Los Phoenix Suns buscan nuevo dueño. El máximo mandatario Robert Sarver, que en su portafolio cuenta también con el Real Mallorca, venderá la franquicia tras el escándalo por comportamiento abusivo y racista con sus empleados. Cuenta con el 35% de una entidad valorada en 1.800 millones de dólares, que incluye a las Phoenix Mercury de la WNBA.

Entre los potenciales compradores ya figuran Jeff Bezos, fundador de Amazon, o Robert Iger, ex consejero delegado de Disney, según asegura 'ESPN', la cadena que impulsó la investigación sobre Sarver con un reportaje publicado en noviembre del año pasado.

Una fuga de patrocinadores, encabezados por las amenazas de PayPal, y el rechazo del mundo del deporte estadounidense, liderado por estrellas como LeBron James o Chris Paul, llevó a Sarver a la decisión de desprenderse de una franquicia que dirigía desde 2004. Comprar sus cuotas costará más de 600 millones de dólares.

Su salida fue celebrada por LeBron James, feliz por ayudar a la NBA a construir un ambiente laboral más sano, y también por el comisionado de la liga estadounidense, Adam Silver, quien consideró este paso como necesario "para la franquicia y la comunidad".

Los Suns evitarán pérdidas millonarias en dinero de patrocinadores. PayPal, que paga tres millones anuales al equipo, amenazó con no renovar el contrato si Sarver hubiera seguido al mando; la plataforma tecnológica Socios.com, el ron filipino Tanduay Asian Rum y la empresa científica Footprint, que luce su nombre en el estadio, son otras marcas que financian a la entidad y que podían verse afectadas por el escándalo.

Uno de los equipos más competitivos en la actual NBA, todavía con la espina clavada de ganar un anillo de campeones, los Suns están valorados en 1.800 millones de dólares, según estimas de 'Forbes', que los colocó en la posición 18 entre las franquicias más valiosas de la liga.

De acuerdo con estos números, adquirir el porcentaje de los Suns y de las Mercury que pertenecía a Sarver costará cerca de 630 millones de dólares.

Pese a estar muy lejos del podio de las franquicias más valiosas de la NBA, en una clasificación liderada por los New York Knicks (5.800 millones), Golden State Warriors (5.600 millones) y Los Ángeles Lakers (5.500 millones), la entidad de Arizona representa una importante oportunidad de negocios, con el reto de coronar el proyecto con un anillo.

Los Suns llevan años compitiendo en lo más alto de la NBA. Solo los Milwaukee Bucks del griego Giannis Antetokounmpo les negaron la gloria en las Finales de 2021 y en la última campaña los hombres de Monty Williams tuvieron el mejor balance de la temporada regular (64-18), antes de caer contra los Dallas Mavericks en las semifinales de la Conferencia Oeste.

El próximo dueño tendrá el desafío de guiar a la franquicia hacia el último paso para coronar un proyecto deportivo en el que Devin Booker es la estrella más brillante y en el que el veterano Chris Paul, a sus 37 años, quiere poner el broche a su carrera.

Los Suns compiten además en un Footprint Center que fue recientemente remodelado tras una inversión de más de 200 millones de dólares. El estadio incluye el bar de deportes más grande de Arizona y los aficionados están hambrientos de éxitos.

La pasión por los deportes está en lo más alto en la zona y el próximo febrero Arizona será sede del Super Bowl, en el State Farm Stadium de Glendale, a pocos kilómetros de Phoenix.