La selección de Luis Enrique ha pasado en apenas una semana de soñar con conquistar su segundo título mundial a estar durante tres minutos fuera de la cita de Qatar. España mostró su peor cara ante una modesta selección japonesa a la que le bastó un arreón en los primeros minutos del segundo tiempo para tumbar a su ilustre rival.
Al joven equipo de la Roja se le atragantó la poblada defensa de los asiáticos. Luis Enrique hizo autocrítica -«si hubieran necesitado tres nos los habrían marcado», dijo-, pero lo estropeó después al manifestar que Japón solo tiró tres veces a la portería de Unai Simón, la primera con un error garrafal de Unai Simón. La pregunta que habría que hacerse es cuántas veces remataron sus jugadores en la segunda parte. Ninguna, o una como mucho en un inocente disparo de Marco Asensio. Toca ahora Marruecos, un rival a priori también asequible, pero si no se ve una reacción, hay que ponerse en lo peor.