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Minuto 91

Sin rematar es imposible que el Mallorca piense siquiera en empatar

Perdida la fiabilidad en defensa, el equipo de Aguirre está demasiado expuesto ante cualquier rival por su calamitoso juego en ataque, incluso ante un pésimo Betis

Kang In Lee disputa el balón con un rival en el Benito Villamarín. Efe

Con 32 puntos a falta de doce jornadas se puede hablar de un Mallorca en crisis? Sí, aunque a más de uno le pueda parecer exagerado. Hace un mes que el equipo de Aguirre no gana a nadie, ni al colista y virtual equipo de Segunda Elche. Se ve incapaz de sumar los tres puntos. Y esto es así porque ha perdido la fiabilidad que le ha caracterizado en defensa desde aquel heroico empate sin goles en el ya lejano 15 de agosto en San Mamés. La de ayer en el Benito Villamarín, ante un pésimo Betis, es la sexta derrota consecutiva lejos de Palma, mucho más que un síntoma. Además, es el sexto partido consecutivo que Rajkovic tiene que recoger el balón del fondo de su portería. El equipo de Pellegrini, que tuvo una ocasión -la de Miranda al cuarto de hora- y media -el afortunado gol de Borja Iglesias-, jugó un mal partido, y eso es lo peor. Que el Mallorca no le supiera meter mano porque con el balón en los pies a la hora de construir es una calamidad.  Desdibujado Muriqi, demasiado solo Kang, Kadewere no fue el remedio, como tampoco Amath y Abdón, que dejaron que su rival abandonara el terreno de juego sin ningún rasguño. Y así es muy difícil, por no decir imposible. El conjunto rojillo tiene la salvación en su mano. Y esta pasa por Son Moix. Ganando tres de los seis partidos que le quedan en casa la permanencia será un hecho. Pero hay que ponerse las pilas ya porque los rivales que van por detrás no siempre van a perder. Los rojillos deben olvidarse de ellos y pensar únicamente en alcanzar los 41-42 puntos que se necesitan. Y a estos solo se llegarán si se remata a la portería rival para intentar marcar. Que de esto va este deporte.

Desafortunado Aguirre.

Muchos momentos a lo largo de la semana ha tenido el entrenador del Mallorca para quejarse de los horarios. Es verdad que nueve partidos a las dos de la tarde, y con el sol que lucía en Sevilla, son muchos. No le falta razón. Pero el momento para poner el grito en el cielo no fue el más oportuno. El equipo no perdió en el Villamarín por el horario, sino porque fue incapaz de rematar una sola vez entre los tres palos de Rui Silva. Jugando como ayer, hubiera caído igual a las seis de la tarde o a las nueve de la noche. También tenía motivos para quejarse Pellegrini habiendo jugado un partido de Liga Europa 67 horas antes. Se esperaba más autocrítica, sobre todo después de otra actuación esperpéntica ofensivamente hablando.                

Javier Aguirre eligió el peor momento para quejarse de los horarios, tras una nueva derrota

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El segundo que te puede cambiar la vida.

Actuamos en todo momento sin pensar en que cualquier mínimo detalle te puede cambiar la vida. Es lo que le ocurrió al gimnasta del Xelska Nicolau Mir, que se evitó un susto morrocotudo al evitar meterse en la furgoneta que transportaba a los gimnastas de la Federación Española a su destino en Portugal y que dio varias vueltas de campana tras un pinchazo. Llegar unos minutos tarde al vehículo hizo posible que se metiera en el de los técnicos.

El Baleares se permite soñar.

Sufriendo hasta el final, pero el Atlético Baleares de Tato consiguió ayer ante Osasuna B su primera victoria tras más de dos meses empatando o perdiendo. Sigue teniendo muy difícil la salvación, pero por algo se empieza.

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