Marcos J. Lacruz, ponente en el próximo evento de i-Talks «Energía & Clima», se expresa con contundencia sobre el cambio climático: «llegamos tarde». En este sentido, asegura que la Comunitat Valenciana es «una región muy vulnerable».

Marcos J. Lacruz, presidente de Avaesen, participará en la próxima jornada de i-Talks «Energía & Clima» el 9 de noviembre.

Tras su reelección en 2018 como presidente de Avaesen perfiló grandes retos del sector energético: ciclo del agua, urbanismo sostenible, eficiencia energética, renovables, constructores, etc. ¿Qué balance hace de los mismos tres años después?

En esta nueva etapa hemos conseguido posicionar a Avaesen como un ecosistema propio de innovación en la lucha por la sostenibilidad y el cambio climático. Con el apoyo del Consejo y de los asociados estamos presentes en todos los debates relevantes en materia de energía y medio ambiente a nivel municipal, autonómico, nacional y europeo.

Avaesen agrupa a más de 100 empresas asociadas. ¿Qué ventaja competitiva ofrece?

Somos una organización muy abierta y participativa. Esto hace que, por ejemplo, empresas de todos los tamaños puedan tener la misma información en materia de legislación que podrían tener los grandes grupos empresariales, propiciando la difusión de conocimiento y los contactos directos con las administraciones.

También somos especialmente activos en fomentar la cooperación empresarial y de innovación entre los asociados a través de iniciativas propias como Greenovators, Plaza Energía o Think Tank Smartcities.

El nuevo modelo económico ayudará a consolidar las denominadas ‘smart cities’ ED

Autoconsumo y comunidades energéticas son algunos de los ejes vertebradores de la transición energética. No obstante, parecen ser grandes desconocidos para gran parte de la población. Ante el necesario reto de construir ciudades sostenibles, ¿cree que la educación actual es suficiente?

El mundo de la energía tradicionalmente ha sido opaco. Hemos avanzado mucho en materia de libertad energética y tenemos un escenario legal muy favorable al autoconsumo propio y compartido.

Legislativa y técnicamente, tenemos un amplio abanico de soluciones para poder ofrecer a los consumidores, pero ahora tenemos que centrar nuestros esfuerzos en dar a conocer las herramientas que hemos desarrollado, cómo usarlas y cuales se adecúan más al perfil del consumidor.

En este sentido, eventos como i-Talks buscan ofrecer herramientas y conocimiento compartido a pequeñas y medianas empresas. ¿Qué ítems centrarán su ponencia?

Explicaré que estamos inmersos en una revolución energética y el efecto transformador económico y social de la oportunidad que tenemos ante nosotros.

Consolidar una nueva economía verde requiere, ineludiblemente, de una gran inversión presupuestaria. ¿Cree que este es uno de los grandes hándicaps? ¿Qué otros factores considera decisivos?

Sinceramente, con el nivel de compromiso económico que se han anunciado en los planes de recuperación, que basarán gran parte de su presupuesto en la transformación del modelo energético, junto al apetito de la inversión privada, creo que tenemos suficiente.

Lo importante es que esos fondos tengan una aplicación adecuada y estén repartidos con un equilibrio que fomente la innovación, el empleo y la industria local.

Una vez conseguido el compromiso económico, me parece muy importante establecer los mecanismos administrativos adecuados para que la transformación no se atasque en los despachos.

Avaesen desarrolla múltiples proyectos en el ámbito de la innovación energética. ED

En el reto de la sostenibilidad, ¿es más importante llegar deprisa o acometer la transformación ecológica a un ritmo menos ambicioso?

Todos los estudios respecto al cambio climático anuncian que ya llegamos tarde. Estamos experimentando ya las consecuencias del calentamiento global, siendo la Comunitat Valenciana una región muy vulnerable en caso de que todo siga igual.

Nos encontramos en una trayectoria de colisión ante una catástrofe climática que requiere de acciones inminentes y decididas. Esto no quiere decir que debamos desarrollar renovables sin criterio, pero deberíamos avanzar mucho más rápido de lo que estamos haciendo.

Más allá de los compromisos políticos y la subvención de proyectos, ¿agilizar la burocracia es decisivo?

La excesiva burocracia y la lentitud en el avance administrativo es el principal freno en la lucha contra el cambio climático. Hemos conseguido fijarnos unos objetivos razonables de desarrollo sostenible acompañados de una legislación adecuada, pero el grado de desarrollo es muy bajo por el exceso de tiempo que llevan los procesos de legalización de instalaciones.

Esto de no resolverse de inmediato generará una frustración empresarial primero y ciudadana después por no haber sido capaces de poner un remedio cuando aún estábamos a tiempo.