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SMI

¿Qué es el salario mínimo interprofesional y a cuánta gente afecta? Todas las claves

El SMI marca el suelo salarial que rige en España y que pretende garantizar unas condiciones de vida suficientes para todos los trabajadores

Entre el 10% y el 12% de los asalariados cobran el SMI.

El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente el próximo martes la subida de 35 euros del salario mínimo interprofesional (SMI) acordada con sindicatos, aunque no con la patronal. Con efectos desde el 1 de enero del 2022 el SMI pasa de 965 a 1.000 euros (en 14 pagas al año). El acuerdo forma parte del propósito del Gobierno de coalición de situar el SMI en el entorno del 60% del salario medio al finalizar la legislatura, en 2023. De hecho el pacto con los sindicatos incluye situar el SMI en alrededor de 1.050 euros en 2023.

Pero, ¿qué es exactamente el salario mínimo interprofesional y a cuántos trabajadores afecta? Estas son todas las claves de la tan esperada subida:

1. ¿Qué es el salario mínimo interprofesional?

El salario mínimo interprofesional es un indicador que marca el suelo salarial, es decir, por debajo del mismo una empresa no puede pagar a un trabajador. Ni aunque ambas partes se pongan de acuerdo para ello. La voluntad, sobre el papel, es asegurar unos ingresos mínimos para que el trabajador pueda llegar a final de mes. A partir de su aprobación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) quedará fijado en 1.000 euros mensuales brutos y en 14 pagas, teniendo en cuenta una jornada ordinaria de 40 horas semanales. O lo que sería equivalente a 14.000 euros brutos al año. Hasta ahora estaba en 965 euros brutos al mes. El salario mínimo, en tanto que salario, lo perciben los asalariados y no rige las relaciones laborales de otros trabajadores, como, por ejemplo, los autónomos.

2. ¿A cuántas personas afecta?

No existe un registro oficial y único que cifre cuántos trabajadores cobran exactamente el salario mínimo. Sí existen estimaciones de distintas casas, desde el propio Ministerio de Trabajo, hasta el Banco de España, sindicatos como CCOO o fundaciones como Fedea, que coinciden en una horquilla de entre el 10% y el 12% de los asalariados en España. Lo que en números absolutos se traduciría en alrededor de 1,8 millones de personas, en las actuales cuantías del SMI.

3. ¿En qué sectores es más habitual?

No en todas las ocupaciones o sectores es igual de frecuente el salario mínimo. En determinados gremios, como el agrícola, es la tónica predominante en figuras como el peón o popularmente conocido como temporero. También está bastante extendido entre los repartidores asalariados o entre las trabajadoras del hogar, el personal de limpieza o los vigilantes de seguridad. También en la hostelería hay casos. En algunas empresas, las conocidas como las multiservicios, que se rigen por su propio convenio, la gran mayoría de categorías están ancladas en el SMI. Por perfiles, las mujeres, los migrantes y los jóvenes son quienes más habitualmente cobran el SMI, según un reciente estudio del Banco de España.

4. ¿Cuándo se creó el salario mínimo?

El salario mínimo tiene su origen en la España franquista y aparece por primera vez en el Boletín Oficial del Estado en el 1963. Su montante por aquel entonces ascendía a las 60 pesetas diarias o a las 1.800 pesetas mensuales para todo trabajador mayor de 18 años. Su cuantía y concepto ha ido variando, pues inicialmente contemplaba diferencias según el sector o la edad del beneficiario.

5. ¿Quién fija el salario mínimo?

El Gobierno tiene la exclusiva competencia para revisar anualmente el salario mínimo interprofesional. Si bien la ley reconoce a las patronales y sindicatos más representativos un derecho de "consulta", este no es vinculante y al final prevalece la voluntad del Ejecutivo. Lo que no resta que este puede buscar una solución consensuada con dichas organizaciones, en aras del consenso y una aplicación más eficiente del mismo.

6. ¿Cada cuánto se revisa el salario mínimo?

El Gobierno es quién determina anualmente y mediante un real decreto el importe para ese ejercicio del salario mínimo interprofesional. Lo que no impide que el Ejecutivo pueda decidir revisarlo semestralmente, si así lo considera oportuno. El Consejo de Ministros puede decidir subir el SMI o congelarlo, como ocurrió durante el mandato de Mariano Rajoy y como ha ocurrido recientemente este 2021 bajo el mando de Pedro Sánchez.

7. ¿Todos los países tienen un salario mínimo?

No, pese que tener un salario mínimo interprofesional es una recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no todos los países tienen uno. Alemania, por ejemplo, no incorporó este suelo en su mercado laboral hasta el 2015. Otros países, como Dinamarca, directamente no tienen salario mínimo y todas las remuneraciones se determinan en la negociación colectiva entre patronales y sindicatos. Luego hay otros estados, como Holanda, que tienen un salario mínimo diferenciado: uno para jóvenes y otro para el resto de la población trabajadora. Y en latitudes como las de Estados Unidos son las ciudades y los estados los que determinan el salario mínimo, según la realidad y el coste de la vida concreto de cada lugar.

8. ¿Cómo afecta una subida del salario mínimo a los complementos salariales?

El salario mínimo contempla únicamente retribución en dinero. Es decir, las empresas no pueden pagar parte de ese salario mínimo en especies, como cheques restaurante, o servicios. En todo caso, podrá pagar el salario mínimo y luego añadirle otros pluses. Las recientes subidas del salario mínimo generaron un debate jurídico sobre si los complementos salariales son absorbibles para alcanzar el SMI. Y aquí los tribunales fallaron con distintos criterios. Algunos avalaron que la empresa absorbiera parte de la subida en el caso de complementos como el de productividad, pero no en caso de otros como el de transporte o nocturnidad.

9. ¿Cómo afecta la subida del salario mínimo a la creación de empleo?

Los efectos de las subidas del salario mínimo sobre la creación de empleo han sido motivos de controversia y no existe un criterio único. Existe un cierto consenso en que incrementar este suelo puede generar un desincentivo a la contratación y que ello puede afectar de manera más intensa a los colectivos con menor empleabilidad, véase jóvenes, parados senior, mujeres o migrantes. La intensidad y la dimensión de esa afectación es donde reside la polémica.

El Banco de España cifró en un reciente informe que la intensa subida del 22%, hasta los 900 euros, realizada en el 2019 lastró las contrataciones y se dejaron de crear (que no perder) entre 80.000 y 160.000 empleos. Desde la actual dirección del Ministerio de Trabajo sostienen que las últimas subidas no han sido lesivas para la ocupación y desde otros ministerios, como el de Economía, han apoyado la tesis de que incrementos en los actuales momentos de incertidumbre pueden lastrar la recuperación del empleo.

10. ¿Cuál es el objetivo del Gobierno?

El pacto que dio origen al Gobierno de coalición tiene en su haber un compromiso claro de subir progresivamente el salario mínimo hasta que este alcance el 60% del equivalente al salario medio. Y ello pretende haberlo conseguido antes del final de la legislatura. Ese importe proviene de las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que considera que ese 60% del salario medio garantiza unos estándares de vida suficientes y evita la pobreza laboral; siempre que el trabajador disponga de una jornada completa. Para ello, la comisión asesora del propio Gobierno le recomienda acometer incrementos que sitúen el SMI entre 1.011 y 1.049 euros en el 2023, dependiendo de cómo evolucionen el resto de salarios y la inflación.

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