El deporte trae intrínsecos valores como la igualdad, la deportividad y el compañerismo. Ganar es importante, pero hacerlo limpiamente y dando una buena imagen es vital. El Sala Zaragoza, de Primera División femenina, dio este pasado fin de semana una masterclass de cómo se debería competir en el deporte y mostró unos valores que difícilmente se podrán borrar. Las de Chus Muñoz lograron vencer 5-9 al Marín Futsal en un partido en el que más allá de la importante victoria, se recodará por la muestra de deportividad que se produjo. Y es que Giba, jugadora del Sala Zaragoza, adelantó a las aragonesas a los cuatro minutos de juego, pero en ese momento, desde el propio club zaragozano se percataron de que había una jugadora del Marín tendida sobre el parqué justo en la jugada del gol. Con todo esto decidieron dejar a la jugadora local, Ale de Paz, anotar un gol como muestra de justicia, igualdad y juego limpio.

Chus Muñoz, dirigente y entrenador del primer equipo del Sala Zaragoza, destaca que "cuando marcamos gol interpreté que la chica del equipo contrario había recibido involuntariamente un golpe en la cara que le hizo ir al suelo y ahí hubo un ventaja que entendimos que no fue fruto del propio juego. Entonces, como no pudimos eliminarlo, ordené a las jugadoras que nos dejáramos meter gol", explica el míster, que recibió la gratitud del Marín Futsal. "En el mismo momento de la acción, el entrenador pasó de pista, me dio la mano y me lo agradeció. También varios directivos del club. El partido lo llevamos bastante bien", puntualizó.

De hecho, antes de esta acción, el equipo zaragozano recibió un par de jugadas ofensivas del Marín Futsal. "Nuestra portera Ana Eliza estuvo espectacular, pero si teníamos que ganar debía de ser de forma limpia. Ellas se pusieron 2-1. Evidentemente el 1-1 nos lo dejamos marcar, pero se volvieron a adelantar a los pocos minutos. Las chicas estuvieron con una gran resiliencia y pudimos llevarnos tres puntos. Fuimos el equipo que más goles marcó en esta jornada 16, aunque es cierto que encajamos cinco, que es nuestro talón de Aquiles, y eso que se defendió muy bien, pero hay situaciones que no dominamos debido a la inexperiencia del equipo", recalcó Muñoz, que entendió rápidamente la situación, pues "no es la primera vez que lo hacemos y no será la última. También soy entrenador de niñas de 12 años y quisimos demostrar que no todo vale para ganar. Hay que ser señoritas en la pista y transmitir valores deportivos".

Por si fuera poco, este partido era vital para el Sala Zaragoza, que no está cuajando una gran temporada en la que suma 10 puntos tras dos victorias, cuatro empates y diez derrotas en 16 jornadas en Primera División. Asimismo, las de Chus Muñoz se encuentran tan solo un puesto por encima del descenso, empatado a puntos con el Rayo Majadahonda, que va 14º. "No ganábamos fuera de casa desde junio. Es un proyecto muy arriesgado, pero hemos sido capaces de haber salido de la zona de descenso. De 30 o 40 puntos, llevamos 10, pero aún nos quedan por lo menos 20. Eso significa ganar 7 partidos más. Las chicas entrenan muy bien, derrochan mucho trabajo y esfuerzo. Hacía mucho tiempo que no estaba trabajando tan a gusto tanto con el staff como con las jugadoras".