El partido de segunda ronda del Abierto de Estados Unidos entre Rafa Nadal y Fabio Fognini fue complicado para el tenista mallorquín pese a llevarse la victoria. Durante el tercer juego del segundo set, después de que el italiano se llevara el primero por 2-6, el manacorí se dirigió a la grada para hablar con su equipo, entre los que se encontraba Carlos Moyá, para asegurarles que se encontraba "como con ansiedad".

Los ánimos de su cuerpo técnico no tardaron en llegar y trataron de tranquilizar a un Nadal que poco a poco iba encontrando las buenas sensaciones que le permitirían conectarse al partido y remontar un encuentro muy complicado que llegó a perder 2-6 y 2-4.

Los sustos no terminaron ahí. En el cuarto parcial, cuando iba ganando 3-0, Nadal sufrió un golpe en la nariz de forma involuntaria con su raqueta que le provocó un corte. El mallorquín se tumbó en el suelo para ser atendido y llegó a pensar que se la había roto. "Al principio pensé que me había roto la nariz, hacía mucho daño. Parece que no está rota, aunque no estoy seguro. Se está hinchando, pero es solo un golpe", afirmó Nadal en la rueda de prensa posterior al encuentro.

Pese al aparatoso corte y al fuerte golpe en la nariz, el mallorquín consiguió imponerse por 2-6, 6-4, 6-2 y 6-1 y se cita en la tercera ronda con el francés Richard Gasquet.

"Sabía que tendría algún problema (tras el golpe), pero al final gané ese juego. Lo más importante en este deporte es que cuando estás jugando mal, no tienes que estar demasiado lejos en el resultado, y cuando juegas bien, tienes que intentar acelerar", afirmó.