El fiscal Luis García Cantón ha retirado los cargos contra los acusados de corrupción entre particulares y estafa del 'caso DIS' o 'caso Neymar 2': desde el jugador brasileño, a su padre y a su madre, a los expresidentes del Barça Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, así como al expresidente del Santos, Odilio Rodrigues, y a los dos clubs.

La acusación pública sostiene que los imputados no han cometido ningún delito, ni simulado ningún contrato, porque el caso no se ha construido en base a pruebas, "ni siquiera indiciarias", sino en "presunciones". La fiscalía reclamaba dos años de prisión para Neymar y hasta cinco para otros acusados, además de inhabilitación y multas de entre tres y diez millones.

La empresa DIS, que tenía el 40% de los derechos del delantero y que presentó la denuncia por no haber cobrado la cantidad que, a su entender, le tocaba, mantuvo la imputación para todos los encausados, menos para la madre del deportista, Nadine Gonçalves, que, por lo tanto, resultaba ya absuelta. Ante esta situación, las defensas de los acusados ha reclamado unánimemente que se condene a costas (pagar los gastos de los abogados) a la acusación particular (DIS y y la Federación de Asociaciones de Atletas Profesionales, FAAP) por "temeridad" y "mala fe" al haber presentado la demanda judicial.

Códigos civiles pisoteados

En su informe final, el fiscal argumentó que "sí se ha demostrado" que "uno, dos o tres acusados pisotearon, incluso con alegría, al menos dos códigos: el civil brasileño y el catalán, además de reglamentos de la FIFA", pero "desde luego no" el Código Penal. Aludió a que parece ser que en el mundo de fútbol "contratos están para romperlos" y, si no gustan, se cambian. A su entender, la empresa DIS puede considerar que Neymar le causó un perjuicio, pero "erró en la jurisdicción" y debió ir a la civil y no a la penal".

"En noviembre del 2011, el FC Barcelona paga 40 millones. No es un soborno, es una prima de fichaje que consiste en una cantidad extra que un club paga a un jugador por el mero hecho de que venga a ese club, y eso no está prohibido y no es delito", espetó. Tampoco consideró una simulación ni el préstamo al delantero, ni los contratos que se firmaron con el Barça con el Santos para disputar un partido, que no se celebró, y para la opción de compra de tres jugadores. "Es una inversión arriesgada pagar tres millones y ser un bluf, sí. Es una opuesta de riesgo. Si sale bien, puedes tener Neymar y, si no, pues pierdes. No es delito, no se simula nada", recalcó.

Como unas "arras"

Sandro Rosell declaró en el juicio que él solo fijaba "los límites económicos" de la contratación (y de cualquier otra que se produjera) como máximo representante de la institución y que "el líder de las negociaciones" con el Santos y el futbolista era Raul Sanllehí, entonces el director de fútbol del club.

Rosell recordó que se reunió solo una vez con el padre de Neymar en Miami, donde estaba de vacaciones, para corroborarle que el Barça estaba interesado en el jugador. "Le dije que si su hijo quería dar el salto a Europa, por su manera de jugar el equipo ideal era el Barça", declaró. Admitió que se firmó un contrato de 40 millones de euros por los derechos del jugados y que a la familia del futbolista se le hizo un préstamo de 10 millones, una cantidad que comparó con "las arras" que se pagan para asegurar la compra de una vivienda.

Sandro Rosell prestando declaración en la Audiencia de Barcelona. EP

El adelanto del fichaje Neymar, previsto para el 2014 tras el Mundial de Brasil a un año antes, al 2013, se debió al interés que tenía Tito Vilanova, el entrenador azulgrana, por esa incorporación. "Era un profesional que vivía, soñaba y moría por el Barça", testificó Rosell, aludiendo a la enfermedad que sufría el técnico, y por la que seguía un tratamiento en Nueva York (Estados Unidos).

La alusión a Cruyff

El exdirigente atribuyó el pago del traspaso de 17,1 millones al Santos al mero hecho de anticipar la adquisición de Neymar, no un año, sino solo "seis meses" por la distinta cadencia del calendario futbolístico "del hemisferio sur". "Pagamos los 17,1 porque nos pilló de buen pie, porque lo suyo era esperar seis meses y pagar cero", declaró, antes de aportar una segunda razón, aludiendo a Johan Cruyff sin citarlo: "Como dijo uno muy famoso, el dinero ha de estar en el campo y no en el banco".

"Pagamos los 17,1 porque nos pilló de buen pie, porque lo suyo era esperar seis meses y pagar cero"

Sandro Rosell - Expresidente del Barça

Rosell recalcó que no conocía a la empresa DIS, que poseía el 40% de los derechos económicos del jugador, y a la que llegó a calificar de "fondo buitre" durante su declaración. "De todo lo que viene detrás desde el punto de vista jurídico, yo no me encargaba, porque tenemos un grupo grande de personas que lo hace, pues los clubs importantes se gestionan como empresas grandes", afirmó Rosell en su intervención.

El imputado, que se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel, desvinculó a su entonces vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, de las decisiones sobre el delantero, alegando que solo firmó el contrato por una cuestión protocolaria. Bartomeu, como Rosell, adelantó que no contestaría a los abogados de la acusación, pero solo recibió preguntas de su abogado simplemente para que quedara constancia de que no intervino en las negociaciones y que su firma solo obedecía a un criterio protocolario. El representante del Barça, Sergi Atienza, solo respondió a una pregunta.José Domingo Barral Amoedo, expresidente del grupo Sonda, matriz de DIS, negó que su empresa sea un fondo de inversión y aclaró que las demandas se presentaron a raíz de que sospechasen que el Santos les engañó, primero ocultando que hubiera negociaciones y luego con el precio. Las sospechas se reforzaron a raíz de que el club les pagara inmediatamente el 40% de los 17,1 millones presuntamente oficiales del traspaso pese a que el Santos les debía dinero de otras operaciones parecidas anteriores en las que DIS tenía parte de los derechos económicos de otros jugadores.

"El valor del futbolista era mucho más alto, porque el Barcelona y el Real Madrid habían ofrecido antes mucho más dinero por el fichaje", consideraba Barral. A su juicio, los 7,9 millones por el derecho preferencial de tres jugadores y los 4,5 millones por un amistoso que no se jugó formaban parte de la operación.

Josep Maria Bartomeu, durante su declaración. EP

Corrupción y estafa

Neymar Jr está siendo juzgado en la Audiencia de Barcelona por presunta corrupción entre particulares por su contrato para fichar por el Barça y por el que la fiscalía reclama dos años de prisión y 10 millones de multa, mientras la acusación particular, ejercida por la compañía brasileña DIS, que tenía el 40% de los derechos federativos del jugador, solicita cinco años de cárcel. En el banquillo también está su padre, Neymar da Silva Santos, su madre, Nadine Gonçalves, el exdirigente del Santos Odilio Rodrigues, el que fuera presidente del FC Barcelona Sandro Rosell, y su vicepresidente en la fecha de los hechos Josep María Bartomeu (la fiscalía no le acusa). 

El entonces máximo mandatario azulgrana y el padre del delantero brasileño, que representa a su hijo, acordaron que el Barça pagaría 40 millones al jugador para asegurar su fichaje en 2014, cuando quedara libre del Santos, y que le anticiparía 10 millones en el momento con la condición de que Neymar debía devolver el dinero si incumplía el acuerdo. Este compromiso hizo que ya en 2011 Neymar se comprometiera a fichar por el Barça en el futuro. Al final, se procedió a su traspaso seis meses antes, en el 2013.