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Opinión

La irritante lenta reacción de Aguirre en los cambios

Bien puesto el Mallorca sobre el terreno de juego, el técnico consigue maniatar a sus rivales con el marcador igualado o en contra, pero acordándose de atacar demasiado tarde

Galarreta disputa el balón a Gudelj, autor del gol del Sevilla el sábado en Son Moix. Efe/Cati Cladera

Ocurrió el sábado ante el Sevilla y, previamente, en otros partidos. Javier Aguirre reacciona casi siempre demasiado tarde cuando está por debajo en el marcador, casi sin tiempo para buscar la igualada. Un detalle que no pasa desapercibido en la grada, en donde se percibe ya un run-run de entre lamento y desesperación por la tardanza en los cambios que den al equipo un mayor poder ofensivo. Contra el conjunto andaluz, el mexicano no prescindió de un central, Copete, hasta el minuto 78, 26 después de que Gudelj batiera a su compatriota Rajkovic. Solo Aguirre sabe lo que piensa, pero desde fuera da la impresión de que, incluso con el marcador en contra, prima que no le marquen a batir la portería rival. Llueve sobre mojado. Ante el Barcelona, Lago entró por Galarreta a seis minutos del final cuando el equipo perdía desde el minuto 20; y en la segunda jornada, contra el Betis, Abdón y Lago entraron en los últimos minutos con 1-2 en el marcador. El equipo buscó el empate ante el Sevilla cuando pasó a jugar con dos puntas claros. El resto del partido, salvo los diez primeros minutos, fue un tostón, con los rojillos conformes con la igualada y a merced de un Sevilla que tenía el balón, eso sí, sin crear peligro en la portería de Rajkovic. El Mallorca necesita mucho más para anotarse la victoria, por ejemplo, una pizca más de ambición pese a sus muchas limitaciones, que las tiene.

Conseguido el objetivo del título mundial, llega ahora lo más difícil para Izan Guevara, mantenerse en lo más alto en Moto2

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Izan, campeón de cuna

El piloto mallorquín se ha proclamado en la madrugada del domingo campeón del mundo de Moto3, siguiendo la estela del gran Jorge Lorenzo y de Joan Mir. Hijo del barrio palmesano de s’Indioteria, solo su cabezonería le ha permitido llegar a lo más alto con 18 años recién cumplidos, como bien explicaba su madre, Marga Bonnín, en el magnífico reportaje de Elena García el pasado viernes en estas páginas. Izan, conocido en su equipo como Jordan por vestir como lo hacía el ilustre baloncestista de Chicago Bulls, ha dominado el Mundial de manera insultante. Conseguido el objetivo, ahora llega lo más difícil, mantenerse en lo más alto en una cilindrada superior, Moto2, el paso previo al salto a la categoría reina. Por méritos propios, Izan Guevara, con un desparpajo impropio de su edad, ya figura entre los deportistas mallorquines más destacados. Y es que, ser campeón del mundo en una disciplina tan compleja y arriesgada como el motociclismo, no está al alcance de cualquiera. El presente es suyo, y de que el futuro también lo sea solo depende de él. Con el hambre y la pasión que demuestra por su deporte todo le va a ser mucho más fácil.

La lógica indignación de Virginia Torrecilla

La futbolista mallorquina del Atlético de Madrid no dejó indiferente a nadie esta semana cuando colgó en las redes sociales el comentario de un taxista cuando se enteró de la profesión de su clienta: «Las mujeres no deberían jugar a fútbol», respuesta que dejó «en shock» a Torrecilla. Actitudes como la del conductor hacen más difícil el ansiado y largo camino de la igualdad entre sexos, en el deporte y en todos los ámbitos de la vida. Hace bien la de Cala Millor en publicitar este tipo de gestos machistas, que sin duda ayudan a concienciar a la sociedad de que así no se puede ir por la vida. 

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