El precio del suelo español ha sorteado, sin duda, mucho mejor que otros sectores las secuelas económicas que ha dejado la crisis del Coronavirus. Incluso, si comparamos los precios de un año a otro, podemos hablar de una ligera revalorización de la vivienda en el conjunto de 2020 de un 0,7%, según los últimos datos publicados por Sociedad de Tasación. No obstante, la tendencia desde que estallara la pandemia en España (marzo 2020), refleja una ligera caída en los precios de los inmuebles en los últimos meses poniendo freno al ritmo de subida que seguía en los últimos años. Así, de acuerdo a estos datos, en la segunda mitad de 2020, el valor de la vivienda habría caído un -0,4%.

A pesar de esto y de la generalizada sensación de estabilización en el sector, es necesario valorar ciertos factores para analizar los movimientos del mercado. “ Hay que tener en cuenta el famoso “efecto del contrato del contrato de arras”, las operaciones que se firmaron en la primera fase del confinamiento seguramente se acordaron con meses de anterioridad. Por otro lado, el sector inmobiliario es bastante lento en reflejar los cambios. No ha habido una gran caída de precios en el mercado, pero estamos asistiendo a unos niveles de negociación que no se habían visto hasta entonces”, asegura el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli.

Un activo que permite recuperar el 100% de la inversión

El inmobiliario no se ha visto especialmente afectado por la inestabilidad económica actual y sus últimos signos reflejan una recuperación más temprana que la de otros sectores. Parte de la ayuda para que no pierda su valor la ha aportado la figura del pequeño inversor, que ha preferido trasladar su dinero a otra serie de activos con menos riesgo durante la pandemia. “La diferencia principal de la vivienda con el oro como activo refugio es que no permite recuperar todo el valor a corto plazo. En ciudades como París, en siete años puedes recuperar todo lo aportado y más. Lo bueno de la vivienda es que permite rescatar, como mínimo, toda la inversión inicial”, destaca Colombelli.

¿Cómo nos ha ayudado la Ley Hipotecaria en esta crisis?

Cuando estalló la crisis económica de 2008, la situación fue muy diferente para el sector de lo que es ahora. La burbuja inmobiliaria creada, entre otras cosas, ante la facilidad del crédito hipotecario desató un panorama devastador cuando se produjo el pinchazo. El cóctel de una crisis unida al sobrendeudamiento hizo el resto. A diferencia de aquello, la regulación hipotecaria que se llevó a cabo en 2019 ha ayudado a amortiguar los efectos de la actual coyuntura económica y de posibles situaciones que puedan recordar a entonces. El director de Hipotecas de iAhorro considera que “ las exigencias a las que se ha sometido al sector bancario se han notado en las condiciones de los préstamos hipotecarios de las entidades, ahora más estrictas”.

Por su parte, esto ha conllevado también a que hayan desaparecido ciertos perfiles de compradores en algunas zonas y que productos, como la hipoteca 100% o a 40 años, se hayan convertido en la excepción en lugar de la regla.