El Sevilla y la Roma rompieron la estadística de una intensa final desde los once metros, donde se coronaron los hispalenses (4-1). Montiel, como en el Mundial, tuvo la responsabilidad final. De un modo y otro se tenía que romper o bien la imbatibilidad del conjunto hispalense en las finales o bien la eficacia de Mourinho. 'The Special One' había ganado los cinco partidos decisivos disputados: UEFA (2003) y Champions (2004) con el Oporto; la Champions (2010) con el Inter; la Europa League (2017) con el Manchester United; y la Conference (2022) con la Roma.

El Sevilla, además, sabía lo que era ganar dos Europa League desde los once metros: en Turín 2014 ante el Benfica y en Glasgow 2007 ante el Espanyol. Por su parte, el entrenador portugués había perdido ocho de las diez tandas que había tenido que enfrentar en eliminatorias. La suerte estaba echada después de un partido interminable, con 26 minutos de descuento acumulados para casi 150 totales.

Primer penalti

Bono, con una habilidad demostrada para parar penaltis, se cruzaba de brazos mientras esperaba el resultado del sorteo. Ocampos fue el encargado de empezar la muerte súbita. Sangre fría. Parada y a la derecha de Rui Patricio. Uno golpe para minar al portugués. Turno para Cristante, mucho más comedido. Carrera corta y un lanzamiento imparable pegado al palo izquierdo. Durísimo, a pesar de que el portero del Sevilla lo adivinó. 1-1 en Hungría.

Segundo penalti

Lamela tomó la responsabilidad en el segundo. Abajo y ajustado al palo derecho, para remover la aleatoriedad de los once metros. Rui Patricio vio el rastro. La réplica para Mancini. Se veía que lo iba a fallar desde que se posicionó. Demasiado recto y frontal en su carrera hacia el balón. La atajó Bono con el pie. La séptima parecía más cerca. 2-1 en el Puskas Arena.

Tercer penalti

Rakitic. Sobran las palabras. Un maduro que sabe lo que hace aunque tenga una manada de toros detrás. Escondió su intención a la perfección. Un giro magnífico de tobillo. Ibáñez, con toda la presión encima. Bono le marcó y cayó en la jaula. El marroquí se estiró como una pantera. 3-1, la séptima estaba ahí.

Cuarto penalti

Montiel, que ya había anotado el gol que le dio la victoria a Argentina en el Mundial, asumió la responsabilidad del tanto decisivo. En la primera tentativa, Rui Patricio lo paró. Pero se había adelantado. VAR al canto. El lanzamiento no valía. A la segunda, dentro. Para la gloria de Mendilibar y su Sevilla. Invasión de campo y la séptima Europa League para las vitrinas. Victoria del Sevilla ante la Roma.