La juez internacional Ana Sánchez del Campo, la comunicadora Neus Jordi y las regatistas Pilar Lamadrid, Odile Van Aanholt y Freya Black destacan las cualidades de la vela para facilitar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Todas ellas han navegado en el Trofeo Princesa Sofía Mallorca, que este año cita a toda la familia de la vela olímpica del 29 de marzo al 8 de abril en aguas de la bahía de Palma.

Ana Sánchez del Campo es toda una eminencia. Juez internacional de regatas desde el año 1996, ha formado parte del jurado de la competición de vela en los últimos cinco Juegos Olímpicos. También estará en París 2024, esta vez como presidenta del jury internacional. "Considero que la vela es un deporte igualitario -opina-, porque verdaderamente no hay nada hoy en día que limite el acceso de las chicas a la vela sólo por el hecho de ser chicas". Reconoce que "hace muchos años el mundo del mar y el mundo de las regatas eran un coto de hombres" y admite que las mujeres aún se encuentran con algunas barreras, por ejemplo en cuanto al acceso a patrocinadores.

"Al llegar a las categorías sénior, el abandono de la vela por parte de las mujeres también es mayor que por parte de los hombres por diferentes razones que tienen mucho que ver con el desarrollo personal de cada una, pero hay opciones de continuar si quieren, y también se están desarrollando estrategias para que al dejar la vida competitiva las mujeres puedan acceder a otros ámbitos del deporte", como a los jurados y a otras posiciones dentro de la organización de regatas. En opinión de esta juez, que presidió el jurado del Trofeo Princesa Sofía en numerosas ocasiones, "la regata mallorquina ha contribuido al desarrollo de muchas oficiales y muchas jueces internacionales, y es una buena plataforma para que todas estas posiciones tengan visibilidad".  

Ocupa una de estas posiciones en la organización de regatas la periodista mallorquina Neus Jordi, componente del gabinete de prensa del Trofeo Princesa Sofía desde el año 2005. Ha cubierto los últimos cuatro Juegos Olímpicos: en Pekín 2008 y en Londres 2012 fue la jefa de prensa de la Real Federación Española de Vela, y en Río 2016 y en Tokio 2020 formó parte del equipo de comunicación de World Sailing, en la última cita como subdirectora de comunicación. "Japón fue muy especial para las mujeres, porque fueron los Juegos más igualitarios de la historia en términos de género: la representación femenina alcanzó un récord del 48%. Y por primera vez tuvimos parejas de chico-chica como abanderados en la ceremonia de apertura, lo que fue muy emotivo", recuerda.

En vela se logró una representación femenina del 50% entre los regatistas. "Pero vimos a más hombres subir al podio, porque teníamos cinco eventos masculinos, cuatro femeninos y uno mixto. Esto en París 2024 por fin se solventa, con cuatro eventos masculinos, cuatro femeninos y dos mixtos, el equilibrio total". El Nacra 17 se estrenó como primera clase olímpica mixta en Río 2016, "un experimento interesante y exitoso, que dio para llenar muchas páginas y hacer muchas preguntas".

En Marsella le sigue el 470 como nueva clase mixta: "Ya era hora que lográramos este equilibrio absoluto. Han tenido que pasar 124 años desde que las primeras mujeres compitieran en los Juegos Olímpicos, algunas de ellas regatistas", argumenta Neus Jordi. Fue en París 1900: 22 mujeres consiguieron este hito, el 2,2 por ciento del total de 997 atletas, y participaron en cinco deportes: vela, tenis, golf, equitación y cróquet. A falta de poco menos de un mes para el inicio del Sofía, ya son mas de 500 las mujeres preinscritas, el 40% del total de regatistas que competirán por la gloria en esta 52 edición.

Las olímpicas de hoy

Precisamente, la inclusión de las clases mixtas es una de las iniciativas que celebran las actuales regatistas olímpicas. No es algo exclusivo de la vela, ni mucho menos, pero los deportes más mediáticos normalmente segregan y tienen ligas masculinas y femeninas separadas. "Desde mi experiencia como regatista de windsurf, creo que la vela es un deporte bastante igualitario, ya que desde chiquititos competimos juntos chicos y chicas", reflexiona la windsurfista española Pilar Lamadrid. "Sí que es verdad que a medida que vamos creciendo se va haciendo más notable esa diferencia física entre chicos y chicas, que es inevitable".

La holandesa Odile Van Aanholt, nominada el año pasado como Rolex World Sailor of the Year junto a su tripulante Annette Duetz tras haber conquistado el título mundial y el subcampeonato europeo en 49er FX, argumenta que "el hecho de que en este deporte tengas que usar casi por igual tus habilidades mentales y tus habilidades físicas para rendir al máximo nivel lo convierte en un deporte único, y eso es lo que lo hace tan igualitario para mujeres y hombres, hasta el punto de que pueden competir juntos casi en igualdad de condiciones”.

En este sentido, las clases mixtas son un acierto. "Son una oportunidad increíble de que chicos y chicas puedan experimentar juntos y lleven los límites del deporte más allá", argumenta la británica Freya Black, que navega en 49er FX junto a Saskia Tidey.

Para Lamadrid, "son un auténtico reto: ya es difícil de por sí navegar en pareja en un mismo barco, aún siendo del mismo género, así que juntar a un hombre y a una mujer es una idea genial, porque combinas lo que nos caracteriza a las mujeres, esa parte un poquito más psicológica y más reflexiva, con el carácter de los hombres, más impulsivo y físico". Van Aanholt, que en el 52 Trofeo Princesa Sofía Mallorca espera revalidar el título que consiguió el año pasado, puntualiza que no es una iniciativa tan novedosa: "Las clases mixtas es como volver a los inicios: chicos y chicas competimos juntos, como solíamos hacer en Optimist de pequeños".

Las tres regatistas coinciden en la importancia de crear referentes femeninos para las nuevas generaciones, con el objetivo de aumentar la representación femenina. "La vela es un deporte originalmente masculino, y aún hoy es predominantemente masculino, aunque somos cada vez más las mujeres que lo practicamos", recuerda Pilar Lamadrid, que ultima su preparación para competir en el Sofía en la clase iQFOiL.

Para Freya Black, "la clave son las clases juveniles, y asegurarse de que las chicas jóvenes disfrutan navegando, tienen los apoyos y la guía correcta para poder perseguir una carrera olímpica". La regatista española de iQFOiL lo tiene claro: "Tenemos la misma capacidad de desarrollar nuestras habilidades tácticas, estratégicas, psicológicas y físicas que los hombres, con lo que podemos estar perfectamente al mismo nivel que cualquier regatista masculino". Lo demostrarán en París 2024. Y, antes, en el 52 Trofeo Princesa Sofía Mallorca.