El índice de precios al consumidor (IPC) de China, el principal indicador de la inflación, aumentó un 1,5% interanual en diciembre, mientras que el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, hizo lo propio en un 10,3%. Ambos indicadores ralentizaron su avance interanual en el último mes del año: concretamente, el IPC creció 0,8 puntos menos que en noviembre, cuando había marcado su pico de 2021 con un 2,3%. El frenazo fue más notable todavía en el IPP, de 2,6 unidades tras el repunte del 12,9% en noviembre, uno de los mayores de la serie histórica. En ambos casos, la ralentización del avance interanual responde a contracciones en la comparación intermensual: en diciembre, los precios al consumidor fueron un 0,3% menores que en noviembre, mientras que los industriales experimentaron su primera caída del año (-1,2%).

Según los datos oficiales que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) hizo públicos hoy, el IPC creció un 0,9% en el global de 2021, mientras que el IPP subió un 8,1%. Como referencia, los precios al consumidor habían crecido un 2,5% en 2020, mientras que los industriales habían registrado una marca negativa (-1,8%) que también favoreció, debido al efecto de base comparativa, el imparable avance del indicador durante la segunda mitad de este año.

En la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) de marzo de 2021, Pekín se había marcado una meta de inflación del 3% para el año.