Diario de Mallorca

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Entrevista

Virginia Torrecilla: «¿Miedo a cabecear un balón? Miedo es lo que siento el día que debo hacerme la revisión para comprobar que el tumor no ha vuelto»

En los últimos meses la jugadora mallorquina del Atlético de Madrid ha sido un ejemplo de superación, pero también de reivindicación ante el machismo que impera todavía en el mundo del fútbol: «Tenemos un altavoz que muchas otras mujeres no tienen y es nuestro deber el saber aprovecharlo»

Torrecilla posa en una portería del Centro Deportivo Wanda Alcaláde Henares. AT. MADRID

Su vida dio un vuelco de 180 grados el día que le diagnosticaron cáncer. Solo unos meses después, fue un accidente vial el que postró a su madre en una silla de ruedas. Desde entonces, Virginia Torrecilla (Cala Millor, 1994) no ha dejado de luchar. La futbolista mallorquina, que milita en el Atlético de Madrid, se ha convertido en un ejemplo de resiliencia y sororidad. Coincidiendo con el 8M y a tan solo dos días del lanzamiento de su libro autobiográfico ‘Nadie se arrepiente de ser valiente’, DIARIO de MALLORCA conversa con la jugadora de 28 años y Virginia responde como siempre, alto y claro.

‘Nadie se arrepiente de ser valiente’ es el título que ha escogido para su libro. ¿Por qué?

Si te digo la verdad, cuando estuve enfermita vi una serie en la que salía un hombre con cáncer y se exigía a sí mismo ser valiente ahora porque mañana quizás no podría serlo. En aquel momento me sentí muy identificada y fue una frase que se me quedó grabada y que me llevó a tomar las riendas de mi vida durante el tiempo que duró la enfermedad. Cuando surgió todo el tema del libro pensé que podía ser un buen título porque resumía mis vivencias y la forma por la que opté para afrontar los problemas.

Precisamente en el libro expone que los valientes se quedan con la seguridad de haberlo intentado... ¿Usted siempre ha hecho todo lo que se ha propuesto?

Quizás antes de que mi vida diera un vuelco, hubo muchas veces en que me quedé con ganas de hacer cosas, pero después de todo lo vivido me propuse a mí misma que no me volvería a quedar nunca con ganas de hacer nada. Me saldrán las cosas mejor o peor, pero siempre las intento.

¿Cómo surge la idea de escribir un libro?

Siempre me ha gustado mucho leer y escribir y siempre había utilizado la escritura como una forma de desahogo para expresar mis sentimientos. Quizás haya a gente que le parezca extraño, pero a mí, en momentos de bajón, siempre me ha ayudado el hecho de compartir cómo me encontraba. Así que cuando me dieron esta oportunidad, no lo dudé ni un segundo. Consideré que era algo que incluso me podía ayudar personalmente y me tiré de cabeza hacia la propuesta.

En dos días verá la luz el libro de Virginia Torrecilla. Delecé

¿Y cómo ha sido el proceso? ¿Ha venido acompañado de algún momento de bajón?

Por supuesto. Ha habido momentos en los que me ha tocado llorar muchísimo escribiendo alguna de estas líneas. Hay capítulos en los que recordar según qué cosas me ha oprimido el corazón, pero también considero que son los más importantes y reflexivos del libro. Espero que la gente pueda ver reflejados todos esos sentimientos. Por suerte, además de vivencias que me han dolido enormemente, también he disfrutado de muy buenos momentos y eso también se lo he querido acercar al lector.

Hablando de escribir, el otro día dejaba plasmado en sus redes sociales el siguiente mensaje: «No pasa nada, vas bien, a tu ritmo, descansa. Permítete fallar. Permítete mejorar». ¿Qué quería decir?

Bueno, estoy bien, de verdad, cada día mejor y esa es la única realidad. Lucho por ser una nueva Virginia, pero sobre todo por ser capaz de rescatar todas esas cosas que antes tenía y a las que no le daba importancia. Por ejemplo, me está costando muchísimo engordar y coger algún que otro kilo de masa muscular. Cosas que parecen sencillas, pero que ahora están ahí. Sé que todavía queda camino por recorrer, pero yo sigo luchando y dando el 100% para poder volver a disfrutar del fútbol como lo hacía antes.

En todo este proceso siempre ha agradecido el trato que el Atlético de Madrid le ha dispensado a usted y a su familia, ¿cree que está llegando el momento de separar sus caminos?

¿Qué voy a decir del Atlético? Gracias a ellos he estado en las mejores manos en todo este proceso y han sido mi familia cuando desgraciadamente no la tenía por culpa del coronavirus. La verdad es que no sé qué pasará conmigo y con este club, pero ojalá pudiera estar vinculada a ellos por y para siempre.

Hablaba hace solo unos días en una entrevista concedida a Relevo del miedo que todavía le genera dar un cabezazo al balón.

Bueno, miedo tengo al día que debo hacerme la revisión para comprobar que el tumor no ha vuelto. Eso es miedo. Ahora me toca dentro de nada y a medida que se acerca el día la angustia va en aumento. De todas formas, lo que quise decir en esa entrevista es que, obviamente, una vez acabo de salir de la operación y paso por todas las sesiones de quimio y radio y poco a poco me voy incorporando a la dinámica del equipo, sí me encontré, en algún momento, con cierta reticencia a darle a la pelota con la cabeza. Pensaba que quizás me podía marear o qué sé yo. ¿Que a día de hoy estoy mucho mejor en ese sentido? Por supuesto. Ahora viene el balón y claro que voy a por él, pero no es lo mismo que antes. Creo que poco a poco estoy consiguiendo asumir esos miedos.

¿En qué ha cambiado la Virginia de hace tres años a la de ahora?

En todo. La Virginia de antes era de las que no pensaba mucho las cosas, muy alocada. Pero la vida me ha hecho madurar a pasos agigantados. Es lo que me ha tocado vivir. Ahora veo la vida de otra forma, pero creo que de la mejor manera posible y es algo que le agradezco a la enfermedad, porque creo que antes eso no lo sabía hacer.

Venía de jugar una media de unos 2.000 minutos por temporada, ¿cómo se gestiona jugar ahora tan poco?

Me encantaría mentirte y decirte que lo llevo bien y que no me cuesta nada, pero no es así. La vida me ha puesto piedras en el camino y las he ido superando, pero cuando crees que ya has pasado lo peor, te encuentras con esto y, la verdad, es algo que me está costando asumir porque para mí el fútbol lo es todo. Siempre he sido una jugadora que he tenido muchos minutos, una futbolista que siempre ha jugado en todos los equipos en los que ha estado y ahora, viéndome bien como me veo, me cuesta mucho aceptar que estoy en el banquillo o que no soy capaz de dar el 100% como lo daba antes. Creo que aún tengo muchas cosas que asimilar: ¡Joder, que he superado un cáncer! ¡Que mi madre está viva después de un grave accidente! Tengo que ver todo lo que me ha pasado como algo positivo y no tirar nunca la toalla.

¿Pero hay algo a lo que antes llegaba físicamente que ahora no llega?

No. Físicamente estoy muy bien. Obviamente aún tengo que coger cuatro o cinco kilos de masa muscular, pero creo que, a pesar de que todavía no estoy compitiendo al 100%, yo me siento bien, cada día mejor. Poco a poco noto que vuelven muchas cosas que habían desaparecido: mi golpeo, el pase largo, la velocidad... Todo eso lo voy puliendo y estoy, de verdad, muy contenta de ver que vuelvo a ser futbolísticamente lo que era. Eso es con lo que realmente me tengo que quedar.

Se fue con 17 años de casa, ha vivido en Barcelona y en Francia y ahora reside en Madrid... ¿Le da la sensación, sin embargo, que es ahora cuando Mallorca parece estar más lejos que nunca?

(Suspira) Tal cual, esa es mi sensación. Cuando era joven no lo pensaba tanto o quizás no quería ni pensarlo. Todo iba muy bien, mi familia estaba bien, yo estaba bien ¿qué importaba que no estuviera con ellos? Pero la vida nos ha cambiado a todos y ahora añoro más que nunca la isla y el poder estar junto a los míos. Creo que no me queda mucho para volver a casa y pienso en ello siempre como algo positivo. Antes me preguntaba qué pasaría conmigo, pero a día de hoy lo veo todo con una perspectiva totalmente diferente.

¿Qué le aportan sus escapadas a la isla?

Sobre todo paz y tranquilidad, y más después de todo lo vivido. Siempre he sido muy familiar, pero en los últimos meses creo que mucho más. Es ahora cuando me doy cuenta de que llevo muchísimos años fuera de casa. En mi familia nos ha tocado vivir una situación que nos ha cambiado la vida a todos y al final todo eso hace que añore muchísimo más la tierra. El día que pueda o me toque volver a casa sé que lo disfrutaré porque será el momento de volver a estar con los míos.

Torrecilla en una de sus escapadas a la isla, durante este invierno. Instagram

¿Cuánto dinero pagaría por poder dedicarse profesionalmente al fútbol en Mallorca?

¡Joder! Pagaría todo el oro del mundo. Además no es algo que solo lo haya pensado yo, es un tema que he hablado muchas veces con Patri (Guijarro) o Mariona (Caldentey). Nos encantaría poder juntarnos a todas y que un club de verdad apueste firmemente por el femenino. Creo que de Mallorca ha salido una gran cantera, hubo un antes y un después, y es una pena que todas nos tuviéramos que buscar la vida lejos de casa.

Fue una de las jugadoras que llevó al Collerense a lo más alto. ¿Le entristece ver ahora cómo esta?

Por supuesto. Me entristece sobre todo ver que en la isla todavía no se esté apoyando al fútbol femenino como a nosotras nos gustaría. Es verdad que el Atlético Baleares ha hecho una apuesta firme por ello y me alegro muchísimo porque además es un club que tiene una base sobre la que sustentarse. En el caso del Collerense, evidentemente me entristece mucho su situación. Después de todo lo que significó para la isla, duele que al final haya acabado así y que, al menos es lo que parece, poco a poco vaya a peor. Ojalá puedan restablecer todo lo que un día crearon y que tanta ilusión despertó en nuestra generación. Ojalá un día puedan volver a ser lo que eran.

Pero ahí sigue Pili, inquebrantable. A esa no la jubila usted.

(Ríe). Ya lo sé ya que no la jubilo. Es alucinante y además, aquí en Madrid, me pasa algo muy curioso. Todas las jugadoras que llegan al Atlético, da igual que sean jóvenes, mayores o de mediana edad, todas la conocen y me hablan de ella. Es una pasada. Pili (Espadas) fue un apoyo gigante para muchísimas de nosotras y siempre ha sido la que ha luchado por el Colle. Creo que el fútbol de Mallorca le debe mucho.

Aplaudía la apuesta que ha hecho el Atlético Baleares por el fútbol femenino de la isla. ¿Echa en falta que un club como el Mallorca apueste también por ello?

Por supuesto, no es la primera vez que lo reivindico y tampoco será la última y, además, me he pronunciado en ese sentido en mis redes sociales en alguna ocasión. Creo que no es algo malo que lo reivindique. El Mallorca siempre ha sido el club más importante de la isla y es una pena que no hayan apostado por una sección femenina. Recuerdo, hace ya unos cuantos años, haber jugado algún partido contra el equipo que tenían, pero desconozco los motivos que llevaron a que este desapareciera. El Mallorca tiene la suerte de ser quien es y juega con una ventaja brutal sobre el resto de clubes. ¿Quién no querría jugar en el Mallorca? Ya tienen el nombre y creo que también las herramientas, por lo que la creación del mismo sería un impulso muy grande para el deporte femenino de las islas y, sobre todo, para el fútbol. Espero y deseo que las cosas cambien.

Precisamente, hablando de esa expansión del fútbol femenino, la FFIB ha apostado ahora por la creación de la LligA 5, una iniciativa en la que las más pequeñas podrán iniciarse en el fútbol enfrentándose a otras niñas. ¿Cómo valora el proyecto?

Si te soy sincera no estoy muy puesta. Es verdad que por las circunstancias que he vivido durante los últimos meses he estado un poco desconectada de todo, pero Chus (Tamurejo) siempre me mantiene al tanto de todas las novedades. Si la Federación cree que realmente puede servir para fomentar el fútbol femenino, bienvenido sea. Ojalá funcione muy bien y de ahí puedan salir muchas niñas que puedan dedicarse a ello.

Virginia, durante un partido reciente con el Atlético de Madrid. Atlérico de Madrid

En el 8M, las futbolistas siguen siendo un ejemplo de búsqueda de oportunidades en un mundo tradicionalmente de hombres. ¿Qué papel cree que juegan en ese sentido?

Pues creo que un papel importante. Tenemos la suerte de tener un altavoz que muchas otras mujeres no tienen y creo que es nuestro deber el saber aprovecharlo. Por suerte, el mensaje que trasladamos ha ido evolucionando con el paso de los años y esa, sin duda, es la mejor noticia. Quiere decir que avanzamos, que no paramos. El fútbol femenino ha venido para quedarse y no tengo ninguna duda de que poco a poco vamos a ir a más.

Le tengo que preguntar por el cisma que atraviesa la Selección. Usted conoce muy bien a las 15 jugadoras que han mostrado su repulsa a seguir viviendo la misma situación. ¿Qué solución hay?

Yo solo puedo desearle todo lo mejor a España. Obviamente, y creo que es lo que deseamos todos y todas, lo mejor es que al Mundial se vaya de la mejor manera posible, pero hasta ahí llega mi opinión. Poco más puedo decir.

Hace solo diez días, otra vez la de siempre, otra vez Alexia recogió el galardón ‘The Best’ a mejor jugadora de la última temporada. ¿Qué significa para el fútbol español?

Alexia para mí es más que una hermana. Creo que después de todo lo que le ha tocado sufrir, que han sido muchas cosas, ahora la vida le está devolviendo un poco de todo lo que le debe. Ella se lo merece más que nadie y que sea galardonada con este premio o con todos los que ya ha recibido demuestra el nivel que poco a poco ha alcanzado España en el fútbol femenino.

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