El alero Álex Abrines (Palma, 1993) no sabe por qué su Barça, el mejor equipo de Europa durante la fase regular del curso pasado, se hundió a la hora de la verdad, pero está convencido de que los fichajes de este verano permitirán al cuadro catalán llegar más fresco a la recta final de la temporada.

A punto de iniciar su octava campaña en el Palau Blaugrana, el alero mallorquín, uno de los ausentes en el Eurobasket, recuerda que el objetivo marcado no puede ser otro que "competir por todo" justo antes de la sesión matinal de entrenamiento en en el pabellón barcelonista.

¿Con el paso de los años es más fácil asimilar las decepciones y empezar de nuevo?

Perder me duele mucho, aunque no es lo mismo que hace quince años. Ahora lo ves con otra perspectiva, le das la importancia que tiene y lo dejas atrás más fácil. Todos queremos ganarlo todo, pero a veces no puede ser y el año pasado nos tocó perder. No puedes hacer nada para cambiar el pasado, hay que mejorar e intentar ganar el año que viene.

¿Cómo explica el bajón experimentado al final del curso pasado?

No sé cuál fue el problema. Fue un año raro, con muchas lesiones durante el año, pero el nivel del equipo era el más alto de Europa. Al final nos pegó el bajón físico y mental en el peor momento. Es algo a lo que todo el mundo ha dado vueltas. Los entrenadores y preparadores físicos, los primeros.

Se llegó a cuestionar si Jasikevicius había quemado a la plantilla por ser tan exigente.

El del primer año era el mismo 'Saras' y acabamos ganando la liga con nuestro mejor nivel, aunque se nos escapó la Euroliga. Quizás hay que cuidar más las cargas. El equipo de este año va dirigido a eso, a intentar que jugadores como Mirotic o Higgins, los más importantes, lleguen más frescos a la recta final y, con los fichajes que hemos hecho, prescindir de ellos en algún partido más.

¿Se planifica la temporada pensando en eso?

Está muy bien quedar primeros de grupo, pero lo más importante es llegar bien a los momentos donde te juegas las castañas. De nada sirve estar a un nivel de diez durante ocho meses y en los dos últimos bajar a un seis. Hay que planificar para no bajar del ocho y subir en los momentos clave.

¿Cómo valora los fichajes de este verano?

Son muy buenos. Algunos con experiencia, otros jóvenes, y también jugadores de rol. Todos van a encontrar su sitio. Es pronto para preguntar cómo funcionaremos, pero si hay química vamos a competir por todo. Ese es el objetivo. El Barça tiene que apuntar a lo más alto y todos queremos ganar tantos títulos como sea posible.

Álex Abrines, antes del entrenamiento del Barça en el Palau Blaugrana Alejandro García

¿Cree que el equipo cambiará su estilo de juego?

No creo. Es cierto que como bases Satoransky y Calathes son bastante diferentes, pero los aleros son casi los mismos, aunque Kalinic juegue más al poste bajo. Vesely es un pívot móvil, igual no tan tirador como Davies, pero para eso hemos fichado a Tobey. Salvo pequeñas cosas, el juego será casi el mismo.

¿Se alegra de coincidir de nuevo con Satoransky?

Tengo ganas de que acabe ya el Eurobasket y venga. Jugamos dos años juntos y lo pasamos muy bien. No ganamos todo lo que podríamos haber ganado, así que ojalá podamos levantar muchos títulos juntos. Es un gran jugador, nos va a ayudar mucho.

¿Cómo es su relación con Jasikevicius, qué le pide?

Es buena, como con todos. Por suerte compartí vestuario con él como jugador y nuestra amistad viene de lejos. Como tirador me pide que cuando salga y esté solo, lance. Da igual que falle. En defensa, a todos nos pide intensidad y cometer el mínimo de errores posibles.

Pese a las lesiones, entre marzo y abril tuvo fases de mucho acierto en el tiro. ¿Ser más regular es un reto personal?

Los tiradores somos jugadores de rachas, pero he aprendido a que estos altibajos no me perjudiquen tanto. Intento aportar más en defensa, rebote o jugando sin balón. Mantenerse en un 45% en triples es muy complicado a este nivel.

Esta será su octava temporada en el Barça. ¿Se ve siendo capitán del equipo?

Ser capitán es un honor, pero no tiene por qué cambiar la manera de trabajar o sentirse respecto al equipo. Haré lo mismo siéndolo o no. Siempre voy a estar disponible para lo que quiera el entrenador e iré con todo a cada partido, juegue diez o treinta minutos.

El Barça venía de una racha muy positiva contra el Real Madrid, que se invirtió al final del curso pasado. ¿Puede pesar?

No. Somos un equipo renovado y cada año es diferente. No hay que pensar en lo que pasó, más allá de que nos ganaron al final de temporada, tenemos esa espina clavada y saldremos con más ganas.