En los últimos años, el uso de dinero en efectivo prácticamente se ha extinguido. Los pagos con tarjeta se han convertido en la opción preferida de la mayoría de españoles que han ido abandonando sus visitas a los cajeros automáticos.

Por este motivo, cuando sacamos dinero en metálico del banco, es importante llevar un control que llega por parte de Hacienda con el objetivo de combatir el fraude fiscal. Para ello, impone un máximo de dinero que nos permite retirar en un día. Cada entidad bancaria fija un límite de dinero que los clientes pueden retirar por día del cajero automático. La cifra varía dependiendo del banco, pero suele establecerse alrededor de los 600 euros aunque, este límite puede ser modificado por el usuario según sus preferencias, pero siempre dentro de la horquilla que permite la ley.

Actualmente, la Agencia Tributaria, permite una retirada máxima de 3.000 euros del cajero automático. Para poder obtener una cantidad superior, habrá que proporcionar el correspondiente justificante que obtendríamos dentro de la oficina bancaria que automáticamente notificará el movimiento al Banco de España y a la Agencia Tributaria.

A pesar de que este sería el límite máximo impuesto por Hacienda, a partir de cantidades de 1.000 euros o superiores, la entidad bancaria correspondiente podría solicitar justificante de la operación, además de la identificación del usuario.

Estas medidas de seguridad tienen como objetivo perseguir el blanqueo de capitales.