No, no es el resultado de la final del Mundial de Catar, es el resultado del sempiterno duelo pendiente entre Maradona y Messi.
Al final, muy al final, en la tanda de penaltis se resolvió una final histórica por muchos motivos y al final de los finales, el empate entre ambos que ni da ni quita merecimientos y que no otorga quién es el mejor de los dos, sino que cada uno en su momento, se ha resuelto con este empate.
Simplemente es historia de los Mundiales, como pudo haber sido también historia en el caso de que Mbappé hubiera logrado, a sus 23 añitos, un segundo título que le situaba a las puertas de los inigualables tres que consiguió Pele´, también el mejor, en su época.
Ya está. Ya empataron. Ya no se puede decir que uno lo consiguió y el otro no, y que tal y cual. Pero ¿y ahora qué? ¿habrá que buscar nuevos ídolos? ¿serán mejores los que lleguen que los que se van?
Argentina salió a esta final a por ella desde el principio mientras que Francia ya perdía por 2-0 cuando se quiso dar cuenta de que estaba en la misma final.
A diez minutos del final, los argentinos se derrumbaron a los pies de Mbappé y el empate a dos les llevó a la prórroga donde volvieron a marcar los señalados, Messi y Mbappé.
El empate a tres condujo esta trepidante final a los penaltis que empezaron ¿saben cómo? con goles de Messi y Mbappé otra vez, pero con más continuidad argentina que francesa.
Ahora, después del empacho mundial de fútbol volveremos al fútbol doméstico, que nos es ni mejor ni peor, simplemente es la comida de cada día y después de los excesos, bueno es recuperar otra vez la sopa caliente y el filete con patatas.
