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Descarbonización

Los vuelos entre las islas de Canarias se encarecerán hasta un 50% si Bruselas impone la 'tasa verde'

Binter confía en que Bruselas exceptúe del impuesto al queroseno al transporte interinsular | Los precios en rutas internacionales podrían duplicarse a partir de 2024

Los vuelos entre islas se encarecerán hasta un 50% si Bruselas impone la ‘tasa verde’. / MOISÉS ÁLVAREZ MONTERO

Los billetes de avión para las rutas entre islas se encarecerán de forma notable a partir de 2024 si Bruselas no exceptúa al transporte aéreo interinsular del impuesto al queroseno. La subida sería "importante", explica Juan Ramsden, coordinador general de Binter Canarias, la compañía de referencia en el sector de la aviación comercial dentro del Archipiélago. Es difícil cuantificar hasta dónde llegaría el incremento de los precios en estos momentos, cuando la estrategia europea para la descarbonización aún está discutiéndose, pero en el sector se da por descontada una subida de alrededor del 50%. De modo que, a grandes rasgos, el billete que hoy cuesta 40 euros costaría 60, el que vale 60 valdría 90 y por el que se pagan cien euros se pagarían 150.

La idea de las autoridades comunitarias es reducir de manera significativa las emisiones contaminantes de aquí a 2030, en especial en los ámbitos de los transportes aéreo y marítimo. Uno de los pilares de la estrategia europea es el impuesto o tasa al queroseno, el también llamado impuesto verde. El queroseno es el combustible de los aviones, un producto de origen fósil que Bruselas quiere ir sustituyendo de forma progresiva por ecocombustibles. Así que la Comisión Europea (CE) usa este impuesto con fines punitivos: dispara la carga fiscal de las aerolíneas y las fuerza así a acelerar hacia la transición energética. Canarias, por su condición de Región Ultraperiférica (RUP) y lo que esto implica –lejanía, fragmentación territorial…–, está libre del impuesto al queroseno hasta el 31 de diciembre de 2023. Un plazo que el Gobierno regional pretende prolongar todo lo que sea posible; no en vano están en juego la movilidad de los isleños y la economía misma de la Comunidad Autónoma, que depende de un turismo al que el encarecimiento de los billetes de avión daría la puntilla. O casi. El problema es que, de momento, Canarias solo ha conseguido el compromiso de Bruselas –pendiente de ponerse por escrito– para librar del impuesto verde a los vuelos con origen y/o destino en el "territorio continental" del Estado, esto es, en la España peninsular, hasta el 31 de diciembre de 2030. En otras palabras: los trayectos internacionales e interinsulares sí estarían gravados, o más bien sobregravados, con la tasa al queroseno desde 2024. Todo un misil contra la cohesión territorial de la región, por cuanto encarecería la movilidad dentro del Archipiélago, y contra el sostén de su economía, ya que muchos alemanes, franceses o neerlandeses no podrían hacer frente a la extraordinaria subida de los billetes.

La Asociación de Líneas Aéreas teme que el turismo se convierta en un lujo solo al alcance de unos pocos

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Por eso el presidente del Ejecutivo autonómico, Ángel Víctor Torres, calificó este martes de "insuficiente" la exención en el impuesto verde solo en las conexiones aéreas Canarias-Península. En el caso de los vuelos internacionales, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ya ha avisado que si el plan comunitario se aplica en sus actuales términos, el turismo acabará por convertirse en un lujo al alcance de una minoría. De hecho, si el encarecimiento de los billetes para volar entre islas sería "importante", la subida en las rutas internacionales resultaría "catastrófica". El aumento estaría entre el 50 y el 100%, con lo que el precio podría duplicarse.

En cuanto a los vuelos interinsulares, la subida de los billetes rondaría el 50%, inferior a la de las rutas internacionales porque las distancias a cubrir son menores, con lo que el consumo de queroseno es también menor, pero igualmente inasumible para muchos isleños. Este porcentaje es un cálculo preliminar que sería mayor o menor en función del trayecto, pero el incremento de los precios sería en todo caso "importante", insiste el representante de Binter. A las aerolíneas no les quedaría más remedio que trasladar a los billetes la extraordinaria subida de costes que les causaría el impuesto verde. No tendrían alternativa, al menos a corto e incluso medio plazo. En esta línea, la ALA ha advertido que la producción de ecocombustibles no da para cubrir las exigencias de Bruselasno hay suficiente combustible ecológico para tanto avión. Y su precio, claro, es altísimo.

La comisaria Elisa Ferreira peleará por que las rutas intraislas sean excluidas del nuevo gravamen

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En cualquier caso, en Binter confían en que Canarias quede finalmente liberada del impuesto al queroseno también en los vuelos interinsulares. Las opiniones de expertos que maneja la aerolínea coinciden en la solidez de los argumentos en favor de unas Islas que son RUP y donde son necesarias las Obligaciones de Servicio Público (OSP) para garantizar el mantenimiento de muchas rutas y la movilidad de sus residentes. En este sentido, Torres dio este miércoles un paso importante en Martinica, donde estos días se celebra la Conferencia de las RUP. El jefe del Ejecutivo regional le arrancó a la comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira, el compromiso de pelear en Bruselas por que los vuelos interinsulares queden exentos del impuesto verde. La comprensión de Ferreira será clave para hacer entender a las autoridades comunitarias que Canarias se juega su futuro en ello.

Los planes de la Comisión Europea

¿Qué es el impuesto verde?


  • El impuesto verde o impuesto al queroseno es un tributo con el que Bruselas penaliza el uso de este combustible fósil. Es un impuesto punitivo para forzar a las aerolíneas a pisar el acelerador hacia la transición ecológica. Canarias está exenta de este tributo hasta el fin de 2023.


¿Qué es el ‘plan verde’ europeo?


  • El ‘plan verde’, en realidad el plan contra el cambio climático y por la descarbonización, es la ambiciosa estrategia de la Comisión Europea para lograr que las emisiones de dióxido de carbono estén en 2030 un 55% por debajo de las registradas en 1990. Ese 55% es el que da nombre al Objetivo 55 de la estrategia, que es el epígrafe que incluye las medidas para la progresiva descarbonización de los transportes. A su vez, entre esas medidas figura el impuesto al queroseno, que es parte del plan y del Objetivo 55 pero que no es, ni mucho menos, la única disposición para los transportes. Ahí están también la obligación de emplear un porcentaje mínimo -y creciente- de ecocombustibles y la inclusión del transporte marítimo, es decir, de las navieras, en el mercado de derechos de emisión, donde se compran y se venden los derechos a emitir más o menos gases contaminantes. De hecho, los buques mercantes se verían igualmente castigados por las medidas de Bruselas en pos de la sostenibilidad, y por ende también las Islas, donde la mayoría de productos y mercancías que se consumen entra por los puertos.


¿Qué quiere Canarias?


  • De entrada, Canarias y las RUP quieren que también los vuelos interinsulares e internacionales queden excluidos del impuesto al queroseno. De lo contrario, el golpe al turismo, por el encarecimiento de los vuelos internacionales, y a la movilidad de los canarios, por el mayor precio de los trayectos interinsulares, sería inasumible. Pero, además, y al margen del impuesto verde, las RUP hicieron ayer piña en Martinica para hacer entender a Bruselas que sus pequeñas economías y sus ciudadanos no están en condiciones de asumir recargos, tasas o tributos que castiguen el sector de los transportes. En definitiva, la petición unánime de las nueve RUP es que deben quedar al margen del impuesto al queroseno, en particular, y del Objetivo 55, en general.



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