Pep Sansó llega con ganas a la presidencia de la Federació Balear de Fútbol. Recogiendo el testigo de Miquel Bestard, que presentó su dimisión el pasado julio tras casi veinte años en el cargo, el dirigente de Vil·lafranca señala que una de sus preferencias es trabajar "con y para los clubes", siendo el modelo de competición una de las principales a tratar en los próximos meses. "El sistema organizativo del fútbol balear ha de ser el que los clubes demandan. Tenemos que hacer un gran trabajo de aquí a la próxima temporada para decidir qué modelo es el más adecuado para nuestro fútbol", ha explicado en rueda de prensa.

Acompañado de todo su grupo de trabajo, en el que las novedades son Jordi Horrach como nuevo director general; José Tirado, responsable de relaciones institucionales; Amadeo Spadaro como cabeza pensante de la potenciación de la marca de la FFIB y Joan Pocoví, Sansó ha reconocido que se encuentra con muchas ganas de afrontar el nuevo reto que tienen por delante. "Los primeros días fueron de sorpresa. Luego hubo un periodo de ilusión cuando ves el proyecto y la realidad es que hoy en día me entusiasma. Siempre he estad en clubes pequeños y el poder tener el honor de presidir la FFIB es algo muy bonito", ha apuntado.

"Aceptar la presidencia significó un cambio profesional para mí. Dejé los cargos ejecutivos que tenía en la Española porque la Balear necesita una dedicación exclusiva. Mantengo cargos representativos en la UEFA también", ha detallado.

Durante su presentación, no ha dejado de alabar la figura de Miquel Bestard, explicando que deben seguir su línea de trabajo pero siempre buscando mejorar. "Nadie mejorará a Miquel Bestard como presidente. Miquel ha enseñado un estilo propio. Su manera de estar cerca y de intentar ayudar a todos los anteriores no lo tenían. Ahora creo que es impensable ser presidente sin ser así. Hemos de seguir lo que nos ha marcado él", ha destacado.

"Nuestra idea es mejorar y perfeccionar. Hemos de evolucionar, pero siempre teniendo claro que tenemos una gran herencia. Tenemos que poner en valor la marca FFIB en el mejor momento de la historia del fútbol balear", ha añadido acerca de una de las grandes objetivos que tienen previstos hasta 2024.

Tras enumerar la cantidad de personas que mueve el fútbol balear en un fin de semana (cerca de 200.000), Sansó ha querido dejar claro la importancia de estar en sintonía con todos los clubes. "Una prioridad nuestra siempre tiene que ser trabajar con los clubes. Es básico porque son los que organizan nuestra competición y donde se aglutina toda la gente que mueve el fútbol. La FFIB en 2019 empezó un proyecto de UEFA para profesionalizar el fútbol español y especialmente las territoriales. Este ámbito, que se paró por la pandemia, ahora lo tenemos que implementar. Es fundamental para nuestra gestión en 2024", ha informado.

La creación de una oficina de atención a los clubes, implantada desde ya, es una de las herramientas que emplearán para que los clubes pueden resolver dudas y solicitar ayuda: "Hemos de estar muy cerca de los clubes en el ámbito normativo y de las subvención. Y por otro lado, tenemos mucha formación de entrenadores, pero la protección de datos nos impedía que los clubes supiesen de ello. Será voluntario apuntarse para ver si en un periodo podemos dar respuesta a sus necesidades".

La violencia en el fútbol balear, dejando episodios bochornosos en los últimos años, es otro de los aspectos que deberá encara Sansó y su equipo de trabajo. "No tenemos que ser reactivos, tenemos que ser capaces de anticiparnos al problema. Si queremos un modelo formativo donde sea prioritario esto lo tenemos que vender así. A veces me da la sensación de que las medidas tomadas son en contra del club. Ellos son los que más que lo sufren. En septiembre nos sentaremos con el colectivo arbitral para saber qué piensan y en que les podemos ayudar. La violencia la sufrimos todos, pero sobre todo el colectivo arbitral", ha concluido.