La Real Sociedad ganó al Rayo en un partido que dominó desde la primera parte con los goles del noruego Alexander Sorloth y Ander Barrenetxea y sumó tres puntos muy valiosos que le igualan en la clasificación al Real Madrid, segundo de la tabla.

El equipo vasco, tras ocho victorias consecutivas y clasificado para cuartos de final de la Copa del Rey, llegó a Vallecas lanzado en cuanto a resultados pero con cierta preocupación por la gran cantidad de bajas con las que se presentó en el coliseo madrileño.

Del rombo mágico que están formando Martín Zubimendi, Mikel Merino, Brais Méndez y David Silva se cayeron dos piezas, Zubimendi por sanción y Merino por lesión. Imanol Alguacil decidió apostar en su lugar por Asier Illarramendi y el joven Pablo Marín, que se adaptaron perfectamente al esquema táctico y rindieron a un gran nivel.

El Rayo salió al césped con mucho ímpetu y mucha entrega, aunque sin crear apenas peligro, salvo con las llegadas por los extremos de Isi Palazón y Álvaro García, pero fue la Real Sociedad la que en su primera llegada acertó con el gol.

A los catorce minutos, David Silva recuperó un balón tras un saque de banda del Rayo, inició la carrera hacía el área y asistió a la espalda de Fran García para que Alexander Sorloth rematara por bajo ante la salida de Stole Dimitrievski.

A partir de ese gol, la Real Sociedad impuso su jerarquía y dominó el partido ante la impotencia del Rayo, al que tanto orden le impidió desarrollar su habitual juego vertical con la velocidad por las bandas en busca de Sergio Camello, muy desasistido en toda la primera mitad.

Antes del descanso, la Real Sociedad amplió su ventaja en el marcador. Lo hizo tras un saque de esquina por la izquierda que Aritz Elustondo prolongó en el primer palo y en el segundo, totalmente solo, Barrenetxea empujó a gol.

En la segunda parte, el Rayo dio un paso adelante y su táctica le valió para ganar metros y empezar a multiplicar sus acercamientos sobre la portería de Alex Remiro, que salvó a su equipo con una parada muy buena a los dos minutos de la reanudación a un cabezazo de Santi Comesaña, que saltó al césped al descanso.

Poco después fue Álvaro García el que se encontró un balón dentro del área de la Real Sociedad y su remate se estrelló en la cara de Illarramendi para desesperación de la afición vallecana, que comprobó con impotencia como su equipo era incapaz de hacer daño al conjunto vasco.

Pablo Marín, tras una jugada individual que terminó con un disparo que obligó a estirarse a Dimitrievski, pudo sentenciar el choque para la Real, que acabó celebrando el noveno triunfo consecutivo de la temporada que le permite seguir imparable y también asentado en la zona noble de la clasificación.