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El inicio de la ronda italiana

Las 10 razones para no perderse el Giro que empieza este sábado

Comienza la temporada de ciclismo de mano del Giro de Italia y tendrá su punto culminante con el Tour, que será del 1 al 23 de julio

Un cartel anuncia la llegada del Giro 2023. GIRO DE ITALIA

El ciclismo ya entra en su máxima intensidad. Llega el momento de la verdad con el inicio de la temporada de grandes vueltas, lo que más apasiona a los aficionados. Comienza con el Giro y tendrá su punto culminante con el Tour (del 1 al 23 de julio) que este año empieza nada más, ni nada menos, que en Bilbao, antes de que la Vuelta, que nace en Barcelona el 26 de agosto, ponga punto final a la pelea entre montañas, contrarrelojes (cada vez menos, excepto en la ronda italiana), algún que otro esprint (otra ‘especie’ de etapa que está en fase de derogación) y días cargados de viento y sorpresas. Debuta el Giro. Se abre el telón de la pasión (del 6 al 28 de mayo).

¿Qué tiene el Giro que no tengan ni el Tour ni la Vuelta?

Las rondas francesa y española viven bajo el manto protector de ASO, la empresa que posee la propiedad de ambas carreras y de otros eventos deportivos como el rally Dakar o el maratón de París. A principios de la década pasada, precisamente la Vuelta, con la intención de activar la carrera, buscó escenarios diferentes, apostó por llegadas salvajes en cuestas inhumanas y comenzó a eliminar etapas con esprints y días de contrarreloj, mientras disminuía el número de kilómetros contra el cronómetro. En mayor o menor medida el Tour se ha decantado por el proyecto español. En cambio, el Giro sigue manteniendo lo que se podría denominar una estructura más clásica en carreras de tres semanas.

¿Cómo se define la apuesta clásica del Giro?

En Italia ni maldicen las contrarrelojes ni tampoco las jornadas con llegadas masivas (‘volatas’ las denominan). Este año aparecen al menos seis etapas (repartidas entre las tres semanas) con esprint en el horizonte y tres contrarrelojes, la última, en plan decisivo, a un día de Roma, que es una cronoescalada al Monte Lussari. En total, 72 kilómetros de pelea cronometrada.

¿Qué otra diferencia importante hay en relación con el Tour y la Vuelta?

En Francia y España reparten los objetivos a lo largo de las tres semanas. Este año la Grande Boucle presenta los Pirineos en la quinta etapa con el Marie Blanque y a la sexta con el Aspin y el Tourmalet. La Vuelta ya incluye los Pirineos en la tercera jornada con la subida a Arinsal, en Andorra. El Giro, en cambio, reúne casi toda la dificultad en la tercera semana con el riesgo que esto supone: un conformismo por parte de corredores; algo, sin embargo, que este año no debería ser un contratiempo por los dos principales protagonistas de la carrera, Primoz Roglic y Remco Evenepoel, y problemas con la meteorología que obligue a cancelar etapas por el mal tiempo o la nieve, algo que pese a las extrañas temperaturas de estos últimos días en buena parte de Europa siempre es un riesgo a tener en cuenta en los Dolomitas.

¿Es la más dura de las tres rondas por etapas?

Aunque es difícil confirmar este punto, el recorrido del Giro siempre es una exageración, razón por la que los candidatos a luchar por el triunfo en el Tour llevan al menos desde 2015, año en el que Alberto Contador trató sin éxito de ganar en París tras conquistar la ronda italiana, rehuyendo del combate en carreteras transalpinas antes de acudir a Francia. Sin duda, la tercera semana del Giro es incomparable en cuanto a dificultad a la que se encontrarán los ciclistas como cierre de campaña en Tour y Vuelta. En cambio, al margen de la contrarreloj que sirve como cierre de la primera semana de competición, los primeros 15 días de Giro son más asequibles para los corredores en comparación a las dificultades francesas y españolas.

¿Cómo es la tercera semana del Giro?

El único calificativo que se gana es el de salvajada con cuatro llegadas en alto: Monte Bondone, de grato recuerdo para Miguel Induráin en la victoria absoluta de 1992, Val di Zoldo, las Tres Cimas de Lavaredo, donde todavía siguen visibles las marcas de las ruedas de Eddy Merckx en su recital de 1968, y la cronoescalada al Monte Lussari. Por si fuera poco, algo que desagrada profundamente a los corredores, tras quedar sentenciada la carrera en la última cuesta de la prueba, todos deberán coger un avión desde el aeropuerto de Udine a Roma para afrontar el paseo urbano previo a la entrega de trofeos.

¿Será una carrera con dos únicos candidatos al triunfo?

Así parece, visto lo ocurrido en la Volta a Catalunya, Roglic y Evenepoel se lanzan como los dos únicos aspirantes al triunfo final ya que están varios puntos por delante de cualquier otro pretendiente a la victoria. Roglic aventaja a su rival flamenco en experiencia y equipo. Evenepoel se presenta como mejor contrarrelojista y mucho más inconformista. Roglic siempre ha sufrido en la última semana de competición (en 2020 perdió el Tour ante su compatriota Tadej Pogacar a un día de París). Sin embargo, el rendimiento de Evenepoel en la altísima montaña -mucho más después dos semanas de competición- es toda una incógnita.

¿Corre alguien más aparte de Roglic y Evenepoel?

Claro que sí. El reto es complicadísimo pero los que aspiran a dar la sorpresa en Roma deberán estar pendientes de cualquier error de la pareja favorita. Es aquí donde aparecen los nombres de Geraint Thomas (36 años y ganador del Tour de 2018), Alexsandr Vlasov (26), Joâo Almeida (24) y Tao Geoghegan Hart (28), vencedor del Giro de 2020 aunque prácticamente desaparecido en combate desde que conquistó la ‘maglia’ rosa.

¿Hay alguna opción española a luchar por la general?

No. Decir lo contrario sería engañar al lector. Solo concurren siete ciclistas nacidos al sur de los Pirineos, ya que todas las figuras españolas, sin excepción, se preparan para la disputa del Tour, incluidos Mikel Landa y Pello Bilbao, los más entusiastas con la prueba italiana. Carlos Verona, al frente del Movistar, parece el mejor preparado para aspirar a un triunfo de etapa e incluso a quedar entre los 15 primeros de la general. A su lado, en el conjunto azul figuran José Joaquín RojasAlbert Torres y Óscar Rodríguez. También concurren el veterano Luis León Sánchez, en el Astana y con opciones de pelear también por alguna etapa, Jonathan Lastra, en el Cofidis, y Diego Pablo Sevilla, en el modesto Eolo Kometa, cierran la participación española.

¿Cuántos españoles han ganado el Giro?

En una carrera marcada por los mitos italianos Alfredo BindaFausto CoppiGino BartaliFelice GimondiMarco Pantani y Vincenzo Nibali, sólo dos ciclistas españoles, Miguel Induráin (1992 y 1993) y Alberto Contador (2008 y 2015) han conquistado la carrera rosa. Contador también ganó el Giro en 2011 pero le quitaron el triunfo a consecuencia del polémico asunto del solomillo de Irún.

¿Podrá seguirse el Giro por televisión?

Por supuesto, a través de Eurosport y también gracias a EiTB. Las etapas se ofrecerán de forma íntegra. Los horarios suelen variar, pero aproximadamente entre las 12 y las 17.30 horas habrá todos los días retransmisión, salvo las dos jornadas de descanso, ya que los lunes 15 y 22 de mayo se vivirán al sol de Italia.

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