Seat consiguió, el primer trimestre del año, sobreponerse al complicado contexto al que se enfrenta la industria automovilística para cerrarlo con un beneficio operativo de cinco millones de euros, lo que supone volver a la senda de las ganancias y mejorar respecto a las pérdidas por valor de 36 millones de euros que registró el mismo período del año pasado.

A esta cifra llega, sin embargo, habiendo vendido menos vehículos, reduciendo las matriculaciones desde las 157.000 unidades del primer trimestre de 2021 hasta las 107.000 unidades de este año. Seat, como el conjunto del Grupo Volkswagen, está apostando por una estrategia basada en el aumento del valor añadido por cada coche, lo que se traduce en un mayor precio y margen operativo. 

Así, pese a vender menos, y cerrar con unos ingresos de 2.404 millones de euros, también menos que entre enero y marzo de 2021, Seat consiguió situar su margen operativo en el 0,2%, mejorando respecto al -1,3% del año pasado. Según el propio Grupo Volkswagen, este incremento en las ganancias de Seat se debe “a la optimización de los ingresos y los costes fijos”.

El grupo dobla sus beneficios

El Grupo Volkswagen en su totalidad cerró el primer trimestre con unas ganancias netas de 6.724 millones, cifra que supone casi duplicar los 3.414 millones que ganó el mismo período del año pasado. El consorcio alemán generó unos ingresos de 62.742 millones de euros, un 0,6% más pese a vender 279.000 coches menos, con un total de 918.000 unidades, y su beneficio operativo se disparó desde los 4.812 millones de euros de 2021 hasta los 8.323 millones de euros.

La división automotriz del grupo generó 51.210 millones de euros, ligeramente menos que en 2021, y ganó 5.550 millones de euros, más del doble que en 2021. Paralelamente, los servicios financieros del consorcio agregaron otros 11.532 millones a la facturación total y 1.174 millones a los beneficios.

Además de Seat, todas las marcas del Grupo Volkswagen ganaron dinero el trimestre pasado. Audi se mantiene como la marca más rentable del grupo con un beneficio operativo de 3.535 millones, lo que supone más que doblar el resultado del año pasado pese a vender 46.000 unidades menos, 244.000 coches en total. Porsche sigue a la firma de los cuatro aros con un beneficio operativo de 1.359 millones de euros, mejorando desde los 1.178 millones de 2021 tras matricular 66.000 vehículos, 5.000 menos.

En cuanto a las marcas generalistas, Volkswagen firmó unos beneficios operativos de 513 millones, 23 más, pese a reducir sus ingresos en casi 3.000 millones de euros hasta los 14.879 millones de euros y caer sus ventas hasta las 537.000 unidades desde las 769.000 del año pasado. Skoda, por su parte, fue la única marca que generó menos ingresos operativos respecto al primer trimestre de 2021, con un total de 337 millones de euros. Paradójicamente, la firma checa fue, junto a Porsche, la única que mejoró su facturación, en este caso hasta los 5.101 millones de euros, aunque vendió 3.000 coches menos con un total de 231.000 unidades.

Expectativas para el conjunto del año

El Grupo Volkswagen confirma que los esfuerzos realizados por su red de producción global han conseguido compensar las disrupciones en la cadena de suministros causadas por la crisis de los semiconductores y la guerra de Ucrania. Según sus previsiones, el consorcio alemán espera mejorar sus datos de ventas entre el 8% y el 13% para la totalidad del año y mantener un margen operativo de entre el 7% y el 8,5% entre todas las marcas.

Desde la compañía esperan que la crisis de abastecimiento de chips mejore progresivamente durante la segunda mitad del año, aunque no prevé que se normalice la situación, como mínimo, hasta 2024.