Ningún héroe de aquella España de 2008-2012 pisó el césped de La Rosaleda este sábado. Luis de la Fuente, en su primera convocatoria, ha alzado a su máxima expresión el término revolución. Erling Haaland, la gran estrella de Noruega, faltó por lesión. Sin embargo, poco le importó a Málaga. Familias al completo con bufandas, banderas, camisetas y pinturas en sus caras tiñeron de rojo por undécima vez La Rosaleda, que volvió a disfrutar de un día inolvidable, con triunfo de la selección española por 3-0.

29.214 personas se dieron cita en el estadio de Martiricos. Eso sí, solo fue el culmen de un fin de semana que arrancó ya el viernes con el aterrizaje de la expedición en el aeropuerto malagueño. Desde entonces, a la salida del hotel, a la salida del entrenamiento, a la llegada a La Rosaleda... miles de personas acompañaron en cada momento a los de Luis de la Fuente. Incluso la policía escoltó a un numeroso grupo de aficionados que llegó a pie desde la fan zone del centro de la ciudad.

La afición malagueña tiñó de rojo el estadio de La Rosaleda por undécima vez en la historia.

Pero lo importante era el partido clasificatorio para la Eurocopa de 2024. En ningún momento se notó que la selección estuvo hace menos de un año en la Costa del Sol. El público estuvo siempre encima de los jugadores. El ambiente fue envidiable desde incluso antes de empezar el encuentro. Málaga se volcó con el gol de Dani Olmo, coreó el nombre de Kepa en cada una de sus espectaculares paradas, celebró cada esfuerzo defensivo de Morata... 

Aunque hay que reconocer que hubo tres nombres muy especiales. El primero fue el de Luis de la Fuente. El objetivo desde su llegada siempre fue devolver la ilusión a todo el país. ¿Lo ha conseguido? Aún le quedan pasos importantes que dar, pero el que dio en Málaga en su debut no es un mal punto por el que empezar. Otro gran protagonista fue Gavi. El catalán ya encandiló a La Rosaleda el pasado mes de junio en la victoria ante República Checa, pero lo de este sábado... espectacular. Rendidos a su figura desde que saltó al céspedEl colofón final lo puso Joselu, el gran héroe de la noche, con dos minutos colosales y dos goles que sirvieron para desatar la celebración más absoluta en el campo malagueño.

Victoria final, fiesta y otro día inolvidable de fútbol en La Rosaleda con la selección española.