La estadística de este siglo resume el partido entre Mallorca y Elche en Son Moix: 20 derrotas en 34 partidos jugados contra colistas de la Liga. Al Mallorca le tiemblan las piernas ante equipos con problemas o hundidos como es el caso de este Elche que llegaba a la isla con 9 puntos en 23 partidos.
Ciñéndonos al jugado este sábado, el equipo de Javier Aguirre salió atolondrado, queriendo marcar el segundo gol antes que el primero y dando paso a la precipitación por encima de la paciencia y el juego elaborado, entre otras cosas porque no se siente cómodo elaborando, no es lo suyo.
Este Mallorca prefiere que la iniciativa la lleve el contrario y si tiene que asumir ese rol confunde la velocidad con el tocino.
Errores en defensa, poca puntería y un buen portero rival acabaron con un Mallorca cuyo mejor efectivo fue el portero Rajkovic, y eso tampoco es una buena señal.
Y después está el VAR. Ciertamente duele mucho marcar el empate en el minuto 96 y que te lo anulen, pero guste poco o nada, lo cierto es que en la jugada inicial, Maffeo se quita al defensa con un golpe en la cara y si fuera al revés, pensaríamos que así fue y celebraríamos la anulación. No podemos dejar que el lío del VAR oculte las carencias anteriores.