El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su intervención en el salón de plenos del Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés) para presentar la fortaleza de la economía española pese al actual contexto de incertidumbre agravado por la guerra en Ucrania. España "está conteniendo mucho mejor el daño que otros países", aseguró ante un auditorio en el que, entre los empresarios españoles presentes, estaban los presidentes o primeros ejecutivos de Repsol, Naturgy, Iberdrola, BBVA y Telefónica

El presidente aprovechó su intervención en el plenario para adelantar la decisión del Gobierno de elevar por encima de los 12.000 millones de euros el montante de ayudas públicas que España pondrá a disposición de las grandes tecnológicas para promover el diseño y la fabricación de microchips en el país, unas horas antes de que el Consejo de Ministros procediera a la aprobación del Proyecto Estratégico (PERTE) de microelectrónica y semiconductores. “España no perderá la carrera por las tecnologías más avanzadas. Por el contrario, queremos ponernos a la vanguardia del progreso industrial y tecnológico, y el Proyecto Estratégico sobre semiconductores así lo demuestra”, dijo.

Este es uno de los principales objetivos económicos con el que presidente ha viajado a Davos y que le ha llevado a reunirse con presidentes o consejeros delegados de las tecnológicas Intel, Qualcomm, Cisco y Micron en busca de inversiones para España. "Ha ido muy bien", afirmaron fuentes de la delegación al final del día. El presidente no volverá a España con compromisos concretos de inversión, pero sí con planes para empezar a colaborar, según estas mismas fuentes. La delegación española asume que el país no llega en primera línea a la carrera por los microchips, pero es consciente de que el mercado es muy amplio y ahí quiere hacer valer fortalezas tales como la potencia de los fondos europeos o el carácter puntero en tecnología de instalaciones como el Centro de Supercomputación de Barcelona.

Durante su estancia en Davos, Sánchez también ha aprovechado para establecer lazos con el fondo soberano de inversiones de Singapur, Temasek, así como con los primeros ejecutivos de la siderúrgica Acelor, con quienes el Gobierno debe ultimar los planes para la total descarbonización de sus factorías.