El mallorquín Jorge Lorenzo inicia este fin de semana en Montecarlo su primer campeonato mundial sobre cuatro ruedas. El expiloto de motociclismo se pone a los mandos de un Porsche 911 GT3 Cup en la primera de las siete carreras que completarán el Porsche Supercup, competición monomarca que comparte calendario con los Grandes premios de Fórmula Uno. 

No será la primera vez que Lorenzo, un gran apasionado de los coches, se ponga al volante de un vehículo con 510 CV de potencia, puesto que el año pasado ya disputó varias carreras del campeonato italiano (fue decimocuarto y firmó un octavo como mejor puesto).

La Porsche Supercup, que se disputa desde el año 1993, y el campeonato alemán (DTM) son las pruebas más importantes a nivel mundial en cuanto a turismos. Solo la F-1 las supera, tanto en interés como en potencial. Lorenzo debería haber debutado en la Porsche Supercup el pasado fin de semana en Imola, pero al suspenderse el GP de Italia –sus carreras se celebran en el marco del Mundial de Fórmula Uno– lo hará este fin de semana en un trazado, el de Montecarlo, en el que correrá el mallorquín por primera vez ya que el Mundial de motociclismo no se celebra en este trazado.

El palmesano, que compite como piloto oficial del Team Huber Racing, inicia en Mónaco una temporada que tendrá continuidad en los circuitos de Spielberg (Austria), Silverstone (Reino Unido), Hungaroring (Hungría), Spa-Francorchamps (Bélgica), Zandvoort (Holanda) y Monza (Italia). El mallorquín, cinco veces campeón del mundo de motociclismo (tres en MotoGP y dos en 250cc), también disputará este año el campeonato transalpino, la Carrera Cup Italia