El Govern ha suspendido, de forma cautelar, al presidente de la Federación Balear de Boxeo, Jorge Sánchez, y a su junta directiva mientras se lleva a cabo el "proceso policial y judicial» sobre las investigaciones realizadas por, presuntamente, haber traído a España deportistas de forma ilegal para participar en competiciones, alterado sus resultados, por haber cometido fraudes en ayudas institucionales y trampeado las elecciones, entre otros delitos. Esta decisión de la Direcció General d'Esports se ampara, tal y como ha confirmado a este diario su máximo responsable, Carles Gonyalons, en la Llei de l'Activitat Física i l'Esport que permite tomar medidas disciplinarias con efecto inmediato sin tener que estar pendiente de la resolución del proceso judicial abierto. Esto significa que se tendrá que nombrar a personal interventor y administrador de la territorial de este deporte para que no quede parada la actividad de una organización de la que dependen tantas fichas.

Una investigación del Grupo IV de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF) de la Policía Nacional, en colaboración con el propio Govern, desencadenó el descabezamiento de la cúpula de la Federación Balear de Boxeo. El presidente y el vicepresidente, hijo y padre respectivamente, fueron detenidos el pasado mes de marzo, y después puestos en libertad con cargos, al igual que el tesorero, entre otros.

Los investigadores de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional habían recibido numerosas denuncias de supuestas irregularidadesLas sospechas se confirmaron durante la celebración de un combate de boxeo el 25 de febrero en Felanitx. Las medidas de seguridad más elementales, recogidas en el reglamento, se incumplieron. Por este motivo la velada se suspendió.

De la gran cantidad de delitos de los que se les acusa, uno de los más graves es el favorecimiento de la inmigración ilegal. Los directivos de la Federación Balear de Boxeo se habían decantado por traer boxeadores de Nicaragua. Les pagaban el billete y llegaban a Mallorca como turistas. Una vez en la isla, permanecían en España en situación irregular. Luego les pagaban la manutención, aunque luego se la descontaban de la bolsa de los combates. Las pesquisas apuntan a que muchas de estas peleas se encontraban amañadas.