Eidhoven está un pasito más cerca. Las azulgranas han desembarcado en Stamford Bridge y se han llevado una victoria (0-1) por la mínima ante un Chelsea que ha conseguido imponer su guion en el primer tiempo. El conjunto de Jonatan Giráldez ha conseguido sobreponerse y, gracias a una obra de arte de Graham Hansen, pueden respirar en el vuelo de vuelta a Barcelona.

Stamford Bridge despierta en los culers un sentimiento muy especial: esperanza, resiliencia o felicidad. Aquellas noches históricas ahora se repiten aunque con un sol atípico londinense. La mañana de fútbol se presentaba magnífica y Graham Hansen ha sido decisiva sobre el verde del templo blue.

La noruega tiene un talento especial. Es de aquellas futbolistas que analiza el juego y ve el futbol distinto. La 10 azulgrana han sido la jugadora más desbordante sobre el terreno de juego y ha campado a sus anchas, colándose entre las jugadoras blues intentando ser la chispa que le ha faltado al Barça en Stamford Bridge. Pegada a la línea de cal, siempre a la derecha, ha ido y venido, se ha desmarcado, apuntado y sentenciado a los cuatro minutos del inicio de la eliminatoria. Graham Hansen rescató la pelota en la banda para coserse la pelota a las botas, deshacerse de la defensa blue, y poner la pelota pegada al palo izquierdo de la portería de Berger. La puso donde quiso, Graham Hansen.

Por sí sola es decisiva y gracias a la noruega el Barça ha podido respirar en una primera parte donde no le han salido las cosas. Al conjunto de Jonatan Giráldez le ha costado demasiado salir con el balón. El Chelsea, abonado a las contras, ha ejercido una presión incómoda y asfixiante sobre la construcción azulgrana. Las de Emma Hayes sabían a lo que venían, sabían que, no pudiendo quitarle la pelota al Barça, debían impedirles combinar. Y así lo han hecho, anulando a Aitana Bonmatí como cerebro culer y demandado a la defensa culer un vaivén matador.

Paños también ha tenido que aparecer en más ocasiones de la que querría. Mientras que ha conseguido atajar la primera llegada con peligro de las inglesas, en la segunda la pelota ha entrado hasta el fondo de la portería. De nuevo, una combinación entre Sam Kerr y Guro Reiten ha desarmado a la defensa azulgrana, pero por suerte para las catalanas, las blues estaban avanzadas y el gol no ha subido al marcador por fuera de juego. Bronze ha salvado de nuevo a la culers. Después que una indecisa Paños no atinará a salir a tapar a Reiten, Lucy se cruzó en su camino para rechazar la pelota.

Los dos equipos han aprovechado que las asistencias médicas estaban atendiendo Berger para resituarse. En corrillo, las culers se han plantado en el círculo central para poner calma. Aitana pedía cabeza. El partido se les estaba yendo de las manos y si cedían el control con el que se habían hecho el partido podía acabar muy mal. El Barça ha conseguido acabar la primera parte con destellos de lo que quiere ser. Control y dominio en campo contrario, sublevándose a la presión del Chelsea.

El segundo tiempo ha empezado con las peores noticias para el Barça. Lucy Bronze se ha roto. La británica, de golpe, se ha tirado al suelo por no poder apoyar su pierna derecha. Quejándose ostensiblemente de la rodilla, se ha tumbado en el verde tapándose la cara. Después de ser atendida por las asistencias médicas, Bronze ha salido del campo coja, sin poder apoyar la pierna y con la cara descompuesta. No pita nada bien.

Con la salida de Mariona, el Barça ha recuperado el dominio. Las azulgranas han podido encontrar a Aitana con más facilidad, y combinando con Patri, ha conseguido imponer su juego. El Barça ha empezado a merodear el área blue con más autoridad, aunque en los pases finales no llegaban a buen puerto.

Por la mínima, el Barça puede respirar en el vuelo de vuelta a Barcelona. El jueves se decidirá todo en el Camp Nou y las azulgranas intentarán aprovechar la ventaja para escribir su nombre en el billete de avión a Eindhoven. La cuarta final de la Champions en cinco años está un poco más cerca.