Ford Almussafes está abocada a una sangría laboral si no resulta ganadora del concurso de competencia interna al que la multinacional le ha empujado junto a sus colegas de Saarlouis (Alemania). En teoría, los dos coches eléctricos que la marca del óvalo azul tiene pendientes de asignar en Europa irán para una de esas dos plantas, dejando muy tocada a la perdedora. “Nos estamos jugando el cierre”, dicen con claridad desde UGT, sindicato mayoritario en la fábrica valenciana que ha cerrado un acuerdo con la dirección para rebajar las condiciones laborales para el próximo quinquenio y seducir así a Detroit.
Según los cálculos de varios representantes sindicales consultados por este diario, en los próximos tres años podrían destruirse en torno a 2.500 puestos de trabajo en Almussafes si no se logran esos modelos eléctricos. En ese lapso de tiempo finalizan los contratos del Mondeo, la Transit, la S-Max y la Galaxy, lo que anticipa un desplome de la producción en la planta, que solo produciría el Kuga a partir de 2025.
En 2021 este modelo ha supuesto más del 50 % de la fabricación total de la planta valenciana, pero la carga de trabajo que suponen estas 90.000 unidades no será suficiente para mantener el actual volumen de plantilla, admiten las fuentes. Para ajustarse a una demanda ya en descenso antes de la covid, la fábrica valenciana trabaja en dos únicos turnos. El tercero, el nocturno, fue suspendido durante gran parte de 2020 y 2021 por la pandemia y la crisis de chips y fulminado de forma permanente a inicios de este año.
De aquí a 2025 Almussafes dejará de fabricar el Mondeo, la Transit, la S-Max y la Galaxy y solo quedará el Kuga, del que se produjeron 90.000 unidades en 2021
Así, los representantes sindicales echan cuentas y concluyen que la fabricación del Kuga podría realizarse en un solo turno de trabajo. Teniendo en cuenta que son unos 5.000 los empleados que operan en la línea de montaje de vehículos, los sindicatos temen que los despidos afectarían a unas 2.500 personas. Las otras 1.000 que trabajan en la línea de motores no tendrían un calendario tan acuciante, pero las fuentes recuerdan que solo producen híbridos y de combustión cuando Ford ya ha anunciado que en 2030 solo fabricará eléctricos.
Susto o muerte
No recibir nuevas adjudicaciones es el peor escenario, pero el alternativo, el que se levantaría en el caso de imponerse a Saarlouis en la carrera por la electrificación, tampoco despeja los nubarrones. Los sindicatos no quieren especular hasta amarrar los nuevos modelos, pero van llegando pistas del sector. Este martes el comité de empresa de Seat en Barcelona alertaba de que la compañía ha cifrado en un 30 % la reducción de horas de trabajo que traerá consigo la nueva tecnología de propulsión. El motivo es que los nuevos coches llevan menos piezas y, por tanto, se ensamblan más rápido.
Seat manda un aviso a navegantes: la electrificación reduce un 30 % las horas de trabajo requeridas para ensamblar un vehículo
Además, está la incógnita de la demanda. El Grupo Volkswagen aspira a fabricar en Martorell 500.000 unidades al año. Es una cifra muy ambiciosa para el nuevo mercado que multiplica por tres la del último año de Almussafes e iguala el pico que alcanzaron la planta catalana y la valenciana a inicios de 2000, por lo que se antoja altamente improbable que Ford la alcance a medio plazo.
Aun así, el secretario general de CC OO de Seat Martorell, Rafael Guerrero, explica que incluso si se cumplen esas expectativas “y fabricamos el mismo número que entonces pero el proceso se acorta, es evidente que sobra mano de obra”. Cabe recordar que el acuerdo de UGT con Ford no incluye ninguna cláusula de mantenimiento del empleo. Desde el sindicato mayoritario insisten en que lo prioritario ahora es convencer a Detroit.
