Será sufriendo o no será. El Espanyol más ciclotímico que se recuerda dio la de cal y la de arena en un partido aferrado a la locura. Del 0-3 Atlético en el inicio del segundo tiempo y cánticos contra la directiva, se pasó a la esperanza con el gol de Montes y la euforia con el empate de Vini Souza. La salvación está más lejana, pero este equipo no se va a rendir.

Enfurecido, como si el mundo se acabara en noventa segundos. El Espanyol entró en combustión y en minuto y medio, Melamed y Puado, advirtieron al Atlético de Madrid. Grbic embolsó la propuesta de los dos canteranos.

Los madrileños ni se asustaron y, en su obsesión por el subcampeonato, ofrecieron su versión postmundialista con un Griezmann 'gourmet'. El Príncipe tiene libertad de movimientos. Defiende, distribuye y remata. Futbolista total de rojiblanco. El 0-1, sin embargo, lo gestaron Hermoso y Saúl, con el beneplácito de César Montes. El mexicano midió mal y el ilicitano cruzó ante Pacheco. 

Ya no quedaban uñas en las gradas. Y la afición se desesperó todavía más cuando Grbic se agigantó ante Puado en un córner. El empate se resistía y al filo del intermedio, mazazo duro. Koke, Carrasco y Griezmann ridiculizaron a una defensa que se miró el triple remate desde la fila VIP. La estirada de Pacheco no evitó que el último disparo del francés superara la línea por milímetros.

Con el 0-3 resucitó

Dieciséis segundos tardó el Atlético en anotar tras el descanso. La zaga perica, de nuevo de ‘miranda’. Pacheco rechazó mal el ensayo de Correa y Carrasco firmó el 0-3. El RCDE Stadium empezó a vaciarse y, parte de los que se quedaron, entonaron contra la directiva y la propiedad asiática de la entidad. Demasiado pronto. Como sucedió contra la Real y el Barcelona, el equipo dio un arreón final, y esta vez sirvió para puntuar. Montes, a la salida de un córner, abrió la luz. 

Joselu hizo el 2-3 tras penalti de Grbic y Vini llevó la euforia. Incluso el 4-3 merodeó. Hubiera sido demasiado bonito.