El coste por hora trabajada aumentó un 1,2% en el cuarto trimestre de 2021 respecto al mismo periodo del año anterior, debido al alza del 1,8% de los salarios que coincide con el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) aprobado para los cuatro últimos meses del año.

Según el índice de coste laboral armonizado (ICLA) publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la variación anual del coste por hora fue del 0,6%, una vez eliminados los efectos estacionales y de calendario.

El INE informa de que en el último trimestre de 2021 hubo una menor incidencia de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en todas las actividades económicas. Ello dio lugar a un aumento de los costes salariales en la mayoría de ellas y, en menor proporción, de los otros costes, como consecuencia de las exoneraciones en las cotizaciones sociales.

Además, el Gobierno aprobó una subida del 1,5% del SMI con efectos desde el 1 de septiembre, lo que elevó en 15 euros mensuales el sueldo mínimo hasta los 965 euros.

De vuelta a los datos, por componentes y en el índice general, el coste salarial compensó el descenso del 0,8% de los otros costes, en tanto que el coste laboral excluyendo pagos extraordinarios y atrasos creció el 1,1%.

Por actividades, las que registraron los mayores incrementos fueron información y comunicaciones (3,9%), actividades administrativas (3,3%) y comercio (3,1%). Por el contrario, la industrias extractivas (-4,1%), las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (-3%), la educación (-2,8%) y la hostelería (-2%) marcaron los descensos más pronunciados.

Respecto al coste salarial, el mayor incremento interanual se detectó en información y comunicaciones (4,7%), actividades administrativas y servicios auxiliares (4%) y comercio (3,8%), mientras que los descensos más grandes se dieron en educación (–2,1%), actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (–1,5%) y construcción (–1,3%).

El principal objetivo del ICLA (que mide el coste laboral por hora trabajada manteniendo constante la estructura por ramas de actividad) es proporcionar una medida común, comparable y oportuna de los costes laborales para toda la Unión Europea que permita un seguimiento de su evolución.