Nueva jornada negra en las bolsas mundiales, atenazadas por el temor a la recesión en pleno endurecimiento de las políticas monetarias para combatir la brutal espiral inflacionista. El Ibex 35 ha cerrado este lunes con una caída del 2,47%, hasta los 8.183,3 puntos. Desde que el Banco Central Europeo (BCE) dio fin el jueves a las compras de deuda y anunció varias subidas de tipos en los próximos meses, el selectivo de la bolsa española acumula un fuerte retroceso del 7,4%, en línea con los otros grandes índices de las bolsas occidentales.

Las principales bolsas europeas, así, han bajado solo algo más, como la italiana (2,79%) y la francesa (2,67%), o ligeramente menos, como la alemana (2,43%). Solo la británica ha tenido un comportamiento relativamente mejor, aunque también muy negativo (1,53%). Sus retrocesos se han visto agravados por la mala apertura de Wall Street, donde los principales índices acumulan retrocesos de entre el 2% y el 3,7%.  

La persistencia de la inflación está obligando a los bancos centrales a actuar con más contundencia de lo previsto y ello está encareciendo velozmente la financiación de la deuda, avivando el miedo a un frenazo económico. El interés del bono español a 10 años en el mercado secundario (compraventas entre inversores privados) roza ya el 3%, frente al 0,5% que rondaba a principios de año. En el mismo plazo, la prima de riesgo (diferencial de dicho interés con el del bono alemán, indicador del riesgo de impago a ojos del mercado) se ha elevado con fuerza desde los 75 a los 134 puntos básicos. 

Los inversores están pendientes esta semana de la reunión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos. Su presidente, Jerome Powell, adelantó en su último encuentro que volvería a subir los tipos en el país en otros 50 puntos básicos en el próximo consejo. Es improbable que vaya más lejos, pese a que la presión para un endurecimiento más acelerado de la política monetaria del dólar va en aumento después de que el viernes se conociera que la inflación de mayo del país se fue al 8,6% en mayo, su nivel más alto desde 1981. 

También se reúne esta semana el Banco de Inglaterra, que podría anunciar nuevos incrementos de tipos pese a que este lunes se ha conocido que el PIB del país cayó un 0,3% en abril respecto al mes anterior, cuando en marzo ya bajó un 0,1%.