es la inestabilidad política en Italia, la tercera economía de la zona euro, que ha disparado de nuevo la prima de riesgo de la deuda del país transalpino.

El BCE afirma que el instrumento para paliar las escaladas de la deuda de países como Italia o España "asegurará la transmisión fluida de la orientación de dicha política a todos los países de la zona del euro. La unicidad de la política monetaria del consejo de gobierno es condición indispensable para que el BCE pueda cumplir su mandato de mantener la estabilidad de precios".

A su vez explica que el volumen de las compras en el marco del TPI "dependerá de la gravedad de los riesgos para la transmisión de la política. No se han establecido restricciones ex ante para las compras. Al salvaguardar el mecanismo de transmisión, el TPI permitirá al consejo de gobierno cumplir con mayor efectividad su mandato de mantener la estabilidad de precios".

La presión de la inflación y las expectativas de subida del precio del dinero han llevado al euríbor a 12 meses, la principal referencia para las hipotecas en España a situarse por encima del 1%. En abril dejó el terreno negativo en el que se había situado seis años antes.