El físico y filósofo británico Allan Chalmers aseguraba que, durante las crisis, uno descubre lo que es realmente. Hemos atravesado un ejercicio que ha puesto a prueba nuestra sociedad, nuestra sanidad y nuestra economía. A pesar de las dificultades, España ha transitado como país en una dirección clara: apostar por la recuperación a través de una economía descarbonizada, equilibrada y justa con todos los ciudadanos. Y es aquí donde el sector privado, y el energético en particular, han izado velas para imprimir velocidad a esta transición.

Tras un año marcado por el Covid-19, llegamos a 2021 con las esperanzas puestas en la vacuna que renueva nuestro impulso para hacer frente a la necesaria recuperación de nuestra economía, afectada por una emergencia sanitaria sin precedentes en las últimas décadas. El retroceso de los indicadores económicos en 2020 y la tercera ola de la epidemia llaman a la prudencia, pero España, junto con sus administraciones y sector privado, ya ha trazado los primeros pasos para abordar la senda del crecimiento.

Durante los últimos meses, las grandes empresas han seguido invirtiendo y ofreciendo soluciones a las necesidades sociales que han ido apareciendo y adaptando su respuesta constantemente para hacerla más efectiva. Esta capacidad de resiliencia, junto a las oportunidades que nos brinda la transición energética, deben ser los catalizadores de la recuperación.

Ante este escenario, el programa Next Generation de la UE es una de las principales herramientas de que disponemos. De los 750.000 millones de euros previstos, el Consejo Europeo quiere que se destine al menos el 30% a la transición ecológica y el Gobierno español ha elevado la inversión verde al 37% de los fondos asignados.

Son estímulos muy relevantes que debemos aprovechar, sin demora, para apalancar en ellos la creación de empleo y la recuperación de nuestro país, al mismo tiempo que luchamos contra el cambio climático y avanzamos hacia la descarbonización de nuestra economía.

Naturgy hace ya más de dos años que puso rumbo hacia un modelo de negocio sostenible, en el marco de una transición energética justa. La transformación de la compañía nos ha ayudado a hacer frente a un retroceso de la demanda energética, y nos ha permitido poner en marcha un ambicioso plan de acción para abordar el impacto del Covid-19, dirigido a la sociedad en general y a nuestros clientes en particular.

Nuestra empresa cree firmemente que la transición energética esta aquí para quedarse, y por ello seguirá invirtiendo en el marco de esta nueva economía verde. El centenar de proyectos que hemos presentado a los fondos europeos de reconstrucción forman parte de nuestra contribución al desarrollo económico de España, en un ejercicio de responsabilidad social que Naturgy no ha dejado nunca de ejercer.

Como compañía y como país, hemos mirado siempre hacia delante, y ahora más que nunca, debemos hacer nuestras las palabras de Ortega y Gasset cuando afirmaba que "sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos".