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Entrevista

Luis Planas: "No hay riesgo de desabastecimiento ni en España ni en la Unión Europea"

Luis Planas, ministro de Agricultura.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, entiende que la sociedad esté preocupada ante los desafíos actuales como el desabastecimiento, la guerra en Ucrania o el precio de la energía, pero asegura que "más allá de la preocupación hay esperanza, hay voluntad del Gobierno de España y de la Unión Europea de dar respuesta a estas situaciones". en una entrevista a Diario de Córdoba, despeja algunas de las dudas actuales sobre la economía y cómo afrontar el Ejecutivo central el panorama. "Estábamos saliendo de la pandemia y justo después se inicia la invasión rusa de Ucrania, pero más allá de la preocupación hay esperanza, hay voluntad del Gobierno de España y de la Unión Europea de dar respuesta a estas situaciones. Estamos en un panorama en el que hay unos precios energéticos altos, también precios históricamente altos de cereales, oleaginosas y fertilizantes, y esto ha tenido un efecto sobre el sector primario y agroalimentario. Desde el Gobierno hemos dado tranquilidad, seguridad y perspectiva de futuro"

Incremento de costes, caída de precios de algunas producciones, huelga del transporte, guerra de Ucrania,… Parece que sobre el campo se ha extendido una plaga en los últimos meses. ¿Se encuentra el sector agrario en uno de los momentos de mayor incertidumbre de las últimas décadas?

Desde el año 2020, desde el inicio de la pandemia y posteriormente con la invasión rusa de Ucrania, un hecho tras el otro configuran una situación complicada y difícil en términos económicos y sociales. Comprendo que hay preocupación en la sociedad por esta situación. Desde el Gobierno hemos dado tranquilidad, seguridad y perspectiva de futuro. Lo hicimos durante la pandemia con un triple instrumento: la suma de los créditos y avales del ICO, más los ERTE y las ayudas a los autónomos, que nos ha permitido, como estamos viendo ahora con la hostelería, que haya una recuperación gracias a que conseguimos mantener la vitalidad de la actividad económica.

Frente a una política de recortar como consecuencia de una mala coyuntura, nosotros impulsamos la liquidez y las posibilidades de continuación. En segundo lugar, hemos atravesado una situación en el sector primario, que es preocupante, con la sequía. En las últimas semanas ha llovido, pero el ciclo hidrológico en el Guadalquivir y el Guadiana ha sido notoriamente inferior a los años anteriores. Hemos adoptado medidas en materia de liquidez, también de reducciones fiscales (el 20% de los módulos del IRPF correspondiente al ejercicio) y otro tipo de ayudas como la supresión de los cánones de riego o de dotación de agua y reducción del IBI. También medidas sociales, como la reducción del número de peonadas de 35 a 20. Hemos dado respuestas que se cuantifican en 450 millones de euros. En tercer lugar, hemos tenido el problema de la invasión de Ucrania por Rusia.

¿Cómo han reaccionado a esto?

Hemos trabajado con la UE para diseñar un conjunto de medidas y apoyar a aquellos sectores más vulnerables en relación a incrementos de costes, básicamente en la elaboración de los piensos en alimentación animal y en fertilizantes. Las medidas han sido de dos grupos, como los 169 millones de ayuda al sector lácteo, que pagaremos durante el mes de mayo. Además, esta semana hemos sometido a consulta pública los 193,5 millones para el vacuno, ovino y caprino de carne y para la cunicultura y el sector de cítricos, que atraviesa una problemática particular. Estos son los dos paquetes, junto a un tercero, que es el almacenamiento privado del sector porcino, del cual en estos momentos España va a ser el mayor receptor de fondos por las demandas planteadas por el sector del porcino. Pero, junto a estas medidas, hemos adoptado otras de apoyo a la situación productiva.

Pongo por ejemplo que en España tenemos dos millones de hectáreas, pero únicamente 600.000 hectáreas son de barbecho obligatorio según los reglamentos de la UE. En esta campaña hemos conseguido dejar de lado ese 5% de reserva y calculamos que tendremos unas 600.000 hectáreas en producción de cereales y de girasol. Hemos flexibilizado la importación de determinados productos necesarios para la alimentación animal, por ejemplo, maíz. Estamos comprando maíz de Argentina, de Brasil, de EEUU, de Australia… Está asegurado el suministro para la elaboración de piensos, aunque a un precio superior. Evidentemente, la ampliación de las ayudas de la PAC en octubre, donde llegaremos al máximo posible en el adelanto del pago. En definitiva, un conjunto de medidas muy potente que conducen a dar tranquilidad y seguridad al sector. No olvidemos las macrocifras, que son importantes, pero no reflejan la fotografía de cada agricultor y ganadero individualmente. España ha exportado 61.300 millones en los últimos doce meses, la cifra récord en la historia. En el año 2021 cerramos la producción vegetal y animal con una cifra superior 54.000 millones de euros, otra cifra récord. Hay que tener la perspectiva de conjunto y la perspectiva del agricultor de a pie, que muchas veces no se encuentra en esa situación.

Las compras de maíz, de cereal, ante el impacto de la invasión rusa, ¿evitarán el riesgo de desabastecimiento?

No hay ningún riesgo de desabastecimiento ni en España ni en la Unión Europea. Estamos en una coyuntura difícil, pero no hay que olvidar que la Unión Europea es la primera potencia agroalimentaria mundial y España es uno de los pilares de esa potencia agroalimentaria, pues somos el cuarto país exportador de la UE y el octavo del mundo. Estamos seguros. ¿Qué es lo que nos debe preocupar a parte de los agricultores, ganaderos y pescadores? Nos debe preocupar la situación en Ucrania desde el punto de vista del abastecimiento alimentario. En las últimas horas nos llegaban noticias de que el Gobierno ucraniano pretende que, al menos, el 80% de las siembras que corresponden a este momento se puedan efectuar en esta primavera. Es una gran pretensión y vamos a apoyarles.

Hay empresas de España que están suministrando semillas a Ucrania, pero es evidente que vamos a tener una gran dificultad, que es cómo se va a poner en el mercado ese cereal y esas oleaginosas porque la salida por el Mar Negro y el Mar de Azov está cortada por Rusia y eso va a ser un gran problema. Un segundo efecto es analizar las consecuencias de esta situación en otros países. Por ejemplo, el incremento del precio de los cereales tiene un efecto directo sobre el precio del pan. Es un problema muy serio si persisten estas cotizaciones altas durante los próximos meses para las zonas más vulnerables del mundo, como el África subsahariana o algunas partes de Asia.

¿La PAC actual o la que entrará en vigor en 2023 es la más adecuado en este momento?

La PAC 2023-2027 va a ser la mejor Política Agraria Común que nunca hemos tenido en España desde 1986. Lo digo alto y claro. Primero, por los fondos. En el periodo 2023-2027 se van concentrar, si sumamos los fondos de la PAC (47.724 millones), más los fondos del Next Generation EU, el dinero del Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura y el dinero de la cofinanciación nacional, vamos a disponer, prácticamente, de una horquilla de fondos que se situará entre 53.000 y 55.000 millones de euros en seis años. Es la mayor cantidad que España y el sector primario ha tenido jamás desde el momento que ingresamos en 1986. La gran novedad de la PAC, es decir, el diseño del Plan Estratégico Nacional, nos ha permitido llevar a cabo el análisis más profundo y extenso del sector primario español desde el Plan de Estabilización de 1959. Esta PAC no es una PAC de continuidad, es una PAC en la que hemos buscado la mayor equidad en la distribución de los fondos y apoyar a la inmensa clase media de la agricultura española, que es la agricultura familiar y tradicional. La tercera razón por la que digo que es la mejor PAC es porque responde a los cuatro grandes retos que tenemos con carácter estratégico.

Por un lado, una mejor distribución de los fondos. La Comisión Europea nos decía que debíamos orientar nuestro trabajo para conseguir que la distribución de los fondos se dirigiera de forma objetiva a aquellos que necesitaban más de la PAC porque estaban un poco por encima o un poco por debajo del umbral de rentabilidad. Esto es lo que hemos hecho. El segundo gran reto es la sostenibilidad competitiva, cómo conseguir luchar contra el cambio climático produciendo más con menos medios. Ese es uno de los grandes retos de la PAC. Un tercer aspecto es el social, con la incorporación de los jóvenes y el papel de la mujer dentro del mundo rural. Y, finalmente, todo lo que significa innovación y digitalización. Si queremos producir más con menos tendremos que favorecer la productividad. Es lo que llamamos la sostenibilidad competitiva, hacer posible rentabilidad y sostenibilidad.

¿Por qué está siendo cuestionada por organizaciones agrarias?

Esta situación no es diferente de lo que ha ocurrido con otras reformas. Cada siete años había esta preocupación por las novedades que traería la PAC. Ahora hemos llevado a cabo, y también lo valora positivamente la CE, un proceso participativo con comunidades, organizaciones agrarias, cooperativas, organizaciones civiles del mundo rural y ambiental. Hemos realizado más de 600 reuniones y un gran número de estudios. Eso no se hace en un día ni en una noche. Es un trabajo denso y muy importante. Frente a aquellos que están intentando introducir nerviosismo y preocupación con hojas de Excel y proyecciones inventadas en un despacho sin ningún fundamento, me remito a la aplicación concreta de la PAC 2023-2027. Estoy convencido de que los próximos años van a ser tremendamente interesantes para nuestro sector, los veo con optimismo.

Los agricultores denuncian una y otra vez que no se está cumpliendo la Ley de la Cadena Alimentaria.

Está funcionando ya desde el 16 de diciembre de 2021. Veamos el momento actual. Suben los precios y en esa subida de precios, ¿qué ha ocurrido en el pasado? Ha ocurrido que los precios crecían lo mínimo posible para el ciudadano, repercutiendo sobre la industria y el sector primario los excesos de costes de producción. Al final ha pagado siempre el más débil. Con la vigencia de la Ley de la Cadena Alimentaria estamos consiguiendo que en este momento complicado de incremento de precios no se produzca ese fenómeno del pasado o, si se produce, sea de forma más limitada. Si existe una situación de vulneración no hay más que denunciarla y lo puede hacer el agricultor, el ganadero o la industria agroalimentaria con absoluta anonimidad. De hecho, la Agencia de Información y Control Alimentario está llevando ya inspecciones. Contamos con el apoyo de las comunidades, que nos pueden y deben prestar ayuda de cara a la aplicación de la ley. Ahora bien, tengámoslo claro, este es un cambio de cultura en las relaciones mercantiles, démosle tiempo.

Como ha sucedido con el sector de los cítricos. ¿Cómo valora el desastre histórico de la campaña citrícola 2021/2022 por el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria?

El sector de los cítricos es fundamental para España. Somos el principal productor en fresco del mundo, tenemos más del 70% del mercado europeo en nuestras manos y nuestra obligación es seguir produciendo en cantidad y calidad, logrando valor y precio en los niveles que siempre lo hemos conseguido obtener. ¿Cuáles son los problemas que tenemos? En primer lugar, los temas relativos a la puesta en el mercado y la aplicación de la Ley de Cadena Alimentaria, pero también son importantes los relativos a la importación de países terceros. Además, hemos conseguido que la Comisión Europea, por primera vez, imponga a determinados países que exportan a la UE el tratamiento en frío de la fruta. En tercer lugar es muy importante todo lo que se refiere a la estructuración del sector desde el punto de vista de la producción, de la puesta en el mercado y de la exportación, es decir, la generalización de las organizaciones de productores; la existencia de una interprofesional potente para el sector de la naranja, como existe en el limón y el pomelo, es muy importante para lograr un mejor resultado de cara al futuro. Este año la campaña no ha sido buena por muchas circunstancias: temperaturas muy altas hasta fechas tardías, naranja importada que ha estado en almacenes hasta muy tarde... y todo eso ha conducido a esta situación de precios. Esa es la razón por la que el sector de los cítricos está incluido en las medidas de apoyo que hemos sometido a información pública y que llevaremos a cabo con fondos europeos y nacionales.

¿Qué opinión tiene del sistema de etiquetado del NutriScore?

El etiquetado nutricional de los productos alimentarios me parece un tema muy importante. La Comisión Europea va a efectuar una propuesta y creo que España tiene que velar porque la propuesta y el modelo que se decida a nivel de la UE respete plenamente cuál es nuestra visión desde el punto de vista alimentario. Tenemos un modelo, que es la dieta mediterránea, que es una combinación sabia de productos y hortalizas, con pescado y carne, y lo que tenemos que lograr es que esa sea la visión. Creo que NutriScore no responde a ese esquema y por eso me he opuesto públicamente a su adopción con carácter obligatorio en España.

¿Qué hay de realidad en lo que aseguró el ministro Garzón sobre las macrogranjas?

Creo que la ordenación del sector ganadero es muy importante. Lo hemos hecho ya con el sector porcino, tanto en intensivo como en extensivo. Lo hemos hecho con el sector avícola y ahora lo queremos hacer con el sector del vacuno de carne y de leche, estableciendo una orientación respecto al tamaño de las granjas. La existencia de explotaciones anómalamente grandes es un elemento de distorsión respecto del modelo de agricultura o ganadería familiar y profesional, que yo creo que es la clave desde el punto de vista productivo y alimentario y de la estructuración social y territorial de España. Nos interesa que las granjas sean de una dimensión articulada. La existencia de grandes explotaciones, que pueden ser legales si cumplen la normativa, no es nuestro modelo preferido.

Ante un previsible adelanto electoral en Andalucía, las encuestas parecen indicar que el PP necesitaría a Vox para gobernar. ¿Cree que estaría dispuesto a llegar a un acuerdo como ha sucedido en Castilla y León para no perder el Gobierno?

La única solución positiva para Andalucía es que el PSOE gane estas elecciones y nosotros nos planteamos ganarlas. Ante todos esos debates que estamos viendo en Castilla y León, que veremos este fin de semana en Francia, la única solución es que el PSOE obtenga una mayoría suficiente. Hay dos grandes cuestiones que están sobre la mesa: la Constitución y nuestro ingreso en la Comunidad Europea, 1978 y 1986. Son los dos pilares de la España moderna. Un partido político que pone en tela de juicio uno de los pilares fundamentales de la Constitución, que es el estado de la autonomías, y que califica de organismo globalista que secuestra a España a la Unión Europea, no puede ser un partido que forme parte de un gobierno serio, constitucional y responsable. Esta cuestión también tendrá que debatirse en Andalucía, como en Francia y como ha sucedido en Castilla y León con el resultado que conocemos.

¿Cómo ve la situación del PSOE en Andalucía?

Creo que el PSOE tiene un excelente candidato, que es Juan Espadas. Veo al partido y al electorado socialista preparado para asumir esta tarea y dispuesto a movilizarse. Lo que tenemos que hacer es diseñar y plantear esa perspectiva de futuro optimista y progresista, una Andalucía que sea para todos, donde los beneficios del crecimiento económico y del empleo sean para el conjunto de los ciudadanos, donde los servicios públicos funcionen adecuadamente y donde evidentemente se construya el futuro. Creo que ese va a ser el gran reto del PSOE. Eso no se construye con bajadas generalizadas de impuestos, como propone el PP y que el propio FMI ha desautorizado, porque son un elemento de incremento de la inflación y porque afectan a los servicios públicos, que necesitan de esa financiación.

Usted fue embajador en Marruecos. ¿Cómo analiza el pacto entre España y Marruecos y la inicidencia que puede tener en Argelia?

La buena relación de vecindad entre España y Marruecos es una necesidad, que tengamos unas buenas relaciones entre ambos países es una buena noticia para España, Marruecos y la Unión Europea. Lo veo de forma muy positiva y es una situación en la que todos podemos ganar. Nos corresponde una responsabilidad. Somos el país más al sur de Europa y Marruecos es el país más al norte de África. Somos el puente entre dos continentes. Ese puente nos une y tenemos que hacer más fuerte todo lo que nos une de cara al futuro. Soy un firme convencido de que las relaciones entre ambos países son clave para los dos estados. Igualmente, es necesario mantener una buena relación con Argelia y lo hemos mantenido siempre. Con respecto al Sáhara, se mantiene la postura que se ha mantenido siempre, es decir, la necesidad de llegar a un acuerdo en el marco de Naciones Unidas, una relación que sea estable y mutuamente satisfactoria para las partes implicadas. Queda camino por andar y nosotros estamos por encontrar una solución al problema.

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