La enorme incertidumbre generada por la invasión militar de Rusia sobre Ucrania ha diluido la confianza en que la normalización y el fin de las restricciones contra la pandemia iba a traer una recuperación económica fuerte y rápida. El antes y el después del inicio de la guerra lanzada por Vladimir Putin ha provocado un vuelco en las perspectivas de las empresas españolas sobre la evolución de la economía este año, tal y como recoge El Periódico de España.

El porcentaje de altos directivos de compañías españolas que augura que la economía española irá mejor o mucho mejor este año se ha hundido del 43% al 21% desde que estalló la guerra en Ucrania. Y los ejecutivos que anticipan que la economía evolucionará peor o mucho peor se ha disparado desde el 19% al 45%, según se recoge en el estudio 'Perspectivas España 2022' elaborado por KPMG y la patronal CEOE con dos encuestas realizadas antes y después del inicio de la invasión entre un millar de directivos.

Casi ocho de cada diez directivos (el 77%) identifican la escalada de la inflación como una de las principales amenazas para la economía española de cara al conjunto de 2022, mientras que un 37% señala como gran riesgo el debilitamiento de la economía global, un 36% apunta una posible subida de los impuestos y un 30% de los encuestados alertan de un aumento de las tensiones geopolíticas.

Algo más de un tercio de los directivos encuestados (el 37%) admite que ha revisado o está revisando la estrategia de su compañía de cara a 2022 por el impacto de la guerra en Ucrania, pero son más (un 41%) los que no lo han hecho aún esperando a ajustar su reacción a cómo evolucione el conflicto.

Mantener en plan

“Los directivos mantienen su visión estratégica y sus perspectivas de inversión, crecimiento y contratación a pesar de haberse tornado más pesimistas ante la evolución de la economía y el empeoramiento de factores como la inflación”, explica Juanjo Cano, presidente de KPMG en España. “Más allá de cualquier adversidad, la empresa española vuelve a hacer suya la máxima de que la adaptación es la clave de la supervivencia”.

Y es que según el estudio de KPMG y CEOE, el 77% de los directivos encuestados prevé que la facturación de su compañía mejorará en el conjunto de 2022, a pesar de la incertidumbre provocada por la guerra y por otros factores como la crisis energética. Y casi la mitad de los ejecutivos (un 48%) espera que el aumento de los ingresos esté por encima del 5%. En la encuesta realizada antes del inicio de la guerra, los porcentajes eran similares, con un 80% y un 47%, respectivamente. En el mismo sentido, seis de cada diez compañías planean aumentar su inversión este ejercicio y el objetivo se ha mantenido entre ambos sondeos.

Las previsiones de contratación de los grupos españoles siguen siendo optimistas incluso después de la invasión de Putin, aunque se han moderado entre la primera encuesta (realizada entre diciembre y febrero) y el segundo sondeo (en abril y mayo). Casi la mitad de las compañías, el 46%, pretende aumentar sus plantillas. Mientras que el porcentaje de los ejecutivos que anticipan que recortarán plantilla no experimenta prácticamente cambios entre ambos sondeos, situándose en el 11%.

“Los empresarios españoles son muy conscientes de que estamos en un momento complicado, en el que se necesitan medidas adicionales para consolidar la recuperación que se había iniciado y hacer frente a la amenaza que supone una inflación descontrolada”, indica Antonio Garamendi, presidente de CEOE. “Hay que seguir dando pasos para transformar nuestra economía y hacerla más eficiente y productiva, digital y sostenible. Esto exige un marco para el desarrollo de la actividad empresarial que ofrezca certidumbre y un entorno regulatorio estable, reformas para corregir debilidades estructurales, así como una rebaja de impuestos e incentivos fiscales”.