Las referentes son aquellas que marcan el camino. Que nos enseñan como luchar por nuestros sueños y que los obstáculos son tan solo eso, barreras que superar. Eunate Arriaza ha vivido toda la vida pegada a una pelota: desde niña hasta llegar a Primera División vistiendo la camiseta del Athletic. Y, pese a que a los dos años le diagnosticaron sordera, ella se inventó un nuevo camino que le ha permitido cumplir su sueño.

Cuando tenía dos años, sus padres se dieron cuenta de que alguna cosa no iba bien. Cuando llamaban a Eunate, ella no se giraba. Le diagnosticaron hipoacusia bilateral profunda. "No sabemos si fue de nacimiento o con alguna vacuna o medicación. Toda mi familia es oyente y ellos se llevaron un susto porque era una situación desconocida. Tiraron para adelante y me llevaron a médicos en Barcelona y en Pamplona para escuchar distintas opiniones", explica la jugadora que, desde ese mismo instante, lleva un audífono en cada oreja.

La persona que convive con esta condición no oye nada, salvo algunos sonidos muy fuertes que puede percibir, por lo que tiene que recurrir a la lectura de labios y/o lengua de señas. Sin embargo, la familia Arriaza no aceptó sin más esa realidad. "Decidieron llevarme a un colegio de oyentes. Sabían que no iba a ser fácil, que me iba a costar mucho. Desde los 3 años hasta los 19 estuve en ese colegio. Aparte hacía trabajo extraescolar con logopedas y profesores particulares, además del fútbol. Estaba las 24 horas trabajando para poder hablar y escuchar", relata Eunate.

No se conformó

Con el paso del tiempo, pasó por quirófano. "Con ocho años me operaron del oído izquierdo porque tenía menos restos auditivos y me pusieron el implante coclear". Este consta de dos partes: el primer se coloca quirúrgicamente dentro del hueso que rodea el oído (hueso temporal) y es un estimulador-receptor, el cual acepta, decodifica y luego envía una señal eléctrica al cerebro. La segunda parte es un dispositivo externo que está formado por un micrófono/receptor, un procesador de lenguaje y una antena. Esta parte del dispositivo recibe el sonido, lo convierte en una señal eléctrica y lo envía a la parte interna del implante coclear.

El implante se ha convertido en una prolongación de su ser. "Lo llevo durante todo el día, menos para ducharme y dormir. En los partidos llevo siempre el implante. Puedo llevar el audífono, pero me siento más cómoda y más segura así. Siempre lo llevo a no ser que la climatología no me lo permita porque llueve mucho o se me apague por el sudor. Para mí, es un órgano más. Lo tengo que cuidar porque lo necesito. Es como cuando estás con la rodilla medio tocada, pues tienes que tener cuidado con esa parte del cuerpo. Pues con lo mío igual", relata sincera la defensa.

Eunate Arriaza durante un partido con el Athletic ATHLETIC DE BILBAO

Cuando Eunate habla de su historia, los primeros a los que nombra son a sus padres. "Ellos me han educado que con trabajo, sacrificio y esfuerzo se pueden conseguir las cosas. Nadie te regala nada. Al final, siempre tengo que poner el triple de esfuerzo que el resto, tanto en el ámbito educativo, como deportivo y laboral. Mis padres siempre me han dicho que si a la primera no me sale, pues que ya saldrá a la segunda", relata con un brillo especial en los ojos.

Nadie le ha puesto las cosas más fáciles, ha tenido que superar todas las barreras con el añadido de su "pequeña discapacidad auditiva". "Soy como todas mis compañeras: estudio, trabajo, juego al futbol... hago una vida normal y corriente, aunque la gente piensa que no".

Estaba las 24 horas estaba trabajando para poder hablar y escuchar

Pese a que día a día se están eliminando barreras, ha tenido que vivir situaciones esperpénticas. "Una vez un trío arbitral me dijo que no podía jugar. Me pidieron que les enseñara el aparato mientras estaba calentando y tuvimos que llamar al jefe de los médicos del Athletic antes del partido. Cuando me estaba cambiando me vinieron a buscar y yo les expliqué que nunca había tenido ningún problema para jugar. Ellas me dijeron que les preocupaba que me pudiera hacer daño o a otras jugadoras. Lo hablamos y al final me dejaron jugar. Ahora las árbitras ya me conocen, pero al principio las avisábamos: 'La jugadora número 14 tiene un implante, por si no oye el silbato'", reconoce.

Eunate es una referente, en el sentido más amplio de la palabra. La defensa del Athletic no solo es especial por ser la única jugadora sorda que disputa la Primera División, sino también por su forma de afrontar la vida. "Muchas gente me dice que quiere ser como yo y eso me hace mucha ilusión. ¿Si yo lo he conseguido, por qué ellos no van a poder? Yo lo que quiero es que, a largo plazo, el camino que he hecho sea más fácil para las que vengan", reconoce con cierto pudor. Eunate es pionera, referente y excepcional.

Visita con el Athletic al Johan Cruyff

El Athletic de Bilbao visitará este sábado el Johan Cruyff en el último partido en casa del Barça esta temporada. "Esperemos que vaya bien y que no nos metan muchos goles", reconoce entre risas Eunate. La fiesta está asegurada.