«No tengo intención de seguir jugando en los próximos meses. Es una decisión que no he tomado yo, la ha tomado mi cuerpo». De esta manera, Rafel Nadal Parera (37 años el próximo 3 de junio), con voz serena y delante de su cuerpo técnico, su mujer Maria Francisca Perelló y su hermana Maribel, anunció este jueves que se retira temporalmente de las pistas al no conseguir recuperarse de la lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda que se produjo el pasado 18 de enero en la tercera ronda del Abierto de Australia ante el norteamericano Mackenzie McDonald y que le ha mantenido alejado del tenis.

Bronceado, con camiseta blanca y con vaqueros, Nadal, triste pero a la vez resignado -«tengo que aceptar las cosas como vienen»- anunció que hará «un punto y aparte». «Volver a empezar podría ser un objetivo a final de año con la Copa Davis, si me convocan, y encarar el año que viene con garantías en lo que creo que será el último año de mi carrera deportiva y seguir disfrutando, jugando los torneos que me apetezcan».

El campeón de 22 grandes, que se ausentará de Roland Garros, el torneo en el que ha roto todos los registros con catorce títulos, por primera vez en su carrera, sueña con poner punto y final a su brillante trayectoria en una pista de tenis: «Creo que no me merezco terminar así, en una rueda de prensa. Me esforzaré para que mi final sea de otra manera. Siempre vale la pena hacer un esfuerzo más», señaló.

Nadal, respaldado en primera fila por su entrenador Carlos Moyá; su agente Carlos Costa; su fisio Rafa Maymó y el extenista argentino Gustavo Marccacio, miembro del cuerpo técnico, quiso quitar hierro al anuncio de su retirada temporal de las pistas. «Encaro la situación como cualquier otra persona que no puede hacer lo que quiere. Estoy muy lejos de quejarme. A nivel personal estoy bien, pero profesionalmente las cosas no iban por el camino que quería. Hemos trabajado mucho, pero no he conseguido el nivel para competir», dijo, para repetir que la decisión no la toma él, sino su cuerpo.

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«Estoy mejor ahora que hace unas semanas. Estoy triste porque me he perdido la parte más importante de la temporada, pero tengo que aceptar las cosas. Te puedes enfadar, que es lo que hago, pero tengo otras cosas buenas en la vida. No hago ningún drama, sino todo lo contrario», explicó en una de las salas de la academia que lleva su nombre y ante un auditorio repleto de periodistas llegados de diferentes puntos de España y del extranjero.

Nadal, que saldrá del top 100 por primera vez en su carrera al ausentarse en el segundo grande del curso, insistió en la fragilidad de su cuerpo para competir al nivel que necesista. «No se puede exigir más al cuerpo porque éste saca la bandera y me ha dicho que hasta aquí». Se mostró escéptico sobre en qué estado retornará a las pistas, ya sea a final de año o a principio del siguiente: «Lucharé por volver a ser competitivo, pero para ganar torneos de Grand Slam será complicado. No soy una persona negativa, más bien soy muy positivo, pero lo que no soy es iluso. Pero intentaré que mi último año no sea de comparsa, sino al más alto nivel posible. Si mi cuerpo responde creo que podré hacer algo y que valga la pena el esfuerzo. Pero se me hace difícil pensar que de repente pueda haber un cambio de tendencia. Es posible, pero improbable».

«Voy a intentar que mi último año no sea un año solo de comparsa»

Cuestionado por la lesión en el psoas -potente músculo propulsor que sirve para flexionar la cadera y levantar la pierna- y los cuatro meses transcurridos del percance que le ha mantenido inactivo y fuera de las pistas, el tenista de Manacor se sinceró. «La lesión no ha evolucionado como quería, hay factores que no puedo contestar. A lo mejor se tomó una decisión equivocada, con la máxima prudencia posible. Todo el mundo quería lo mejor para mí. Empezar de cero será un proceso duro y el entender los motivos por los que no me he recuperado. La realidad es que no estoy bien. He entrenado cada día, pero el hecho de que no me haya recuperado es que hay algo más, que no sabemos qué es», reflexionó. 

«Creo que me he esforzado en mi carrera lo suficiente para que mi final no sea en una rueda de prensa, que sea de otra manera»

Nadal no es partidario de pedir consejos a compañeros que han pasado por lo mismo que él. «No hablas, te escuchas a ti mismo y vas entendiendo lo que va sucediendo. Y desde un proceso de honestidad con uno mismo, tomas la decisión. Todo tiene un principio y un final. Hemos sido muy felices y a partir de ahora empezaré otra etapa que no tiene porqué ser menos feliz», subrayó el tenista, que aseguró que tiene «planes para los siguientes meses». «Gozaré la libertad de no tener horarios, como ha ocurrido durante toda mi carrera».

Nadal llevará en los próximos meses una vida normal alejado de las pistas. «No voy a entrenar. Ha habido muchos momentos de frustración. Necesito parar, de lo contrario no creo que pueda llegar al año que viene. A todos nos vendrá bien una desconexión», concluyó, en referencia al equipo que ha trabajado con él en estos meses fuera de la competición.

Rafa Nadal anuncia que no jugará en Roland Garros y que es baja indefinida: «Paro para preparar el último año de mi carrera»

Rafa Nadal anuncia que no jugará en Roland Garros y que es baja indefinida: «Paro para preparar el último año de mi carrera» G. Bosch

«No pretendo ser una persona ejemplar, actúo desde mi ética»

Nadal entró al trapo a una pregunta sobre la ejemplaridad, o no, de alargar su carrera pese al rosario de lesiones que ha sufrido y que le han alejado de las pistas durante largos periodos. Si no es mejor dejarlo. «Si soy ejemplo lo soy y si no, no. No pretendo ser ejemplar, hago las cosas desde mi punto de vista y desde mi ética, que puede ser muy diferente a la tuya», respondió el de Manacor dirigiéndose al periodista que le formuló la pregunta. «Prefiero ser ejemplo para acabar más tarde que más pronto. La salud mental es vital, pero hay que entrenarla. Si al primer contratiempo abandonas considero que no es la mejor decisión. Uno ha de darse muchas oportunidades para llegar a tomar la decisión de retirarse», respondió.

«¿Cómo le gustaría acabar su carrera?», se le preguntó. «Dándome la opción en una pista de tenis y ganando partidos. Luchando para ganar torneos grandes, pero eso ya veremos si se da. Trabajaré para que sea así», comentó el mallorquín, que se refirió a los halagos de Novak Djokovic, con el que ha mantenido la mayor rivalidad de la historia del tenis. «Me parecen lógicas sus palabras cuando soy el vigente campeón y teniendo en cuenta mi palmarés en París. Lo que dice es en sentido histórico», subrayó.

Nadal ha hablado en profundidad con las personas de su entorno sobre su situación, y la frustración de no haber podido volver a las pistas tras cuatro meses intentándolo. «He hablado, pero cada uno debe tomar sus propias decisiones. Hay confianza para hablar de todo, con el equipo, con los amigos y con la familia. De todo se aprende. En este sentido estamos tranquilos porque lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido», sentenció.

Por primera vez desde 2016, cuando se tuvo que retirar de Roland Garros en tercera ronda por una lesión en la muñeca, Nadal verá ‘su’ torneo desde el sofá de su casa o de la academia, unas sensaciones que ahora mismo se ve incapaz de describir. «Ya contaré las sensaciones cuando vea el torneo. Ya vi parte del torneo en Mallorca en 2009, cuando fue eliminado en octavos de final por Soderling, y en 2016, cuando me tuve que retirar. Será una faceta más de esta vida», concluyó el campeón de Manacor, preparado para lo que le depare el futuro más inmediato.